Los amantes de la guitarra instrumental y el Fingerprints tuvieron su noche al lado del río Manzanares. Joe Satriani hizo que nos sintiéramos en el cielo. El rock eléctrico y vibrante arrancó con el brío de Ned Evett and Triple Double y el power-rock sin concesiones. Sudoroso, neurótico. Su vocalista, Ned, demostró su dominio ante el fretless-guitar. Igual que hemos convertido al teléfono móvilen apéndice de nuestro cuerpo, él hizo de la guitarra prolongación de sus manos. Incombustible, su banda le arropó con la profesionalidad garajera de un riff chirriante y agresivo. Su vitalidad dejó constancia de estar ante un gran grupo de rock sucio y elegante. Encaminando su música dentro del fretless, Ned Evett es un cruce de Blues y Rock, Hendrix y James Brown. Su paso por España, aprovechando la gira de Joe Satriani, presentó "Afraid4U", un trabajo a tener en cuenta desde que se le escucha. Teloneros de lujo ya que en sus filas militan el bajista Malcolm Bruce, hijo de la Jack Bruce, y el batería Todd Chavez.
Cercanos a la aparición de Joe Satriani, Ned Evett versioneó al clásico de Leonard Cohen "Hallelujah", arrancando los corosentre el público. Desplegaron pasión y fuerza, algo que no figura en el contrato, digno de grandes profesionales.
El tiempo no ha hecho mella en el físico ni el estilo de Joe Satriani.
Verlo es un espectáculo: concentración facial, gafas oscuras y calva despejada como pista de baile para las notas danzarinas, alguien lo confundiría con un pastillero noctámbulo. Dueño de riffs mágicos e inesperados por su acrobacia manual, Satriani presentó su nueva creación de estudio “Black Swans and Wormhole Wizards”. Su sonido posee una ondulación sonora y rítmica calculadas; su imagen y estilo gozan de una singularidad respetuosas. Lo novedoso no es característico de Satriani, sin embargo es el rey de la innovación acústica con la guitarra eléctrica. Durante su carrera, a pesar de que no haya publicado ningún trabajo en dos años, Satriani ha sido un currante musical, primero montando el proyecto G3 para continuar con Chickenfoot, otra megabanda creada en 2009.
Mago en el trabajo de alcanzar la sencillez: hacer fácil -o que así se perciba- lo difícil.
Joe Satriani es la piedra filosofal de la espontaneidad. Con el transcurso del tiempo, igual que los buenos caldos, su música crece en cuerpo y buqué.
El rock instrumental de Joe Satriani no caduca ni se encasilla en el cajón de las épocas. Este nuevo álbum de estudio no tiene nada que demostrar. Su actuación comenzó de manera inteligente con “Ice nº 9”, metiéndose al público en el bolsillo desde el principio. “Hordes of Locusts” y “Flying in a blue dream” sirvieron de entrante para seguir con “Light years away”, “Premotion” o “Pyrrhic Victoria”. Ya en harina, el flamenco acústico de “Andalusia” dio paso al momento cumbre del concierto con “Always with me... always with you”.
El público le dedicó el calor de su acogida. Tuvo que rendirse ante su música y un talento que roza la perfección.
Demostrado quedó el buen hacer de Joe Satriani y la fidelidad de una audiencia que abarrotó La Riviera con justificación madura. Fue un concierto para escuchar atento, sin dar botes, con el corazón latiendo a ciento cuarenta pulsaciones por minuto. Satriani es un monstruo musical elegante, firme y humilde.