La escritora Heidi Murkoff no pensó en la repercusión que traería su libro “Qué esperar cuando estás esperando” en el momento de escribirlo. Con más de diez millones de copias vendidas, se ha convertido en la biblia para nuevos padres. Una ayuda ante lo desconocido nunca viene mal; si ya has pasado por esta experiencia, tampoco importará un repaso por sus páginas. De cualquier manera, el embarazo es un proceso de la vida tan hermoso -dicen algunas mujeres- como impredecible y agotador. Cambios de humor, nuevas sensaciones, alteraciones orgánicas, paciencia y más paciencia. Kirk Jones, bajo guión de Shauna Cross y Heather Hachn, adapta el best-seller a la pantalla apoyado por un elenco coral que cumple con la superficialidad del peor cine norteamericano. Una comedia, por incluirla en un género, aburrida, prefabricada, colorista, donde los hombres se convierten en canguros sin complejos paseando cochecitos por el parque con menos salero que un zombi deprimido. Bienvenido al club es la ingeniosa frase que utilizan para abrirte las puertas a su mundo marujón, un reducto de paz en el que se olvidan, durante unas horas, de sus responsabilidades hogareñas.
Cada persona que se atreva a ver esta película encontrará el chiste donde lo busque; seguro que más de uno se reirá con las tonterías de estos padres concienciados. Felices por tener algo en común. “Qué esperar cuando estás esperando” muestra cinco maneras distintas, iguales en esencia, de abordar el embarazo y la paternidad, siempre mirado desde la óptica cómica sin gracia inteligente. Metraje prolongado que rellena el tiempo alimentando el bostezo veraniego. Diastintas maneras de abordar el alumbramiento: desde la pareja atrapada por el glamur televisivo hasta unos jovenzuelos, poco preparados para esta etapa de la vida, que sucumben a la pasión y demuestran su falta de preparación para adentrarse en el compromiso.
|
|
Esposas florero, mujeres obsesionadas por el reloj ovulador; vuelve, como dardo dirigido hacia la figura femenina, aquello de que no se pase el arroz: estereotipo que pensaba enterrado. Deseos alocados por tener una familia. ¿Es la única misión de la mujer?: quedarse preñada y romper aguas. El argumento no luce la interpretación de Cameron Díaz (Jules), deposeida de la chispa que la caracteriza. Suerte que Elizabeth Banks (Wendy) madura desde la ensoñación de sus consejos hasta la franqueza que provoca esta realidad hormonal. Dennis Quaid (Ramsey), acostumbrado a la acción, aparece blandengue en el papel de padre alfa, prototipo de la fecundación. No falta el tópico de que una mujer estéril se muestre culpable en la intimidad (Jennifer Lopez). Lindezas de este calibre ensucian un disfraz de mundo feliz y maravilloso bajo el que se esconde “Qué esperar cuando estás esperando”.
Si se desea ver una película inteligente y divertida sobre lo que significa la gestación para la mujer y su entorno, no hay que perderse "Un feliz acontecimiento". |