SONIDOS MULTICULTURALES CUBIERTOS DE ORO
"Mis canciones solo intentan expresar mi mensaje de una manera más o menos directa".



La sonoridad de OroVega se aparta del encasillamiento. El sonido de sus canciones,además de cultivar el pop, la música sefardí o la flamenca, transporta a mundos cuya identidad cultural se palpa en cada nota, en cada título. El misterio que envuelve esta música exprime raíces culturales.

Photomusik: ¿Cuánta simbología esconde a Claudia Vega detrás de OROVEGA?
OroVega:
Cuando Marruecos se independizó, mi familia, que es sefardí, se vio obligada a irse. Como la moneda marroquí no valía nada en España, tuvieron que vender lo que tenían por oro. Aunque seguro que hay parte de romanticismo en esta historia, siempre me ha parecido muy simbólica y poética la imagen de mi familia llegando a España con oro como única pertenencia. El oro, por ser un valor seguro, siempre ha sido símbolo de movimiento, de los pueblos nómadas, como puede ser el pueblo judío o gitano. Esta imagen coincide con mi música, una música que bebe de distintas culturas y fuentes, y que tiene ese sello de calidad, trato de hacer cosas que tengan peso, que duren, que no pierdan valor con el tiempo.
Ph.: Los fundadores de Nacha Pop tienen una vinculación familiar directa contigo. ¿Han ejercido de tutela o has preferido separarles de los negocios?
O. V.:
La verdad que todos mis pasos en la música los he dado de manera independiente, con apoyo de mi madre, que es la persona que más me ha ayudado a sacar adelante mi proyecto, pero no bajo la tutela de nadie.
Claudia Vega está detrás de OroVega




La música hipntiza cuando involucra al oyente.
El sencillo nuevo de OroVega se titula 'Pena'

Ph.: ¿Cómo ha empujado dicho lazo a crecer en este campo?
O. V.:
El hecho de tener referentes cercanos hace que veas el dedicarte a la música como una posibilidad y no como una meta imposible. Sin embargo, no creo que haya facilitado mi camino el ser sobrina de nadie.


Posado de OroVega



La producción permite encontrar
el sonido ideal para cada situación.

OroVega
 
Ph.: ¿Cuándo comenzaste a sentir el gusanillo por entrar en su círculo musical?
O. V..:
Nunca he sentido gusanillo por entrar en su círculo musical, la verdad. Me apasiona la música y trabajo cada día para aportarle algo valioso a la cultura, no por entrar en ningún circulo. Es algo mas profundo y espiritual que eso. Ahora, si me preguntas que cuando empecé a sentir el gusanillo por la música, te diré que desde que mi padre ponía música al volver a casa, todas las noches y nos aprendíamos canciones juntxs.

Ph.: Has producido el vídeo de la canción Pena como en trabajos anteriores. ¿Te gusta más producir o cantar?
O. V.:
Me gusta más cantar, pero también me produce más inseguridades. La producción me emociona porque te ofrece un sinfín de posibilidades, y te permite encontrarte, musicalmente hablando, encontrar tu sonido, componer de otras maneras, etc. Poder controlar cada detalle de tu música es un arma muy poderosa.

Ph.: Tu estilo es distinto a la comercialidad general. ¿Cómo le definirías?
O. V.:
No defino nunca mi estilo, sé que bebe de muchas fuentes, como casi todos los proyectos musicales a día de hoy. Todas mis fuentes de inspiración se convierten en parte de mi imaginario y eso lo plasmo en mi música. La comercialidad para mí esta basada en la amplitud del público que escucha tu música, hay proyectos muy experimentales que han encontrado audiencias enormes. En mi caso, me gustaría que mi música llegase a un público muy amplio, y eso significa ser comercial.

Ph.: Tienes una voz sensual que se mueve por el susurro y el desgarro. ¿En que estadio te sientes más cómoda?
O. V.:
Me siento más cómoda cuando saco la voz, pero no siempre me atrevo.

Ph.: También hay hipnotismo. ¿Tu origen sefardí ayuda?
O. V.:
A mi me hipnotiza el ver a alguien fluir haciendo su oficio, verlx absorbidx en su tarea. Una panadera haciendo bien el pan, una pintora pasar horas frente a un lienzo hasta que ve sus líneas tomar forma, un bailarín absorbido en su danza. Si mi música hipnotiza será porque refleja mi involucración en mi proyecto, me alegra que sea así.
Es cierto que hay algo de la cultura y tradiciones sefardíes que desprende un cierto misticismo, pero no descarto que también sea por que la imagen del pueblo judío oscila entre el dolor y la gloria, entre ser un pueblo perseguido o ser el pueblo elegido, y eso crea un aura de misterio alrededor de sus costumbres para los que no las conocen.


El sencillo 'Reina Mora' habla del amor con golpes de pop ágil
"Todas mis fuentes de inspiración se convierten en parte de mi imaginario y eso lo plasmo en mi música".

Ph.: ¿Cómo se logra el balance entre dolor y alegría?
O. V.:
Creo que el balance no se logra, se aprende a saber llevar ambos estados. Leí una vez que Björk decía que el artista tiene que hacer un trabajo constante de expansión y retracción del ego. Creo que la alegría y el dolor para un artista está vinculado al ego y aprender a vivir en ambos estados es algo que me parece interesante.

Ph.: En Reina Mora, escrita sobre poemas marroquíes, mezclas el francés y el castellano; Master&Margarita está cantada en inglés; Pena tiene inglés y castellano. ¿Que importancia ocupa el mestizaje cultural en tu propuesta?
O. V.:
Nunca lo he hecho de manera voluntaria, la fusión, el mestizaje cultural de mi propuesta son el resultado de un mestizaje interno previo.
Ph.: Master&Margarita se aproxima al sonido gitano y a la imagen de Emir Kusturica; Tánger cuenta con acercamientos al flamenco. ¿Tus canciones son un instrumento para reflejar diversidad?
H.:
Mis canciones solo intentan expresar mi mensaje de una manera más o menos directa. Es cierto que algunas culturas de las que bebe mi música son minorías que han sido y son racializadas. El hecho de dar visualización, por ejemplo, en Master&Margarita a mi familia (está rodado en casa de mi abuela, con mis primos, etc), visibiliza una cultura desconocida por muchxs, como puede ser la cultura sefardí.

Ph.: Master&Margarita, otra vez, está inspirada en la novela satírica El maestro y la Margarita, de Mijaíl Bulgákov, que sirvió de musa a Mick Jagger para componer Symphathy for the Devil. ¿Alguna conexión con el miembro de los Rolling Stones?
O. V.:
¡No! La verdad que la compuse porque viví un año en Seúl (Corea del Sur) y una amiga mía guitarrista que vivía en Jerusalén, vino a verme. Para llegar hasta Seúl, viajó a Moscú y ahí cogió el transiberiano hasta la costa de Siberia, y de ahí un barco hasta la costa de Corea del Sur. Iba leyéndose ese libro de camino, y me lo dejó cuando llegó a Corea. Me lo leí y me quedé maravillada. Compuse la canción acto seguido.


 



"Me apasiona la música y trabajo cada día para aportarle algo valioso a la cultura,
no por entrar en ningún circulo".

Ph.: El vídeo de la canción Pena se basa en la historia común de dos mujeres. ¿Entre ellas hay amor o amistad? Me ha recordado la película Bar Bahar, de Maysaloun Hamoud, porque respira libertad femenina.
O. V.:
No he visto la película, pero desde luego amor, ya que para mí en la amistad hay una dosis de amor similar a la que puede haber en una relación. Trata sobre todo de libertad e independencia.


'Tánger'

 



El flamenco y lo sefardí forman parte de un universo abierto a influencias enriquecedoras.


Ph.: España y Marruecos son hermanos musicales?
O. V.:
En España, al igual que en Marruecos, hay muchos paisajes musicales, Podría encontrar puntos de encuentro entre la música andalusí y el flamenco, al igual que podría encontrar semejanzas entre el rap que se hace en España y el que se hace en Marruecos. El mundo está tan conectado a día de hoy que es difícil que no se retroalimenten las músicas.

Ph.: ¿Cómo integras tu procedencia cultural en las letras de las canciones?
O. V.:
Hay cierta inspiración en la manera que formulo mis frases de letras flamencas, ya que amo el flamenco y casi toda la música en español que escucho está vinculada al flamenco. También hay veces, como en Reina Mora, en las que mi punto de partida es un poema marroquí de un poemario anónimo que compré con mi abuela en Marruecos, depende tanto de la canción..

Ph.: ¿Cómo definirías la melodía sefardí?
O. V.:
El cancionero sefardí es tan ecléctico que no se puede definir. Pero, por su carácter melismático, diría que mis cantes sefardíes favoritos son envolventes, sencillos, profundos, y sensual.


Ph.: ¿De qué forma y cuándo afecta el racismo en la música?
O. V.:
Me es imposible contestar a una pregunta tan amplia. La cultura negra, por ejemplo, ha tenido un impacto enorme en la cultura popular actual, todo el mundo que hace música urbana se apropia de alguna manera elementos culturales que se desarrollaron originalmente en un contexto de dolor y discriminación, sin tener que cargar con el peso de una historia tan terrible en su piel. Es muy difícil trazar la frontera hoy en día entre lo que es asimilación cultural y apropiación cultural. ¿La barrera es el respeto que le tengas a esa cultura? ¿Es el porcentaje de esa cultura que tengas en tu sangre? ¿Es el conocimiento que tengas al respecto? ¿Está en si te lucras o no con ello? La mayoría de cancioneros sefardíes han sido recopilados por gente que no venía de familias judías, y, sin embargo, el hecho de que los recopilasen, ha hecho muchísimo bien a que se preserven.


Ph.: Un músico de mundo viaja o deja que viajen por él?
O. V.:
Un músico que conoce su mundo interior puede transmitirte y hacerte viajar a otra galaxia sin haber salido de su pueblo nunca, y he visto muchísimos casos de ello. Yo creo que para entender lo que hay fuera de tu casa primero tienes que mirar hacia adentro.

Ph.: ¿En qué momentos de una entrevista te lo pasas mejor y cuáles te aburren más?
O. V.:
Me gusta cuando las preguntas me descolocan y me hacen esforzarme, me aburre que todas mis entrevistas empiecen con referencia a la influencia que han tenido mis tíos en mi música y por desvelar mi nombre de pila.


OroVega es más que un nombre y una manera de hacer música. Los sonidos mezclan mundos y sensaciones diversos que descubren una fusión sin identidad fija. Quizás la mejor manera de apreciar este sonido multicultural sea abrir la necesidad de fusionar sonoridad con palabras que buscan hacer vibrar lo cotidiano. La canción Pena es una apertura al disfrute que además de entretener no descuida el toque cultural.

Más información sobre OROVEGA.


La revista Photomusik en ningún momento se hace responsable sobre el contenido de las opiniones de sus entrevistados.
Texto: Photomusik.com - Fotografías: Alvaro Solas, Sandra Bensadon y Al-Blanco ©
 

 
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