ENTREVISTA A SEBASTIÁN LELIO
Director y co-guinista de la película "Disobedience".


Pregunta: ¿Qué te atrajo del material y porqué quisiste ahondar en esta historia?
Sebastián Lelio: Tuve un flechazo instantáneo con los tres personajes principales. Es una historia de amor entre los tres. Trata sobre cómo las relaciones evolucionan y cómo sus vidas se ven afectadas por el dolor.

P.: Siendo un director chileno, ¿cómo ha sido trabajar sobre el tema de los judíos ortodoxos del norte de Londres?
S. L.: El trasfondo judío ortodoxo es evidentemente muy importante, pero el tema principal de la película trasciende el de una cultura en particular. La esencia de la historia es universal.

P.: ¿Cómo describirías el proceso de trabajo con los actores?
S. L.: Me encantan los actores y tengo una forma de trabajar con ellos en la que nunca pierdo de vista a la persona que está detrás del personaje. Así que, lo que ves en pantalla es a la persona interpretando al personaje, ves delante de ti al actor enzarzado en una batalla artística y es ahí justo donde creo que surge el mayor disfrute cinematográfico.

P.: ¿Cómo describirías la relación entre Ronit, Esti y Dovid?
S. L.: Ronit es una mujer moderna de espíritu libre que ha renegado de sus orígenes. Esti ha permanecido en la comunidad, pero ha dejado de ser fiel a sí misma. Al hablar con Ronit sobre la muerte de su padre, Esti le da la oportunidad de reconectar con sus orígenes pero también sabe que es la última oportunidad de que la liberen. Por otro lado tenemos a Dovid, el hijo espiritual del rabino y su sucesor natural. Los días de duelo permiten que todos estos sentimientos reprimidos y pasiones salgan a la luz y se establezca un nuevo orden.

P.: ¿Qué fue lo que Rachel Weisz, Rachel McAdams y Alessandro Nivola aportaron al trío de amigos?
S. L.:
Son como una banda de rock con tres guitarristas, y eso fue lo que más potencia trajo a la película. Están defendiendo su personaje, y eso crea mucha tensión en la pantalla.

P.: ¿Cómo fue trabajar con Rachel Weisz como productora y actriz al mismo tiempo?
S. L.:
Una de las principales razones por las que acepté este proyecto fue porque Rachel Weisz estaba en él. Siempre la he admirado y me resultó irresistible imaginármela haciendo de la rebelde Ronit. Escribimos su personaje con ella en mente, lo que hizo posible que saliese y brillase todo lo que siempre he admirado de ella. La personalidad de Ronit creó muchas oportunidades para que surgiesen emociones muy complejas.

P.: ¿Cómo acabó Rachel McAdams involucrada en el proyecto y qué aportó al personaje de Esti?
S. L.:
Rachel McAdams tiene una nobleza intrínseca que aporta mucha dignidad al personaje. Con el tiempo, Esti se ha convertido en una maestra del disfraz, escondida bajo pelucas y buenas maneras. Pero por dentro hay una mujer desesperada que intenta reconectar con quien realmente es. Aunque Esti se encuentre navegando entre muchas situaciones complejas, siempre se muestra muy estable, lo que permite que el personaje sea fuerte y frágil al mismo tiempo. Rachel McAdams ha sido capaz de lidiar con todas estas dificultades con una destreza y gracia increíbles.

P.: ¿Podrías hablar sobre la relación entre Ronit y Esti y lo que Rachel Weisz y McAdams aportaron?
S. L.:
Sabía que la colisión entre Rachel Weisz y Rachel McAdams iba a echar chispas e iba a ser algo precioso de ver, así que seguí mi intuición. En cierto modo, siempre he visto a Ronit y a Esti como la misma persona dividida en dos. Una consiguió escapar y liberarse y la otra se quedó y aceptó la religión, aunque las dos pagaron un precio alto por ello.

P.: ¿Qué reacciones esperas de la audiencia cuando vea DISOBEDIENCE?
S. L.:
DISOBEDIENCE es un viaje intenso. Los personajes están pasando por un momento de confusión que es lo que define la película y la hace oscilar de tono. La historia explora todo el espectro emocional de Ronit, Esti y Dovid. Se sienten muy cerca entre ellos, todo es muy auténtico. Casi te parece estar sentado en la mesa o tumbado en la cama a su lado. Aunque no sepas mucho sobre el reservado mundo de los judíos ortodoxos del norte de Londres, la película genera un sentimiento muy íntimo y extrañamente familiar.

P.: ¿Por qué piensas que es importante contar una historia como esta en los tiempos que corren?
S. L.:
DISOBEDIENCE es una historia sobre seres humanos que están perdidos y que hacen lo que pueden en su batalla contra un entorno de ideas fijas. Esta es una historia de personajes que están dispuestos a cambiar y evolucionar, pero para conseguirlo deberán luchar contra ideas muy rígidas. Es un enfrentamiento muy parecido al que está pasando la sociedad global en la actualidad, en el que los viejos modelos ya parecen obsoletos o insuficientes. Siempre he pensado que había cierta urgencia en traer DISOBEDIENCE a la vida.


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