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CINE Y ESPECTÁCULOS
CARTELERA CULTURAL
Histórico
 
 
 


LA VIOLENCIA DE LO COTIDIANO
La soledad humana visita el "14º festival de cine alemán"


J. G.
(Madrid, España)

14º festival de cine alemán
 
El cine germano invade los atardeceres del ocio madrileño con una descarga de variedad temática. Su primera edición tuvo lugar en 1999 y ya corre la décimo cuarta. Este evento aúna cultura, ocio y negocio; supone una atractiva plataforma mercantil para la exposición del cine más innovador que tiene lugar en suelo germano. No se mueve sólo mercado sino que también actúa como elemento que ayuda a estrechar lazos entre España y Alemania. La barrera idiomática supone un reto a vencer manteniendo calidad. La lengua de Goethe, en la Comuninad de Madrid, cuenta con 3.587 hablantes nativos (una cifra que va creciendo con los años); por ello, se hacen necesarios este tipo de actos culturales para crear diversidad y comunicación entre sus gentes.
El largo se mezcló con el corto y el documental con el cine de ficción. Entre la diversidad de cineastas tuvo cabida una retrospectiva al director alemán Andreas Dresen. Ficción y realidad compartieron cartel en una espacio donde la crisis brilla por su ausencia: el de las ideas e imaginación de los creadores.
 

Mundo del espectáculo.
La tensión le echa un pulso al romanticismo en ”La invisible”. La película firmada por Christian Schwochow abre este festín de cine alemán entre el desasosiego y la esperanza. En un gesto de irresponsabilidad y enfrentamiento con las formas, alguien se atreve a perder la compostura ante la oportunidad de su vida. El arte dramático mueve el corazón de Josephine 'Fine' Lorenz (Stine Fischer Christensen); el sueño se cumple al interpretar el papel de su vida en un ambicioso montaje teatral. En “La invisible” se ven los sueños y frustraciones de la juventud acompañados por los miedos y su soledad. Fine no es una chica proclive a la socialización sino que vive enclaustrada en un mundo repleto de responsabilidades y temores patológicos. Sufre un estado de colapso que la impide crecer en la felicidad; tampoco logra complacer a los demas. Es un personaje mudo a los ojos del mundo; intrascendente, sujeto a una carga emocional demasiado pesada como para soportarla sin romper sus cadenas. Esa sensación de vacío que desprende es recogida por un ser inesperado, el director de la obra teatral Camille. Entre ambos fluye un magnetismo sádico; nace una química agresiva que se trasforma en cercenamiento para ella mientras el director exprime a su pupila. Él busca la totalidad interpretativa en una actriz a la que va ahogando despacio hasta hacerla vomitar su existencia y comprobar cómo se deja la piel sobre el escenario. Fine va más allá del valor de la palabra para convertir los diálogos en expresividad agreste. Su vida convive en el teatro con un entorno familiar agobiante: junto a una madre insensible y una hermana deficiente, humana y asfixiante. Fine se lanza al vacío; alcanza el éxtasis de la autodestrucción frente a la mirada atónita de familia y compañeros; descubre la feminidad a destiempo.

'La invisible'  
Josephine 'Fine' Lorenz (Stine Fischer Christensen)
Este ambiente artístico se cierra con ”Wunderkinder” bajo un mundo marcado por la locura belicista del hombre. El poder aplasta a los más débiles y utiliza al arte como arma para decidir sobre la vida o muerte de las personas. Markus Rosenmüller muestra su uso al servicio de la propaganda política destinada a exhibir la grandeza de una nación. Si en 1941 Alemania y Rusia mantenían una paz acordada gracias al pacto de no agresión establecido por Hitler y Stalin, los ciudadanos de Poltava vivían alejados de las artimañas políticas hasta que se ven involucrados en el conflicto bélico. “Wunderkinder” habla de amistad y dolor entre niños que sueñan con exhibir su talento musical en el neoyorquino Carnegie Hall. La guerra destroza este sueño para convertirlos en prisioneros del destino.
Konstantin Wecker es el Coronel de las SS Schwartow  
Abrascha Kaplan (Elin Kolev) Hanna Reich (Mathilda Adamik) al violín junto a Larissa Brodsky (Imogen Burrell) tacando el piano
Afrontar la soledad y la muerte.
La representación cómica de la muerte reflexiona sobre la vida en ”Tres cuartos de luna”. Su director, Christian Zübert, entiende ambos conceptos (vida y muerte) como algo natural e imprevisto. La relación, poco usual, que se fragua entre un taxista y una niña va fructificando en afectividad profunda. La belleza de “Tres cuarto de luna” radica en la química desprendida entre este veterano del volante y la jovencísima Hayat (Mercan-Fatima Türkögl) . Ambos experimentan el abandono. Hartmut Mackowiak (Elmar Wepper) es un taxista gruñón, racista y en proceso de reorganizar su vida desestabilizada; incapaz de admitir una realidad inaceptale a sus ojos. La inocencia soñadora de Hayat, una niña turca de la que tiene que hacerse cargo, da luz a un dulce viaje por los sentimientos. Estamos ante una de esas películas compuestas por extrañas parejas que acaban necesitándose; una historia urbana y multicultural.

El deterioro paulatino de la vida es contemplado por Andreas Dresen como un sufrimiento que arrastra con más violencia a los familiares del enfermo que a éste. Frank Lange (Milan Peschel) se siente presa de su dolencia; le invade un estado de shock que va derivando en irritabilidad, cada vez más espontánea. Las primeras tomas de ”Stopped on Track” conducen al desenlace fatídico; no hay sorpresas sino expectativas que se van cumpliendo lentamente.

 
Hartmut Mackowiak como Elmar Wepper junto a la niña Hayat (Mercan-Fatima Türköglu)
Desde un principio, enfermo y familia son conscientes del final, vivido de manera distinta: se pierde el norte, las fuerzas flaquean, el sacrificio se convierte en rutina difícil de llevar. “Stopped on Track” es un diario en imágenes de la evolución mortal: el desarrollo de una cuenta atrás con diálogos sin ensayar ni escenas preparadas. La risa aparece como un elemento liberador cuando proviene del enfermo. Esta cinta ha sido creada sin guión y con un equipo de siete personas filmando. Estamos ante un relato sobre la vida y la muerte que termina convirtiéndose en una película de amor con choques fuertes de pareja, causados por una situación insostenible emocionalmente: un golpe del destino que une a la familia más que antes. Morir en casa es un privilegio dentro del siglo XXI. Triunfadora en los German Film Awards con el Lola de oro a la mejor película, mejor director para Andreas Dresen, mejor actor para Milan Peschel y mejor actor segundario para Otto Mellies. El cineasta alemán, gracias a esta cinta, consiguió el premio “Un Certain Regard”, en Cannes 2011.
Simone Lange (Steffi Kühnert) y su marido Frank Lange (Milan Peschel) junto a sus hijos  
Las últimos días de Frank Lange (Milan Peschel) junto a su esposa Simone

Cambio / Tiempos convulsos.
En 1988, el Telón de Acero no había caído, estaba a punto de convertirse en una reliquia histórica. Hungría es el escenario que acoge a Isabel y Doreen (las debutantes Luise Heyer y Friederike Becht), dos mellizas procedentes de la RDA. El deporte funcionaba como un valor político bajo el régimen de Erich Honecker y ellas eran ejemplo de este espíritu. En “Viento del Oeste” el esfuerzo se recompensa con el viaje a un campamento destinado a la futura élite deportiva. Los valores cerrados de un respeto al socialismo férreo cohabitan con el culto al deporte en aras de la identidad nacional. Comedia romántica y melodrama político se dan la mano en un entorno donde la fidelidad al régimen choca con la nueva libertad que anhela renunciar al proteccionismo estatal. Nace un enfrentamiento entre hermanas. Ni la institucionalizaban política ni moral pueden con el amor adolescente; el azar se encargará de mostrar el camino hacia la libertad al otro lado del Muro. El enfrentamiento entre hermanas conduce a la desilusión. La experiencia del amor adolescente aflora entre la música que interpretan Depeche Mode (“Never Let me Down”) y The Cure (“Just Like Heaven”). Dos años después, el muro que dividía Alemania cayó. El tercer largo del director berlinés Robert Thatlheim propone un desafío al Estado obligando a sus personajes a definir prioridades y actuar.
En la otra Alemania, el nazismo sigue vivo a pesar de la derrota hitleriana en 1945. La actual situación económica y social ha permitido que estos corpúsculos sigan activos y hayan surgido con más fuerza entre el desencanto de la juventud. Las migraciones han sido interpretadas por los extremistas alemanes como incursiones a la pureza racial aria. El nihilismo entre la juventud produce situaciones de incomodidad culpabilizando a las razas foráneas de sus problemas. Marisa (Alina Levshin) es ”La guerrera”, una joven que se esconde en este submundo para evadirse de su familia desestructurada. David F. Wnendt denuncia al nazismo con un documento que deja inquieto por la frialdad de unas imágenes crueles, donde la antipatía se contrapone con los sentimientos afectivos cambiantes de su protagonista. “La guerrera” es la continuación de “Wunderkinder”; significa un proceso de reordenación lento dentro del nazismo destructor. La agresividad se acentúa con la estética de videoclip obsesivo, marcado por el hardcore asilvestrado.

Alina Levshin es 'La guerrera'
 
La afectividad familiar ataca con su carga manipuladora en la figura de un abuelo cuyo pasado se encuentra entroncado al nazismo. La juventud de Svenja (Jella Haase), quince años, sufre del totalitarismo paterno para encontrar en el grupo, y en Marisa, un modelo a seguir, una ventana por donde respirar aire fresco.
Marisa no es tan dura como parece: basta con la mirada de un muchacho afgano para replantearse toda esta mentira. Su cuerpo tatuado es un mosaico de cicatrices vivas en una existencia manipula por iluminados mesiánicos.

El documental se ha hecho un hueco de honor en este fetival con ”Khodorkovsky”, una pieza de valor histórico sobre las confrontaciones internas por el mando en Rusia durante los años 90 del siglo XX. El cineasta Cyril Tuschi, apoyado por la voz del actor Jean-Marc Barr, refleja la lucha de poder entre el gobierno y los oligarcas que convirtieron a la economía rusa en epicentro del nuevo capitalismo socialista. Vemos que cualquier fuerza levantada al calor de la política termina convirtiéndose en marioneta suya, corriendo el riesgo de cortarle la cabeza: tenga o no razón.
En esta época, la sociedad rusa experimentó grandes cambios económicos al verse inmersa en un capitalismo que no estaba preparada a asumir. Los políticos no midieron las consecuencias de una transición tan meteórica y descarnada. La petrolera Yukos se valió de la glasnost y la perestroika para edificar su entramado empresarial. Mikhail Khodorkovsky quiso copiar al sueño americano. Abrir la economía al capitalismo no significó abrir su sociedad hacia la democracia sino estancarla en el enriquecimiento de una minoría. Khodorkovsky fue un hombre de negocios que tuvo en mente la idea de cambio político a través de la economía. Práctico e inteligente, jamás pensó morir a manos de su creación cuando ésta debilitara al poder gubernamental ruso. Conocido también por su talante benefactor, fundó empresas e instituciones en toda Rusia: una manera de expandir su obra y su poder democrático, con ganas de hincarle el diente a América.
El miedo de Putin a la entrada de intereses americanos en Rusia con la posible venta de Yukos precipitó el derrumbe de la petrolera. Incomunicado en una cárcel secreta a 6000 kilómetros de Moscú, tras diez años preso, Mikhail Khodorkovsky se siente bien desligado de la presión que significa rendir cuentas a un monstruo tan enorme como Yukos.

Protestas moscovitas ante el caso Khodorkovsky  
Mikhail Khodorkovsky entre rejas

Soledad y renacimiento.
El popularidad que Hans Weingartner tiene en España proviene de su segunda película, “Los edukadores”. La soledad es un tema común en su obra. ”La suma de todas mis partes” aborda el aislamiento de un joven enfrentado de nuevo con la sociedad y el impacto que produce la amistad generada entre este personaje y un niño sin familia. La comunicación entre ellos brota a través del silencio mímico. Peter Schneider sale de un psiquiátrico y huye del mundo civilizado para vivir junto a la Naturaleza. Hay una vuelta a las cavernas donde todo se hace necesario y el día a día es fruto de un aprendizaje constante. El regreso al mundo normal marca mental y socialmente. Eres admitido en el club social mientras no molestes pero no aceptado. La misma sociedad que proporciona un lugar para vivir te obliga a abandonarlo. Te echan del trabajo por dudar de tu capacidad; la institución mental te clasifica como elemento de dudoso valor social. “La suma de todas mis partes” escupe insolidaridad contra los desamparados. Peter Schneider (Martin Blunt) y el joven Timur Massold (Viktor) construyen un mundo hecho a la medida. Schenider se cobija en su obsesión por el valor de los guarismos, concediendo importancia numérica a las cosas. Se fragua una amistad hermana; se construyen espacios alucinógenos y personalidades que hacen cuestionarnos la realidad de su existencia; nos sumergimos en el concepto realidad. Disfrutamos de un viaje hacia los inicios del hombre; comunicación monosilábica, gestual, amable y protectora del otro. Se invoca a romper con las ataduras en un huracán de emociones. El director austriaco deja un aura de belleza psicológica.

Viktor como Timur Massold (izd) junto a Peter Schneider en el papel de Martin Blunt  
Libertad
Las inhóspitas tierras del norte noruego rezuman soledad con el sol oculto durante seis meses al año. Oscuridad que alimenta la misma sensación experimentada por los personajes de ”Merced": el último, durísimo y excepcional largometraje del director hamburgués Matthias Glasner, uno de los mejores cineastas europeos de la actualidad, cuya obra permanece, lamentablemente, casi inédita en España. Ya en el VIII Festival de Cine Alemán de Madrid pudimos disfrutar de una de sus joyas, la demoledora “El libre albedrío”. En “Merced”, la familia aparece como un entorno social resquebrajado, a punto de desmembrarse.

La culpabilidad se cierne sobre sus miembros para convertirse en compañera de una existencia vacía. Birgit Minichmayr interpreta el rol de consorte atrapada entre la sumisión marital y el orgullo femenino. Marido y esposa habitan un entorno desértico, acosados por el miedo a decir la verdad de su convivencia. Se crea un thriller psicológico que necesita romper esa cápsula amniótica vulnerable ante el peso de su culpabilidad: por mantener un secreto entre ellos, por las tensiones familiares causadas y la pérdida del deseo.

 
Soledad nívea de 'Merced'

El acoso escolar produce otra desmembración, donde padres e hijo esconden entre sí confidencias que teminan por conocerse. La verdad conduce, más que al perdón, al alivio de unas mentes que no aguantan la presión del secretismo.
Lo policíaco, en el apartado de tv-movie, contó con ”Padre Madre Asesino“, del realizador Niki Stein. Guiños al entretenimiento de los más jóvenes gracias a ”Los cinco” (dirigida por Mike Marzuk y basado en la novela de Enid Blyton).

'Padre Madre Asesino'  
'Whisky con Vodka'

Para Andreas Dresen.
El universo del celuloide abrió la retrospectiva dedicada al director Andreas Dresen con su última película, ya comentada, “Stopped on Track”. En una línea más cómica estuvo ”Whisky con Vodka”, premio al mejor director en Karlovy Vary. El guión de Wolfgang Kohlhaase, con el humor como estandarte. La rivalidad y el engaño se mezclan en el set de rodaje. Se trata de un visionado particular sobre el mundo que se esconde tras las bambalinas. La vida se contempla desde el punto de vista sentimental con “En las nubes”. Innovación y valentía arropan a una película que describe el sexo entre ancianos con la naturalidad que exige. El año 2008, ”En las nubes” fue proyectada en el área “Un Certain Regard“ (Cannes) y ganó el premio Coup de Coeur. Su presencia se cerró con la proyección de "A media escalera”, donde se examina la vida diaria de dos matrimonios amigos. Rutina contra nuevas parejas. La película fue grabada con una cámara manual apliando la técnica digital de video. Gracias a esta película, el director obtuvo el Oso de Plata en Berlín 2002.
El programa de cortos Next Generation Short Films 2012 completaron una nueva edición del festival que va creciendo en la calidad del material presentado.

J. G.


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