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¡QUIERO MI PISO!
Película "Cinco metros cuadrados"
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha Técnica |
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Con la vivienda hemos topado, pesadilla del siglo XXI. La ilusión de toda una vida se construye en torno a un bloque de hormigón. Muchas viviendas juntas forman hormigueros urbanos que nos sirven de cobijo. La palabra propiedad toma un sentido en nuestras vidas aún conscientes de que hemos vendido el alma al diablo hipotecario. Tener un piso, desarrollar una familia, sentir privacidad: entrar en la rueda de la vida. El cielo se despeja... El piso: templo material, y realista, de la felicidad. El mundo inmobiliario campa sin escrúpulos sobre los sentimientos de las personas; la política cohabita de manera irracional con él.
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La felicidad, la convivencia y el amor propio (la necesidad de hacerse justicia) se construyen en base a unos cimientos edificados por alguien ajeno a ti. Es un desconocido que ha encontrado en las necesidades humanas el negocio de su vida. Los chanchullos especuladores hacen el agosto durante todo el año de manera furtiva; están a la caza del indefenso, de quien confía en sus intenciones, a la postre fraudulentas. 5 metros cuadrados muestra este mundo sórdido de la edificación fantasma, llena de escombros y esqueletos arquitectónicos en parajes de ensueño. Las ilusiones se hunden hasta el agobio;
hay personas que, con resignación, asumen el timo; otras, se aferran al clavo ardiente de la justicia. Los timadores se ríen en público: son buitres ayudados por un poder político que, gracias a su autoridad, se convierte en primer culpable de las estafas inmobiliarias. La burocracia le sigue el juego hasta desarmarte la paciencia. Los ahorros de tu vida y las perspectivas de futuro se han ido al carajo merced a estos sabuesos. Tiburones ávidos de carne virgen e inocente.
La colaboración profesional entre Fernando Tejero (Álex) y Malena Alterio (Virginia) nace de la serie televisiva Aquí no hay quien viva. Él es el prototipo de la clase trabajadora estafada que no se rinde; ella, alguien que sabe medir el límite de sus fuerzas. Álex y Virginia son maneras opuestas de entender una situación injusta: lucha versus aceptación.
Empresarios corrompidos junto a funcionarios corruptos, concesiones oscurantistas, recalificaciones, lucros manipuladores de vidas currantes, animales sin escrúpulo; víctimas sin salida, ¡quiero mi casa!, la callada por respuesta. Desesperación. |
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La sombra de Francisco Herniando, “El Pocero de Seseña”, es expansiva. Emilio Gutiérrez Caba (Montañés) cumple con el papel de empresrio aprovechado, tripudo, prepotente (“hay que tener amigos en todas partes, joder”) y atemorizado ante un enemigo legal que le planta cara.
Se agradece la agilidad con que está contada la historia, la fluidez de sus imágenes, el patetismo arquitectónico. 5 metros cuadrados es el drama del absurdo contado con humor, la pesadilla de un engaño convertido en hábito social. El gozo en un pozo. |
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Texto: www.photomusik.com
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