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CINE Y ESPECTÁCULOS
CARTELERA CULTURAL
Histórico
 
 
 


UNA DECISIÓN VALIENTE
Película "Operación E"


J. G.
(Madrid, España)

Operación E
Ficha Técnica Video

Premios

 
Entrevista a Miguel Courtois, director  
¿Quién es E? o, mejor dicho, ¿qué representa E para Colombia?... y ¿qué debería significar para la Comunidad Internacional? El niño conocido más adelante como Emmanuel, protagonista en la sombra de “Operación E” se hizo famoso en 2005 de una manera triste: creció prisionero del anonimato que sufren los bebés secuestrados. Fue arrebatado de los brazos de su madre por aquellos que se llaman revolucionarios, defendores de la causa popular. Nada más lejos de la verdad en la nueva película que dirige Miguel Courtois Paternina, cuya gracia reside en la manera de enseñarnos una realidad denunciable y mezquina.
 
José Crisanto (Luis Tosar) junto a Liliana (Martina García)  
La mirada de Crisanto
El llanto de un recién nacido entre la espesura de la selva colombiana abre, bajo fuego cruzado, el drama de una madre a quien la guerrilla ha arrebatado su hijo. El nombre de Clara Rojas (jefe de debate de Íngrid Betancourt) se pierde con un grito de dolor sin rostro. La película pretende adentrarse en las carnes de un conflicto sangrate y vergonzoso sobre la piel de Crisanto, un hombre humilde, desconocedor de la maldad. Luis Tosar encarna a este personaje real, alejado de los últimos tipos duros a los que nos tenía acostumbrados en "Celda 211" o “Mientras duermes”: un cambio de registro fresco para el actor gallego. Lenta en el movimiento interpretativo, con madera de thriller dramático, la película escapa de la violencia fácil, decantándose por la sutileza del dolor elegante. Los intérpretes, correctos, no conmueven ni escupen pus con virulencia sobre una realidad injusta; se comportan como vehículos transmisores de un universo cruel y latente. La valentía de Crisanto se enfrenta, sin pretenderlo, a la guerrilla y al gobierno colombianos en una labor humanitaria, ausente de protagonismo. Política, moralidad y coraje caminan de la mano en un marco desprovisto de precaución.
Suegro de Crisanto y Liliana  
La familia de Crisanto huyendo en canoa
La política manipula a las personas con artimañas silenciosas y cruentas mientras una guerrilla intenta avanzar sobre las mentes de un pueblo que la observa resignado, cada vez más distante. Soledad. La personalidad de José Crisanto cimenta la base de esta película, regular en su trama e interesante en lo humano, sin alcanzar cotas de esplendor narrativo. La injusticia opresora que ha de padecer el débil encuentra un doble látigo: el revolucionario de las FARC y el burocrático procedente de marco político (Álvaro Uribe y su gobierno) corrupto. “Operación E” es una historia necesaria por su lado humano, narrando la parte dura de un conflicto que permanece vivo casi 50 años. Crisanto, nuestro héroe con alma benigna, es un personaje rocambolesco; bueno en esencia, emocional y sensato; víctima de una política viciada. Su actitud destapa los miedos individuales y el compromiso; se mueve por terrenos escabrosos (la política) y arenas movedizas (la guerrilla): ambos aspectos sujetos por el yugo del egoísmo manipulador que planea sobre la mente humana. Su papel es dramático y sonriente, en ningún momento se vislumbra rabia: desprende lástima y optimismo, si bien, despacio; sus actos se derrumban impotentes ante las garras de una burocracia oscurantista.
La acción generosa para con una vida a la que ha decidido proteger brilla ante la basura política que le rodea.
Desplazados  
Crisanto junto a las FARC
El pueblo colombiano es víctima anónima de una revolución contaminada por parte de las FARC. Este movimiento juega un papel secundario en el argumento de “Operación E”, para centrarse en al sufrimiento directo de un hombre que personifica a un pueblo. Miguel Courtois Paternina, su director, denuncia la historia oficial encargada de contarnos mentiras, y hace que nos preguntemos sobre el verdadero papel de este grupo guerrillero y si el gobierno colombiano se preocupa para combatir su fuerza o la usa como instrumento político para permanecer en su corrpción particular. Ambos se cuelgan medallas sin merecerlas. Esta cinta nos despierta un interés en el sentido de que es más real que espectcular; es cálida y lineal.
Las FARC mantienen vivo un conflicto del que la población colombiana no tiene culpa alguna pero soporta. “Operación E” supone un homenaje a esos más de cuatro millones y medio de desplazados y millares de muertes anónimas esparcidas sobre la memoria del Libertador.
Operación E  
Crisanto despidiéndose de su familia

Después de trabajar a las órdenes de Icíar Bollaín en “También la lluvia”, Luis Tosar sigue inmerso en el atractivo selvático que proporciona Sudamérica. Su nueva película, reforzada por un protagonismo innato, significa un tributo a la supervivencia y al amor familiares.
La defensa de una vida, la del joven Emmanuel, por parte de Crisanto, revela un sentimiento paternal y humano, sin pensar en lo que una actitud tan desafiante comporta para su integridad. Cuando se ama a alguien, todo se supera, y Crisanto es un exponente de ese desprendimiento.
La mirada final de este campesino entre rejas (rejas injustificadas), refleja, de manera muda, el cansancio de un pueblo ante el terrorismo de la guerrilla colombiana, carente de liderazgo moral. La de Emmanuel es una historia verídica, plagada de dolor y entrega.

J. G.


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