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CAÍDA LIBRE AL ABURRIMIENTO
Película Un golpe de altura


J. G.
(Madrid, España)

Un golpe de altura
  Ficha Técnica Video Banda sonora
No te fíes de un tiburón que nada tranquilo en su piscina del ático de Queens cuyas aguas reflejan el emblema de Benjamin Franklin incrustado en papel moneda. El lujo con el que arranca Un golpe de altura despierta un interés por la comicidad de los personajes, acostumbrados al brillo de su enmoquetada sociedad. Josh Kovaks (Ben Stiller) es un currante privilegiado. Sabe adular en el momento oportuno y surfear por la radio en busca de los gustos culinarios que apetecen a sus clientes. Es prisionero de los símbolos opulentos que ellos le restriegan en este mundo de cartonaje real. El universo de Donald Trump despliega su riqueza, amasada con pocos escrúpulos.
 
Nada serio se puede esperar de Ben Stiller y Eddie Murphy. Brett Ratner juega al despiste con la introducción de Gabourey Gabby Sidibe en un reparto donde las estrellas se mueven en el terrero resbaladizo del humor despendolado. La relación entre Eddy Murphy y Grazer comenzó en 1992 con el rodaje de Boomerang, el príncipe de las mujeres, Murphy en calidad de actor, siendo producido por Grazer. Un idilio que continuó citándose en las taquillas con The Nutty Professor (1996) y la posterior secuela El profesor chiflado II: La familia Klump (2000). La producción que firma Brett Ratner surte efecto como enlatado destinado a pasar un día del espectador familiar, cuando el bolsillo se siente gastador y las palomitas se indigestan con menor facilidad. Todo el equipo se lleva un verdadero golpe de altura presentando este pseudo pasatiempo lleno de fallos técnicos cuya enumeración agobiaría al lector.

El polifacético Ben Stiller reprime su risa tontorrona de dentífrico publicitario y mirada absorta. Es hora de jugar a Robin Hood neoyorquino. El papel de villano despiadado con el dinero ajeno le sienta bien a su vejez aunque para mago de las finanzas sucias tiene que aprender de Michael Douglas, acostumbrado a batallar en el hambriento mundo especulador (Wall Street y Wall Street 2: El dinero nunca duerme). Alan Alda, con bastantes arrugas sobre sus espaldas, será recordado por su humanitaria causa ejercida en M.A.S.H. (1972–1983), la serie televisiva que lo catapultó a la fama. La guerra ha cambiado de escenario: del barro coreano Alda salta al parqué de la Gran Manzana; Los tiempos pasados fueron mejores (Misterioso asesinato en Manhattan; Mad City, junto a John Travolta y Dustin Hoffman).
La fotografía urbana de Dante Spinotti (quinta colaboración con Brett Ratner) valora los ángulos de cámara cenitales mostrando armazones de lujo acristalado; son molinos gigantes sobre una serpiente colorista.
Arthur Shaw (Alan Alda) entrando en el coche junto a Josh Kovacs (Ben Stiller)  
Josh Kovacs (Ben Stiller) junto a Slide (interpretado por Eddie Murphy)

Como un guiño retrospectivo, exponente de la opulencia y la velocidad, el Cavallino Rampante de Enzo Ferrari posa disecado en el morro de un Ferrari GT 250 Lusso. La supuesta máquina de Steve McQueen yace en el museo de la codicia personal que Arthur Shaw (Alan Alda) tiene montado en su torre de marfil. Este vehículo fantasma se encarga de acelerar el caos que viene fraguándose en Un golpe de altura. No hay vuelta atrás y como todo tiene que acabar de alguna manera, se inventa un final lo suficientemente predecible como para dar la puntilla a una película decapitada por el paso de su duración.

J. G.


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