ENTREVISTA A ZHAO TAO
Actriz de la película "La ceniza es el blanco más puro".


Pregunta: Ha interpretado numerosos personajes para el director Jia Zhang-Ke, pero nunca a una mujer como Qiao. ¿Qué reto le supuso dar vida a un personaje "jianghu"?.
Zhao Tao: En China, las vidas de los personajes "jianghu" siempre son muy secretas, sobre todo las de las mujeres, que están rodeadas de un aura de misterio. Intenté documentarme y saber más acerca de algunas mujeres "jianghu" famosas. LA CENIZA ES EL BLANCO MÁS PURO transcurre entre 2001 y 2018, pero en vez de centrarme en esta época, decidí esforzarme en entender por qué las mujeres son más duras en un mundo marginal centrado en los hombres.
Qiao me recuerda a una famosa mujer "jianghu", She Aizhen, que vivió en Shanghái en los años treinta y cuarenta. Empezó trabajando en un casino antes de casarse con Wu Sibao, una conocida figura del hampa de la ciudad. Colaboraron con los japoneses durante la II Guerra Mundial, y ella se hizo famosa por haber participado en un tiroteo callejero. Después de la muerte de su marido, volvió a casarse con el escritor Hu Lancheng, pero fue detenida, acusada de traición y consiguió escaparse a Japón, donde regentó un bar. Lo vivió todo, el amor, las rivalidades entre bandas, la guerra, la cárcel y el exilio. Dicen que encargó una caligrafía de cuatro caracteres en pergamino y que lo colgó en su salón. Rezaba "Ting Tian You Ming"("Deja que el destino siga su curso").
Ese detalle me intrigó porque me pareció que revelaba su auténtico mundo interior. Más que cualquier otra mujer "jianghu" que estudié, She Aizhen representaba la complejidad de ser una mujer en ese mundo. Usé los cuatro caracteres como biombo durante el rodaje.
Al principio intenté inculcar en Quio lo que podría llamarse "lógica jianghu"; en otra palabras, la fe en la moral "jianghu" tradicional. Y sirviéndome de esto, guiar sus acciones. Sin embargo, luego me pareció más importante mostrar su "lógica femenina". Al igual que la película, empecé con la idea de una "mujer en el jianghu" y acabé con la historia de una mujer a secas.


P.: Qiao es dura desde el principio, pero las experiencias vividas la endurecen aún más. La forma en que trata a Guo Bin en la parte final de la historia es su forma de devolverle la misma moneda cuando él la abandonó. ¿Qué opina acerca del convencimiento de Qiao de que su relación con Bin duraría siempre?
Z. T.: Bin destruye el universo emocional de Qiao. En la última parte de la historia, cuando están en el estadio, le dice que ya no siente nada por él. Pero sobrevive n la rectitud y las reglas morales del "jianghu". A mi entender, Qiao le acoge por compasión, con la misma dignidad que le impide cogerle de la mano en el coche.

P.: ¿El vestuario, la peluquería y el maquillaje fueron importantes a la hora de ayudarle a meterse en el papel?
Z. T.: Jia Zhang-Ke me explicó que el personaje de Qiao que se vería en Datong, al principio de la película, sería parecido al de Renxiaoyao (2002), y que el de la parte central, en las Tres Gargantas, tendría mucho en común con mi personaje en Naturaleza muerta (2006). Me gustó la idea. Al llevar una ropa y un peinado parecidos a entonces, fue más fácil para mí regresar en el tiempo. Incluso le sugerí al realizador que Qiao podría llevar una botella de agua mientras andaba por la orilla del Yangtsé en pleno verano, como la mujer en Naturaleza muerta. El encargado francés de maquillaje hizo un trabajo espléndido, ya que yo debía aparentar tener unos veinte años en la primera parte.

P.: ¿Había disparado una pistola alguna vez?
Z. T.: No, nunca. El tiroteo callejero fue mi primera vez. Cuando oí sonar el disparo en la calle, pensé que la juventud de Qiao acababa de terminar.



La revista Photomusik no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores expuestas en esta sección
.
Texto: Golem ©
 

 
Recomienda esta entrevista