ENTREVISTA A ARNAUD DUCRET
Actor de la película "El club de los divorciados".


Pregunta: ¿Cuándo conoció a Michaël Youn, director de la película y también compañero?
Arnaud Ducret: Creo que nos conocimos en el rodaje del programa de Arthur, Vendredi tout est permis... Hicimos un pequeño sketch de rap juntos y la conexión fue instantánea. Michaël me dijo que le gustaba lo que hacía sobre el escenario y en la televisión, y eso nos unió.

P.: ¿Qué es lo que le ha gustado inconscientemente del personaje de Ben?
A. D.: Me encanta la evolución de este personaje que empieza humillado por su mujer, que le pone los cuernos, mientras él es lo más amable del mundo y está completamente enamorado. Él lleva lo sucedido como un auténtico fracasado antes de rebelarse al final de la historia mostrando su simpatía. Ben es un tío que cae bien, un alma desamparada a la que te entran ganas de dar un abrazo.
Asociar esa ternura y la energía del personaje a salir de apuros debe de ser muy satisfactorio para un actor a la hora de actuar.
¡Desde luego, es genial! Pero ya me he encargado yo de acabar exhausto de la película... No me quedo a medias tintas cuando actúo, hago las cosas a conciencia. Incluso pedí hacer yo mismo las escenas más locas de la película como las del coche, ¡me encanta! Pero muchas escenas se ruedan de noche y el ritmo es agotador, sobre todo cuando das el 200 %. Para mí, esa es la clave de que una escena salga bien o de que Ben no deje de cambiar de ánimo: lesionado, borracho, triste, eufórico... Hay tantas posibilidades al actuar en esta película, que hasta mi agente dice que El club de los divorciados debería ser mi carta de presentación.

P.: Este lugar en el que se reúnen solteros por obligación o por elección para compartir piso, ¿le ha traído recuerdos?
A. D.: Conozco bien lo de compartir piso porque cuando estás empezando a actuar, recién llegado a París, te ves obligado a alquilar algo entre quince para poder permitirte pagar el alquiler de tus quince metros cuadrados. Así que sí, me trajo recuerdos de mis colegas: antes no teníamos tanto dinero, pero nos casábamos igualmente. En cambio, un club de solteros como en la película es algo novedoso y me parece una idea excelente. Michael y los guionistas se han lucido con los chistes y la impertinencia. Me encanta cómo empujan los límites sin dejar de ser una comedia para todos los públicos.

P.: Es una película que se basa en el éxito del dúo que forma con François-Xavier Demaison...
A. D.: Necesitaba un compañero generoso que interpretase la situación sin querer acaparar. François Xavier es así y en la última parte de la película aporta, además, una gran profundidada su personaje. Su actuación es tan buena que consigue mejorar la mía. Es un actor con el que me identifico mucho, sobre todo con los personajes que hemos podido interpretar sobre el escenario en monólogos. Ha sido mi compañero de interpretación ideal.

P.: También está muy bien acompañado por sus compañeras, Audrey Fleurot, Charlotte Gabris o Carolina Anglade...
A. D.:
Sí, son estupendas. Caroline, por ejemplo, es una actriz que no se piensa las cosas, ella se lanza, simplemente actúa y le funciona. Lo mismo con Audrey, es una gran actriz que se entrega por completo. También influye el talento que tiene Michaël como director, que ha sabido crear un espíritu de grupo y de equipo. Puedo decirle que todas las escenas de fiesta se han pensado y trabajado a fondo. Guardo un recuerdo increíble de ese rodaje y creo que el resultado final es totalmente fiel a todo lo que cada uno de nosotros ha puesto sobre la mesa.


P.: ¿Cómo es Michaël Youn como director?
A. D.:
¡No se deja llevar en absoluto! Yo sé que el rodaje ha sido muy agotador para él también, ha invertido mucha energía. En plató es alguien extremadamente profesional que no duda jamás en hacer y deshacer hasta conseguir el resultado que busca. Es igual en el proceso de montaje: ¡le ha llevado casi un año! Una vez me propuso ir a ver una carrera de coches y yo le dije: «¿Y me dejarás ver ya la película?». Estaba impaciente por verla, pero yo sé que ha esperado porque se ha preocupado por dejarla perfecta, y ha hecho bien. Michaël es la combinación perfecta entre un buen profesional y un amigo. Yo sabía que no podía ser de otra manera porque para conseguir todo lo que él ha hecho en la televisión o en el cine hay que ser un currante y, en calidad humana, ha sido muy generoso conmigo y lo sigue siendo al decir tantas cosas buenas sobre mí. Eso me emociona mucho porque este trabajo no es nada fácil y es necesario disfrutar de momentos así.


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Texto: Festival Films ©
 

 
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