Su nombre científico es ácido gamma-hidroxibutírico.

En 1962, Henri Laborit sintetiza el éxtasis líquido con fines terapéuticos.


Según los expertos, uno de los problema del éxtasis líquido es que puede causar daños cerebrales a corto o medio plazo sin que puedan detectarse de inmediato.


En pequeñas dosis produce desinhibición, relajación, euforia, mayor capacidad de erección y orgasmos más intensos.

No obstante, tiene un uso veterinario para anestesiar animales grandes. Se vende en frascos de cristal incoloros y con un cierto sabor salado. Es una droga que, mezclada con alcohol u otros estupefacientes, produce mayor número de intoxicaciones.

Una sobredosis causa hipotermia, convulsiones, pérdida de memoria, coma y muerte.