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CUANDO LAS IDEAS SE AGOTAN
Película "Resident Evil 5: Venganza"
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha Técnica |
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Banda sonora |
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El interés deslucido es lo único que alimenta una película como ésta. Se trata de un producto diseñado para satisfacer/saciar el ansia de unos seguidores fieles a la saga creada por Paul W.S. Anderson en 2002, contagiados de un virus que les inoculó el vampiro de la estupidez rutinaria, camuflado por unas imágenes envueltas en celofán videográfico.
Hablamos de un virus enquistado que ataca a multitudes y subsiste gracias al colapso que provoca en el cerebro humano. No existe un ápice de novedad en la quinta entrega de una saga que ojalá no se convierta en interminable. En esta colección de piruetas al estilo Matrix, Milla Jovovich es un juguete de erotismo plástico, centro de aventuras imposibles, cada vez menos creíbles.
"Resident Evil 5: Venganza" deslumbra como una broma tridimensional enfocada al mercado del software. Un tentáculo que ha adquirido personalidad en esta industria sin contribuir al cine; más bien le hunde en la miseria de un argumento pobre, ficción de pesadilla. El entretenimiento que provoca es repetitivo y clonado.
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El despliegue técnico del comienzo no puede con el tufillo a refrito que despierta la síntesis de los anteriores episodios. Milla Jovovich se ve tan joven como siempre: es lo que tiene la animación por ordenador, espacio en el que el tiempo no evoluciona. Su rostro es el espejo del maquillaje 3D: resulta fría e inexpresiva; dueña de un atractivo posterizado, sintético. A pesar de su eroísmo enérgico, la acción rejuvenece esta vitalidad cibernética e implacable. ¿Lucha en favor de la justicia bajo un mundo salvaje?, ¿su espíritu salvador es eclipsado por la furia que desprenden las imágenes...? Hablamos de un remiendo visual, generador de muchos millones de dólrares, plagado de situaciones acrobáticas que ya le gustaría dominar con tamaña soltura al Cirque du Soleil. Una salva de violencia sin piedad recubre el lucimiento de su personaje, sumergido en acción descontrolada y ausencia de continuidad dialogante. El director Paul W.S. Anderson es el creador de una criatura que ya va por la quinta réplica, y realizador de su anterior entrega: “Resident Evil 4: Ultratumba”. Todo queda en casa, a excepción de "Resident Evil 3: Extinción" (2007), de Russell Mulcahy y "Resident Evil 2: Apocalipsis" (2004), Alexander Witt, ya que la actriz ucraniana vuelve a ser dirigida por su marido. Sin contar a Milla Jovovich, Sienna Guillory firma como habitual de esta serie al haber participado en la cuarta y segunda versión, mientras que el actor canadiense Kevin Durand y Li Bingbin, cantante y actriz china, aportan un escasa chispa novedosa al estrenarse en la nueva entrega. |
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“Resident Evil 5: Venganza" es un cebo podrido que se lanza al público para ser devorado con ansiedad caníbal; un proceso que no tiene pinta de cerrar su ciclo de vida mientras lucre a sus creadores porque siempre habrá zombis que se lo traguen sin rechistar, ávidos de más carnaza putrefacta.
¡Cómo no va a existir una juventud violenta cuando sus patrones de conducta se basan en elementos como estos para engordar su ocio vacío y artificial! |
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