A través de las 51 canciones de "Dylan" se conoce al maestro. Están todas sus etapas. La primera acústica, su continuación eléctrica, la estética The Band, sus acercamientos al country, la etapa de transición y la espiritual, su nuevo despegue y los magníficos últimos álbumes, secos, duros, con la profundidad oscura del buen blues. Sería absurdo detenerse en canciones porque son 51 obras de arte mayor. Otras muchas se han quedado en el banquillo, pero las que aparecen en Dylan son incontestables. Escucharlas seguidas es una lección de historia de la música popular de los últimos 50 años a través de su protagonista más emblemático.

"Dylan" se publica en el momento oportuno, cuando Bob Dylan ha conseguido el respeto y la admiración de todos, incluídos los más jóvenes, algo que no siempre ha ocurrido. El lanzamiento del álbum se ha visto acompañado de un movimiento de reconocimiento hacia su obra de alcance mundial. Inmerso en una gira permanente, se diría que Bob Dylan acerca sus canciones mientras mantiene la distancia y el enigma personal. Por vez primera ha autorizado la remezcla de una de sus canciones (Most Likely You Go Your Way (And I’ll Go Mine)) que, realizada por Mark Ronson, ha causado revuelo. También por primera vez se ha organizado en España un concurso de versiones de sus canciones a través de MySpace. Coincidiendo con la edición de "Dylan" se publica The Other Side Of The Mirror. Dylan at the Newport Folk Festival, un DVD que recoge la participación completa de Bob Dylan en el Festival de Newport en sus ediciones de 1963 y 1965, cuando electrificó su música y dejó a los puristas con la sonrisa en la boca. Y para que nada falte, el estreno de la película I’m Not There, dirigida por Todd Haynes, sobre diferentes aspectos de la vida y la obra de Dylan, se espera con expectación.

Como colofón, el 26 de octubre se le hizo entrega del Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2007. Según el jurado de este premio, Bob Dylan es un “mito viviente en la historia de la música popular y faro de una generación que tuvo el sueño de cambiar el mundo. Austero en las formas y profundo en los mensajes, Dylan conjuga la canción y la poesía en una obra que crea escuela y determina la educación sentimental de muchos millones de personas. Por ello mismo es fiel reflejo de una época que busca respuestas en el viento para los deseos que habitan en el corazón de los seres humanos”. Se puede decir diferente, pero no mejor. Es Bob Dylan, un artista esencial ante cuya obra no hacen falta más palabras. Una obra que ahora se condensa en Dylan, un triple CD con 51 canciones que son 51 piezas maestras de la música universal.