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SABOR A VENGANZA CASUAL
Película "El cuerpo"
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha Técnica |
Video |
Premios |
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El entretenimiento simple puede estar garantizado en la película que abrió la última edición del Festival de Sitges. “El cuerpo” resulta tan simple como un argumento que se va enrevesando con el paso del metraje en detrimento de su desarrollo. Más que poner el énfasis en la historia que narra, la cuarta cinta de Oriol como director se vuelve interesante analizando su manera de contar lo sucedido: se mueve entre el género de ultratumba y la interrogante policíaca de manera serpenteante y noctámbula, sin salirse del thriller raso. La trama detectivesca, aderezada por una imagen poco usual de José Coronado, es artificial y ausente de tensión, paradilla, sosa; como para andar por casa. En un lenguaje más cool: light.
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La piezas que mueven este núcleo macabro se valen de flashbacks que captan el protagonismo de la acción; una actitud convertida en figura esencial que el presente necesita para atraparnos en el interés de lo que acontece. El pasado gana relevancia, el futuro se presenta incierto (¿desconocido?)... Es el peón escurridizo de un mundo que caerá gracias a una solidez de barro. Este desconcierto del detective Peña y de Álex (Hugo Silva) se vuelve turbio en un ambiente nocturno y tormentoso, con olor a comisaría interrogadora y fantasmas perseguidores. Mayka Villaverde (Belén Rueda) completa un trío de caracteres diferenciados: es portadora del virus infeccioso de su inseguridad y la envidia de su poder. Alma dominante en la sociedad del dinero, esquema alejado de la mujer dulce: controladora e intimidatoria. Un poder que ejerce su personalidad desde paraderos desconocidos. Es espejismo y pesadilla de piel cérea.
La espiral de acontecimientos se precipita sobre la persona de su marido Álex, elemento utilizado y víctima de su venganza. Situaciones que intentan envolver al espectador en lo tumultuoso de una historia carente de intensidad y entereza. Una trayectoria que intenta salvar el cuello de sus aguas torrentosas con un golpe de gracia situacional poco previsible y carente de efectos secundarios: como el veneno que juega a protagonizar su desenlace desde un principio. Un cebo que se convierte en móvil infantil. |
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“El cuerpo“ es un espejismo arropado por una fotografía interesante dentro de un marco oscuro, factor que proporciona el impacto necesario para que no se desmorone en un resplandor de insustancialidad.
previsible y nada ingenioso. Los personajes, rodeados de ambiente truculento, se refugian en la confusión de los acontecimientos. El inspector Jaime Peña (José Coronado) esconde un pasado trágico, origen de su frialdad. Se pasean mortecinos, se montan su propia película.
La venganza campa como elemento ganador en una película de irregular suspense; con sabor comercial. La venganza susurrará “esta noche serás mío”; la casualidad hace el resto. |
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