Entrada a nuestra tienda
To our shop

flecha
Home

 
 
PHOTO

USIK

 

Buscador interno

Loading
pto

.MENÚ
.ZONA GRÁFICA

puntoConcierto 1
puntoConcierto 2
puntoConcierto 3
puntoConcierto 4
puntoRecuerdo 1
puntoRecuerdo 2
puntoBiografías
puntoPasaron
puntoReportajes
linea puntos
ZONA AL DÍA

puntoAgenda
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosNoticias
linea puntosNovedades
linea puntos
.ZONA DE OPINIÓN
puntoPágina del Musinternauta
puntoEntrevistas
puntoFrases musicales
puntoCine y espectáculos
linea puntos
.ZONA DE CLÁSICA
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosBiografías
linea puntos
.ZONA DE CONTACTO
puntoForo
puntoDe interés social
puntoEnlaces
puntoNewsletter
puntoTIENDA
linea puntos
.ZONA DE OCIO
linea puntosGraffitilandia
linea puntosAnecdotario
linea puntosChistes musicales
linea puntosLetras de canciones
linea puntosJuegos
linea puntosMúsica y salud
linea puntosRADIO
linea puntos
.ZONA DE DESCARGAS
puntoSalvapantallas
puntoProgramas
puntoTonos musicales

pto

 

 
 


 


MUSINTERNAUTA

TU OPINION TIENE UN SENTIDO
Histórico

 


ENTRE MADRID Y LOS BALCANES
(Ombligo.
Presentación de Banda sonora para una película que no existe.
Sala Galileo Galilei, 05-marzo-2020)

J. G.
(Madrid, España)

Ángel Cáceres, guitarra de Ombligo
   

La fusión de géneros ofrecida por Ombligo acabó en una fiesta de música gitana. La guitarra de Ángel Cáceres, junto al violín y la parte vocal de Anika, se ramificaron en siete componentes. Las colaboraciones desfilaron por el escenario como un esqueleto bailarín. El dúo madrileño abrió el apetito con una introducción intimista; el resto de canciones trajo aromas divertidos, muy carnavalescos. El folk de reminiscencias balcánicas estuvo presente; su disco es una diversión caótica estructurada. Los recuerdos culturales bailaron desnudos con saltos de diversión ágil. Ombligo fue ocio y calor humano. Los inconvenientes técnicos que aparecen a última hora contribuyeron a dar un toque de naturalidad agradecida.

Ángel dirigió la orquesta con humor natural, sacado de un corazón juguetón más que de un monólogo aprendido. Los formatos de grupo y dueto se intercalaron con frescura sin que esa diversidad morfológica facilitara la pasarela. El sonido alcanzó textura literaria chistosa y reflexiva; en cualquier caso, amigable. Siempre creciente. La complejidad de títulos como El pequeño Timy está en apuros pero saldrá airoso como en anteriores ocasiones se simplifica en su duración (un minuto y dos segundos) alargando la alegría una vez que los instrumentos paran de hablar. La mezcolanza sinfónica es trepidante. La melodía que sale de Ombligo es instrumental y callejera tirando del reciclaje con la incorporación de Eduardo Molina y la tabla de lavar. El público mimaba el entretenimiento con cervezas y patatas fritas.

La voz de Eva Sierra despertó Encadenados, el primer tema amoroso de la velada. La experimentación romántica llegó con Aire, título que cierra su disco nuevo. De camino al bar es una oda a quien desayuna en este recinto: un soplido continuado definitorio de un estado anímico, una experiencia personal, esa atmósfera que existe en la entrada a una cafetería: se han acabado las porras. Siguió un homenaje a Javier Krahe, otro habitual de la sala Galileo Galilei. El cajón habló en Niña de la selva. Diego Galaz, al violín de agua, serrucho y mandolina, fue una incorporación sorpresa que también ha grabado Banda sonora para una película que no existe. Raúl Márquez y Eva Molina entraban y salían. Se reivindicó el silbido como arma musical y expresiva. La expresividad de Ángel recordó al cine mudo.

Las notas fluyeron explosivas, sin ganas de acabar. Los oídos sintieron el cosquilleo que provocaban sonidos novedosos. Las palmadas se apuntaron al ritmo verbenero. La ovación final de cada canción tuvo color torero. El swing, boleros, aires zíngaros se fusionaron con aire bromista. El resultado encaja en cualquier banda sonora de Emir Kusturica. El concierto tuvo su final con un bis dedicado a Rosendo Mercado: Despistemología. Ombligo es, ante todo, diversión. Comenzaron tocando en el suburbano y ahora han llenado una sala mítica.

 

 

J. G.

La revista Photomusik no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores expuestas en esta sección.
Texto y fotografía: www.photomusik.com ©
 
<< 2019      < anterior          siguiente >       2021 >>

© Copyright Photomusik.com