BESSON,
SIMPLICIDAD E IMAGINACIÓN
"El niño que soñaba para jugar "
("ARTHUR Y LA VENGANZA DE MALTAZARD ")



Los ventanales abiertos incitan a buscar el abrigo abandonado en la estancia contigua; la Plaza de la Lealtad tirita estremecida y la Bolsa se vislumbra borrosa tras la cortina de lluvia:

"¡Y venía a Madrid a por el solecito y el buen tiempo!"

No hay decepción en el tono, sólo una pizca de añoranza y una inteligente adaptación.
Comenzamos, ansiosos, con una batería de preguntas. Las respuestas se deslizan, mansas, en oposición a los elementos del exterior.


Parece que este proyecto de la saga de Arthur llegó a sus manos con la intención de ser una serie de televisión, ¿cuáles fueron las razones que le empujaron a pasar del plano televisivo al cinematográfico?

No, no fue así de hecho el dibujante Patrice García, de origen español, con el que trabajé en el quinto elemento, durante tres años, vino a verme un día con un dibujo de Arthur y me dijo:
"Quiero hacer una pequeña serie para la tele de cuatro minutos".
"¿Porqué lo quieres hacer para la tele?. Con un personaje como ese merece la pena hacer una película larga".
"Yo no sé hacer películas", añadió.
"Y yo -le dije- yo no sé hacer para la tele".
De ahí nació la idea. Entonces, primero, escribimos el guión y, como se tarda mucho tiempo en hacer una película, unos cuatro años, mientras tanto, yo escribí la novela. Entre el guión y la película, escribí la novela y, como me gustó mucho, escribí cuatro partes. Sí, verdaderamente, el inicio fue el dibujo de Patrick García. Trás eso hay diez años de trabajo.

Me apresuro para clarificar una pequeña cuestión que me asalta. Entonces, ¿no fue una idea de Pierre Buffin del equipo BUF?

¡Uf!  ¡las mujeres! -señala con complicidad y picardía- No, no. Una vez que lanzamos el guión y hubo que asociarse para hacer el desarrollo en 3D fue cuando elegimos a BUF.

¿Qué es lo que le llevó a pasar al cine de animación?

El tema es que, primero, se tiene una historia y después uno se pregunta cómo hacer para contar esa historia. Hoy en día hay medios técnicos. Con el numérico y el 3D había medios técnicos para contar esta historia; se habría podido elegir otra técnica, con actores verdaderos, con orejas de plástico; construir decorados gigantes, setas y flores enormes... Así, se hubiera hecho hace veinte años. Hoy, tenemos herramientas técnicas que nos permiten hacer ciertas cosas que anteriormente no eran posibles. Cuando vemos en la tele las primeras películas de Batman, de los años sesenta, nos parecen absolutamente ridículas; se les ven los hilos. Ahora las herramientas nos permiten hacer las películas de Batman de Spiderman, de Arthur, de Avatar... con una tecnología increíble. Pero eso no es más que una parte de la historia. Si mañana hacemos una película sobre Romeo y Julieta de Shakespeare, entonces, lo que se necesitará será un buen actor, una buena actriz, un buen director, un diálogo maravilloso... pero el 3D no va a aportar gran cosa a Romeo y Julieta.

La acción se desarrolla en Estados Unidos, pero echa mano de una empresa de animación francesa.

Hay que pensar al revés para llegar al derecho. En principio hay una historia que contar: se la escribe con un papel y un bolígrafo. ¿Cómo hacer después? ¿Tenemos los medios técnicos? ¿los medios financieros? Yo vivo en Francia: ¿la puedo hacer en Francia? ¿no la puedo hacer en Francia? ¿Cuánto cuesta?: Hay que encontrar el dinero. ¿La puedo hacer sólo? No. Hay que buscar patrocinadores. Se entra en una mecánica de fabricación; pero eso es la segunda parte de la historia. Como cuando encuentro a una chica. Me gusta, estoy enamorado de ella: este es el primer acto. ¿Cómo hacer después? ¿Dónde vive, qué come; qué le gusta? ¡Ah! le gustan las flores; o no, no le gustan las flores. Después se la intenta seducir...
Cuando hice "El quinto elemento", la tecnología en Francia no estaba lo suficientemente desarrollada. ¿Me divierte ir a Estados Unidos durante siete meses para hacer los efectos? No. Si hubieran sido los indios los que tuvieran esta tecnología, hubiera pasado siete meses en India. A partir de ahí haces lo que puedes.
No tenemos los medios de los americanos pero, con el tiempo, BUF, Pierre Buffin, se ha convertido en una buena empresa francesa que ha hecho buenos efectos especiales para Matrix, Avatar y otras muchas. Es más práctico quedarse en Francia y hacer el trabajo en Francia; también en España hay muchas empresas españolas de 3D. En Inglaterra lo mismo. Ahora en Europa estamos muy bien situados. Es una buena noticia.
Por otra parte, en la película, y en relación a los padres, no son especialmente americanos, son un poco de todos lados; padres que trabajan mucho, que no se pueden ocupar de los hijos. Es más la historia que yo he vivido en los años sesenta con mis padres: no se ocupaban demasiado de mí. No, no era que no me quisieran, me adoraban, es que estaban demasiado preocupados por su trabajo y por su vida. Yo era hijo único. Tenía un perro que se llamaba Sócrates -éste se llama Alfred. Tenía muy buenas relaciones con mi abuelo y mi abuela y malas relaciones con mis padres. Había un desfase. En aquella época, íbamos a menudo al campo. No había portátiles, ni videojuegos. Cuando tú eres hijo único y quieres jugar, utilizas trozos de madera, piedras, coges tu perro... inventas un mundo fantástico. Si quieres, todo lo que hay alrededor del personaje de Arturo son más recuerdos, emociones personales, que cualquier relación con Estados Unidos o Francia. Si escogí el decorado de Connecticut de los años sesenta, es por qué había una necesidad. Al final de los años cincuenta, Francia era un pais devastado recuperándose de la guerra. Estábamos muy atrasados, sólo había granjas en ruinas, se usaba jabón en caja, no había lavadoras... éramos muy rurales. Eso no es muy divertido para filmar. No podrías contar esas historias sin hablar de la guerra. Los Estados Unidos nunca han sido destruidos; nunca ha habido un bombardeo: por eso me gustaba el hecho de hacerlo allí.
Como tenía necesidad de hacer creer que arriba hay un mundo de adultos y abajo el de los Minimoys, había que reforzar el que la superficie fuera más caricaturesca: ropa de flores, Cadillacs, paredes empapeladas... Tenía necesidad de este colorido para que los dos mundos, el de abajo, que es el 3D, fuera lo más verdadero posible y el de arriba, que es el real, apareciera lo más de animación posible.

¿Tiene intención de despertar alguna sensibilidad hacia las cuestiones ambientales? ¿Cómo quisiera que salieran los chavales de la sala de cine?


Sí. Creo que eso se ve. Es sobre todo porque los niños, a esa edad, son como esponjas. Hay que tener mucho cuidado de lo que se les dice por qué ellos se lo creen todo. Cuando alguien te dice: "ayer comí en la luna", te hará reír. Pero si yo digo a un niño: "ayer comí en la luna", me dirá: "¡Ah, que suerte tienes!". Sí, creo que hay que tener especial cuidado con los niños porque ellos no tienen la perspectiva que tiene un adulto. A un adulto se le puede decir cualquier cosa y él decidirá, él tendrá criterio; un niño no. He tratado de insistir sobre la aceptación del otro. Que seas grande o pequeño, ser humano o insecto, blanco o negro importa poco. Coexistir con los demás depende solamente de la cabeza y del corazón. Eso es importante decírselo a los niños. Porque un niño no es racista; se convierte en racista por influencia de los adultos, que le dicen: "no vayas a jugar con él", "cuidado con eso"... El niño se convierte en racista; son los adultos los que acaban condicionándolo.. Es importante nutrirlo -sobretodo cuando se trata de la cultura, de las películas, de la música- en esta aceptación de los demás, de la diferencia de los otros. Creo que esto es lo importante.
Y además, jugar con el niño. Un niño cuando tiene diez años sueña y piensa: cuando sea grande podré hacer un montón de cosas. La película le dice: "sabes, vas a ser diez veces más pequeño pero vas a hacerr cien veces más de cosas. A los diez años no se te permite conducir un coche pero, siendo más pequeño, puedes conducir una Mariquita o un mosquito... puedes conducir todo". Se juega con eso. Un niño tiene miedo de una araña, pero si le dices: "a una araña, si le das un caramelo, puede ser muy amable". Consiste en jugar continuamente con los contrarios. Para abrir la mente de los niños a aceptar todo.
Uno de mis hijos, en el colegio, va a una clase en donde hay nueve nacionalidades diferentes. La profesora, el primer día de clase, hizo una cosa maravillosa. Lo primero que les enseñó fue a saludar en los nueve idiomas. ¡Es estupendo! Porque los niños descubren enseguida la necesidad de saber cómo se vive en otros lugares. Cada tres meses hacen una comida en la que cada uno tiene que llevar comida de su país para que los demás prueben lo que los otros comen en sus países. ¡Es genial! Eso puede evitar todas las guerras, el racismo y todo lo demás, porque ellos ahora se conocen.

¿Cuáles han sido las fuentes en las que se ha inspirado para hacer esta animación? ¿Ha tenido contacto con alguno de los genios de animación? ¿Cree que todavía el cine de animación en los Oscars está devaluado en el sentido de que es muy difícil que una película de animación gane el óscar a la mejor película y que sólo cuando tengamos una película de animación como podía ser Up, este año, que es difícil que lo gane, entonces tendrán el mismo nivel de consideración?

No, la primera inspiración viene sobre todo de ti, de lo que tú te nutres: de las películas que ves, de la literatura, de la pintura, de tu experiencia personal de la vida, de tus amigos, de tus niños... todo eso es lo que te inspira. Tomar solamente como fuente de inspiración las películas de los otros, es peligroso; porque las películas de los otros son la digestión de otro. No creo que eso sea bueno. Puedo tomar algo, pero esa no debe ser la fuente esencial.
Lo demás no es muy importante (se ríe).Son medallas. Es estupendo. Si este año participo en una película que es nominada a los Oscars estaría muy contento pero eso no cambiaría la película y además a la gente hay que dejarla hacer, las películas que tienen ganas de ver, las que no tienen ganas de ver...

¿Pero no cree que se ven de manera distinta las películas de animación? Si es buena es buena.


Si claro. No creo que la animación en ella misma sea un problema. Cuando el espectador está ante una sala que le propone diez películas, él elige en función de su humor, en función de con quién está... Escoge la película. Hoy se pueden hacer incluso películas en blanco y negro que son muy bonitas. No veo el problema.
Durante mucho tiempo el cine de animación ha sido considerado como un género para niños pero, poco a poco, se abre y ahora se puede ver una película como Vals con Bashir, que es una película de animación para adultos, (Ari Folman), o la película de la iraní, Persépolis (Marjane Satrapi). Es un género aceptado totalmente hoy en día.
Es curioso porque Avatar, la mitad de Avatar, es un film de animación; todo está en 3D.

¿Le ha gustado Avatar?

Si, estuve en el rodaje.

Continuado con la pregunta anterior, parece que está usted muy sensibilizado con las cuestiones sociales, ecológicas, de naturaleza. Esta misma película es un ejemplo, o Atlantis, o le Grand bleu. Escuché una entrevista en la radio francesa RTL en la que usted decía que posiblemente se retiraría del cine, ¿dejaría la dirección para ocuparse de este tipo de cuestiones?, ¿es eso realmente cierto?, ¿se ha cansado del cine y quiere cambiar de actividad o es algo que se dice en una conversación, sin más?

Si, me interesa desde hace mucho tiempo; de hecho yo no me crié en una ciudad, me crié al borde del mar. Quizá de ahí me venga esa conexión tan cercana a la naturaleza. Pero la dirección... hubo un momento en el que... Bueno, yo empecé a los diecisiete años, entonces cuando se llega a los cuarenta... después de los veintisiete, de los treinta y siete... Estar más de veinte años dentro... Hay un momento en el que te cansas y la dirección es un oficio que no se puede hacer a medias. Entonces, ya no tenía ganas. Continuaba gustándome el cine. Me encanta escribir, producir, que es un oficio de holgazanes, pero no tenía ganas. Es muy duro, muy doloroso, mantener una película durante un año y medio, es muy pesado, entonces lo dije: ¡no quiero más! Eso no quiere decir que me haya jubilado. Si el deseo vuelve, vuelve. Si no vuelve nunca... pues no vuelve. No importa. No es muy grave. Aunque, sí, parece que vuelve.

Queda pensativo unos segundos, como en una reflexión interna y, en un ejercicio de practicidad, retoma la palabra con vigor:

Para volver a Arthur, del total de la serie, uno, dos, y tres -porque de hecho el dos y el tres los he rodado juntos- es muy importante avisar a la gente que la película es en dos partes "La venganza de Maltazard" y "La Guerra de los dos mundos" que saldrá en tres o cuatro meses; que es la misma película pero el conjunto de la trilogía son casi diez años de mi vida y estoy orgulloso de haber llegado al final; además la última entrega es la película más loca de los tres y estoy muy feliz del conjunto. Dentro de dos o tres años, cuando los niños o los adultos tengan el DVD con el pack completo, será divertido porque verán la evolución técnica de las tres y la evolución de la historia.
Es importante prevenir a la gente porque cuando saben que hay dos partes, al final de la venganza de Maltazar, hay menos frustración. Cuando no lo saben la película acaba y ellos creen que falta una bobina. Pero cuando saben que hay dos partes... Bueno hay un montón de películas que tienen varias partes: piratas del Caribe, Regreso al futuro, El señor de los anillos... Cuando uno está prevenido está bien; cuando no, se acaba frustrado.

¿Cómo ha sido rodar con Freddie Highmore, un actor que ya venía como una celebridad, que ya había rodado con Tim Burton "Charlie y la fábrica de chocolate"? ¿Cómo fue trabajar con él?

He tenido mucha suerte porque, tanto Natalie Portman como él son muy buenos actores; muy jóvenes y preparados y además son muy inteligentes. Son los primeros de su clase y además muy brillantes. Es muy fácil. Estan muy atentos, preguntan todo y además, con una película como Arthur, que es una película para niños, todo es alegre durante el rodaje, no es pretenciosa, se puede bromear. En aquel momento, Freddie tenía once años; era más como una colonia de vacaciones que un rodaje pero era muy serio y concentrado. Los dos podrían hacer otras cosas aparte de actores. Les gusta mucho interpretar pero, tanto Natalie como él, me dijeron que no entra en sus planes hacer esto toda la vida, que hay otras cosas aparte de esto. Es sorprendente, porque he trabajado con actores reconocidos, mayores y más consolidados -no diremos al nombre- que se encierran en su postura de estrellas y se empobrecen. De imagen son como unos monstruos sagrados, grandes actores, pero luego, en la realidad, su vida es muy pobre, muy pequeña. Es divertido ver gente joven, como Natalie o Frederic que son tan ricos desde muy jóvenes. Son personas estupendas los dos; bueno, Natalie, ya es una adulta muy guapa e inteligente y Frederic será igual; en unos años ya no será actor, será político o ingeniero.

En breve se estrenará en España "Desde París con amor", que es un guión suyo. ¿Cómo ha quedado la película con John Travolta como protagonista?

y me gustaría que nos dijera si terminado este proyecto de 10 años ya que está recuperando la ilusión por rodar que es lo que quiere hacer.

"Desde París con amor" me gusta mucho, aunque mi posición es difícil porque yo he escrito  el guión. Esta muy bien dirigido, muy bien interpretado... me gusta mucho la pareja, los dos. Pertenece a esta clase de películas que en francés se se llaman "cinoche", en las que uno se sienta en la sala con una bebida o unas palomitas o bombones o helado y pasa una hora y media de fantasía: no hay más pretensión que esa pero, sin embargo, yo creo que está muy bien hecho.
Hay otra que va a salir pronto, dentro de de 15 días, más o menos, en París "I Love You Phillip Morris" con Jim Carrey que no es del mismo género pero que es muy buena. Son Jim Carrey e Ewan McGregor que están enamorados los dos y es muy divertida.

¿La ha producido usted?

Si

¿Y como realizador?

Si he hecho una película este verano que se llama las "Las aventuras extraordinarias de Adele Blanc Sec".

¿Cuándo se podrá ver?

Hay un distribuidor español que compró ayer la película en Berlín.

Ha hecho también un pequeño trabajo para el Futuroscope de Arthur en 4D, ¿qué diferencia hay entre el 3D y el 4D?, ¿será el 4D para el futuro o es simplemente un experimento?

El 4D es un raid de cuatro minutos en el que se hace dar la vuelta al mundo en mariquita. La mariquita despega, se mueve y la pantalla es circular de 180°. Se usan gafas 3D. Entonces, es 3D más el movimiento de la mariquita. Y durante cuatro minutos uno se pasea en mariquita por el Paradise allee, el jardín, se evitan las ranas, las arañas y acabamos en la aldea de los Mínimoys. El raid de cuatro minutos es increíble. Cuando nos acercamos a las ranas se siente el agua y cuando se pasa por las arañas, la tela de toca el pelo. Hay experiencias táctiles y todo el mundo chilla durante los cuatro minutos.

¿Qué diferencia hay entre una película suya y una de Pixar? Porque yo creo que él quiere marcar la diferencia.

La misma diferencia que hay entre la gastronomía francesa y la americana.

¿Considera que sus películas son más refinadas las de Pixar?

Yo como más a menudo en hamburgueserías que en restaurantes de tres estrellas. Bueno, estamos bromeando. Porque en cocina hay una gran diferencia en cuanto a calidad y refinamiento. No es el caso entre las películas americanas y las películas francesas. Las películas americanas son número uno. Ellos son muy buenos, pero cada uno tiene su cultura. Ellos son número uno y son muy buenos, pero eso no impide que los españoles puedan hacer cine y muy buen cine. Y que los franceses puedan hacer también buenas películas. Una película es la representación cultural de lo que cada uno es. Se es frances, se es español se es europeo, se es americano. Cada uno tiene su especificidad. Cada uno cuenta sus historias de manera diferente.

El tiempo se acaba. Hace ya un buen rato que nos hacen señas para terminar.
Luc, acomodado en su sillón de época, continúa afable la charla:


Voy a contar una anécdota: iba una vez por Nueva York con un taxi y, en un cine de dos salas, había una película mía y una película de Almodóvar. Le dije al taxi que parará y fui a verificar cómo era la calidad de la copia. Compré una entrada y, al salir, me doy de bruces con Almodóvar y le digo: "Pedro, ¿qué haces aquí?", y él me dice: "he parado a verificar la calidad de la copia de mi película".
¡Había hecho exactamente lo mismo que yo! Es una característica muy europea.

¿Y era buena la calidad de la copia?

Sí, sí. Fue muy divertido encontrarnos los dos en el hall. Y, además, iba también en taxi y le hizo parar, igual que yo.


 
La revista Photomusik en ningún momento se hace responsable sobre el contenido de las opiniones de sus entrevistados.
Marísa Ojeda, en mesa redonda - www.photomusik.com©

 
Recomienda esta entrevista