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UN NEGOCIO FAMILIAR
Película "Sunshine Cleaning".
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha Técnica |
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Banda Sonora |
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Los argumentos retorcidos acaban por estrangular a una película. La sencillez es la base de un trabajo respetable. “Sunshine Cleaning” representa la afirmación de ambos argumentos, sorprendiendo con un volver a empezar alegre y consecuente. Christine Jeffs se sumerge en el suburbio generado por la muerte, siempre sombría, enfocada como negocio. Aúna dignidad, imaginación, lo lucrativo y la idea de servicio social. |
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Se juntan la frustración de no poder salir adelante, la necesidad de encontrar soluciones para salvar una realidad familiar nada complaciente y la búsqueda emprendedora de nuevos horizontes. La necesidad es el motor que propulsa a esta película con luz propia, sin hacerle asco a nada ni nadie. La experiencia va forjando el trabajo adiestrado no exento de calamidades. Un ejemplo para gobernantes y gurús de la economía mundial que no saben paliar los tiempos de crisis. El trinomio del éxito en materia laboral está compuesto por la decisión de agarrar al toro por los cuernos, el trabajo y un poco de casualidad. |
El azar agita los hilos de “Sunshine Cleaning”; una casualidad nutrida por relaciones sentimentales frustradas, recordatorio de juventud. Emerge como una sugerencia de cama entre la inestabilidad de un trabajo inseguro y amor por las sensaciones fuertes.
Un azar susurrado entre el morbo que produce un motel de cama caliente henchido de un pasado que no desea abandonar sus paredes. Mientras todo funcione bien, no hay problema; cuando alguien falle, se despertará la vergüenza de un desalentador affaire. Despojos sentimentales. |
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El vínculo que une a Amy Adams (Rose) y Emily Blunt (Norah), junto a la necesidad de cambio, propician un reencuentro entre hermanas desconocidas. Pasado y presente crecen hacia un próspero futuro, estrechando esta unión. Un trágico pasado familiar como recuerdo común perfilará su futuro en “Sushine Cleaning”. Amy Adams (Rose) encarna la responsabilidad de madre soltera, culpabilizada y confusa; Emily Blunt (Norah) escenifica el lado salvaje de dos mundos atados por la sangre. El devenir de los acobardamientos tiende a mitigar angustias materiales. |
El humor se mezcla con lo trágico dentro de una comedia que aúna dos formas distintas de encarar la adolescencia. La fortaleza de Rose escapa de la vida real buscando la aceptación que implique una integración social.
Este error complaciente rompe amistades y proyectos, abocándola hacia una culpabilidad merecida de la que no se hace partícipe.
Su actitud egoísta destruye una camaradería fraternal y empresarial. La inestabilidad de Emily Blunt (Norah) supera en fuerza a Amy Adams (Rose), gracias a su interés por dimensiones nada convencionales.
Norah representa lo impredecible, la anti-norma, el desafío. El sujeto responsable lo encarna Rose, insegura en el fondo y que saborea con mayor amargura el sabor de la frustración y decepción. |
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Los productores de “Cleaning Sunshine” no han desaprovechado el buen gusto dejado por “Pequeña Miss Sunshine”. Jeb Brody, Peter Saraf y Marc Turtletaub mantienen el sabor de aquella comedia triunfadora en Sundance Film Festival, de 2006. Alan Arkin (Joe) vuelve a aparecer en pantalla. Las escenas de camioneta, actor inanimado en “Cleaning Sunshine”, junto a su afecto hacia Jason Spevack (Oscar Lorkowski), su nieto, rezuman a "Pequeña Miss Sunshine". La tranquilidad que le exige su papel encierra una locura quijotesca de gran corazón. |
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La ruptura de unos y el apoyo de otros sirven para afianzar las raíces de un negocio familiar ascendente basado en la solidaridad para con los deshechos de una moralidad en tela de juicio. Los protagonistas de “Cleaning Sunshine” saben limpiar la basura que, día a día, genera una sociedad desquiciada. |
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