Entrada a nuestra tienda
To our shop

flecha
Home

 
 
PHOTO

USIK

 

Buscador interno

Loading
pto

.MENÚ
.ZONA GRÁFICA

puntoConcierto 1
puntoConcierto 2
puntoConcierto 3
puntoConcierto 4
puntoRecuerdo 1
puntoRecuerdo 2
puntoBiografías
puntoPasaron
puntoReportajes
linea puntos
ZONA AL DÍA

puntoAgenda
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosNoticias
linea puntosNovedades
linea puntos
.ZONA DE OPINIÓN
puntoPágina del Musinternauta
puntoEntrevistas
puntoFrases musicales
puntoCine y espectáculos
linea puntos
.ZONA DE CLÁSICA
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosBiografías
linea puntos
.ZONA DE CONTACTO
puntoForo
puntoDe interés social
puntoEnlaces
puntoNewsletter
puntoTIENDA
linea puntos
.ZONA DE OCIO
linea puntosGraffitilandia
linea puntosAnecdotario
linea puntosChistes musicales
linea puntosLetras de canciones
linea puntosJuegos
linea puntosMúsica y salud
linea puntosRADIO
linea puntos
.ZONA DE DESCARGAS
puntoSalvapantallas
puntoProgramas
puntoTonos musicales

pto

 

 
 


 


MUSINTERNAUTA

TU OPINION TIENE UN SENTIDO
Histórico

 


ROCK RABIOSO
(Monsterwatch + Skating Polly.
2023 Tour. Sala Clamores. 23-febrero-2023)

J. G.
(Madrid, España)

El rock alternativo venido desde Ocklahoma no defraudó en cuanto a ritmo
   

La música de Monsterwatch rasgó el escenario con aire revoltoso mientras la batería jugó un papel esencial para su contundencia. La guitarra, a la par, fue la madre de todas las canciones ya que sin ella su ritmo se quedaría cojo. Compás trepidante. El nervio y la furia vocales de John Spinney crecieron, el apoyo de Ben Parker resultó indispensable para redondear punteos eléctricos. Su voz rota sonó rocosa con ganas de lanzar más energía. El gesto reprodujo el enfado de una fisonomía púber que no podía permanecer quieta. El rocanrol lo llevó en las venas. Se compaginaron, su fusión construyó la fortaleza del trío completado con Jack Cornwell, potentes desde la atalaya de un rock personal con estribillos adhesivos. Monsterwatch no dio tregua y sobre el pentagrama percusivo quedó la duda de si cada golpe era un clamor dolorido. El salto a la pista encendido estuvo aclamado por un público que lo veneró sin abanlanzarse sobre él. La actuación fue intensa, directa y medida en la duración.

Después de la tercera canción, LGB, Kelli Mayo se dirigió al aforo con un ‹‹Let's get party›› adivinador de sus intenciones. La fiesta que había comenzado con los de Seattle hizo sudar rock. Sus plataformas saltaron enérgicas a pesar de que hoy descansó el rrrr-riot descansó hoy, algo de ugly-rock se escuchó sin mala leche. Skating Polly desplegó punk mezclado con gotas de rock abierto y desenfadado, amable con la participación de espectadores entregados a disfrutar de este oleaje rabioso. Fuego. Los de Edmond no dejaron Edmond no dejó de aporrear las guitarras apasionadamente y de machacar percusiones con intensidad. La letra sustanció el sonido rebelde, Kelli lanzó algún motherfuckers que encajaba en el ambiente a modo de improvisación vocal. Fueron gritos de sintonía calurosa, batalladora aunque no tuvo que hacer mucho para conseguir una velocidad turbo que la batería impulsó supersónica.

Un descanso reducido que la recuperación física no parecía necesitar sirvió para que Kelli y Peyton se intercambiaran las guitarras como trofeo para probar emociones nuevas. El tacto de la armonía vaquera acarició el cabalgar sereno de pistoleros que sintieron el silbido de balas roqueras. Fue tiempo para Little Girl Blue and The Battle Envy. El grupo acabó encantado por la recepción del público amigo que supo agradecer el entusiasmo derrochado por la banda. Durante el bis obligado por petición generalizada, el batería Kurtis Mayo se puso a los mandos de la guitarra con rabia eléctrica. Todos contentos.

 

J. G.

La revista Photomusik no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores expuestas en esta sección.
Texto: www.photomusik.com ©
 
<< 2022      < anterior          siguiente >       2024 >>

© Copyright Photomusik.com