ENTREVISTA A THOMAS VINTERBERG
Director de la película "La caza".


Scott Roxborough: ¿Cómo se siente al regresar a Cannes después de ganar el Premio del Jurado en 1998 por Celebración?
Thomas Vinterberg: Me siento muy bien. Es un honor haber sido escogido para competir con películas tan buenas como las de este año. Pero vengo cada año, aunque no tenga una película en el Festival. Aprovecho para sentarme al sol, tener unas cuantas reuniones y ver películas.

S. R.: Celebración fue la primera película Dogma, el movimiento cinematográfico que fundó con Lars von Trier. ¿Qué impacto tuvo este movimiento en su cine y en el cine en general?
T. V.: Creo que Dogma inspiró a bastantes personas y fue el comienzo de un movimiento digital. Personalmente fue inspirador y fantástico hacer películas Dogma, pero también me pareció que ya había acabado el ciclo con Celebración. Fue el final del camino Dogma para mí, ya no podía ir más lejos. Debía buscar otra dirección.

S. R.: ¿Hay algo del movimiento Dogma que le haya quedado y que siga influyendo en su trabajo?
T. V.: - Aprendí mucho con Dogma. Nos permitió abandonar todas las herramientas habituales de la cinematografía. Y ahora, cada vez que las uso, reflexiono acerca de lo que hago y de por qué lo hago. Me enganché a andar por la cuerda floja, al enfoque suicida de Dogma porque te obliga a pensar, a explorar. Pero Dogma se acabó. Como artista, creo que es importante no repetirse.
S. R.: Después de Celebración, fue a Hollywood y rodó It's All About Love, con Sean Penn y Joaquin Phoenix. ¿Estaría dispuesto a hacer otra película en inglés?
T. V.: Me encantaría volver a trabajar en Estados Unidos. Hay muchos actores asombrosos a los que adoro y admiro desde que empecé a ver cine. Trabajar con Joaquin y Sean fue fantástico, pero tenía que regresar a mis orígenes.
Celebración fue como una granada que me explotó en la cara. De pronto, tenía la oportunidad de explorar, ver y hacer cosas que antes eran impensables. Me enorgullezco de mi trabajo allí, pero debía volver y explorar mis raíces. Siempre me lo he pasado bien trabajando en Estados Unidos. Rodé un videoclip para Metallica en Hollywood y había unas cien personas en el plató. Uno se dedicaba a ponerme gel antiséptico en las manos. Asombroso. Si pidiese eso en un plató danés, seguro que me echarían del país.
S. R.: LA CAZA nace de unos documentos que le dejó un psiquiatra el año 2000. ¿Se trataba de casos reales?
T. V.:
ran casos procedentes de todo el mundo. La mayoría hablaba del síndrome del falso recuerdo o del recuerdo inventado. LA CAZA no está basada en un caso en concreto, solo se inspira en esos casos. La teoría del psiquiatra que me dejó los documentos era que los pensamientos, las ideas, pueden llegar a ser como un virus. Una vez que se afianza una idea concreta sobre alguien, puede extenderse como el fuego. En Celebración, los niños eran las víctimas; esta película habla de otro tipo de víctima. Cuando se acusa a alguien de abusar de un menor, el niño es interrogado por policías y psiquiatras que repiten las preguntas una y otra vez. Hay niños que acaban diciendo lo que quiere oír el adulto que le interroga. Entonces, todos se vuelven locos y el entorno del niño se derrumba.

S. R.: En la película, una vez que se acusa en falso al protagonista, todo el pueblo se alza contra él.
T. V.:
Me pareció que me permitía contar una historia con más envergadura sobre la pérdida de la inocencia del mundo Occidental. Crecí en los años setenta en una comuna; todos íbamos desnudos, pero nadie abusaba de los niños. Y ahora, por muchas razones, el mundo se ha inmovilizado ante el miedo, la angustia y la suspicacia. Por eso, la película empieza con un montón de tíos en pelotas metiéndose en un lago helado. Son una familia, están juntos, son una comunidad, pero a medida que avanza la película, el lago se hiela y el pueblo empieza a sospechar, a tener miedo y a perseguir.

S. R.: Cuando Celebración se estrenó en Cannes, el cine danés estaba compuesto por Lars von Trier y Thomas Vinterberg. Ahora estamos en pleno bum danés con directores como Susanne Bier, Nicolas Winding Refn o Niels Arden Oplev trabajando en Hollywood. ¿De dónde viene este bum danés?
T. V.:
Hay muy buenos cineastas en Dinamarca, y puede que sea así porque nos ayudamos mutuamente. Hay una sensación de comunidad. Nos pasamos los guiones para leerlos. Soy amigo de Lars von Trier y de Ole Christian Madsen, que ahora está rodando una serie para HBO. Son amigos y compañeros, nos echamos una mano. Pero también hay un poderoso sentido de competencia, nos empujamos mutuamente y eso hace que nos superemos.


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Texto: Scott Roxborough - The Hollywood Reporter - Cannes 2012 ©

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