ENTREVISTA A MARÍA VALVERDE
Protagonista de la película "Madrid, 1987".


Pregunta: ¿Cómo te implicaste en un proyecto así? ¿Qué fue lo que te atrajo de la película y de tu personaje en particular?
María Valverde: El guión me llegó a través del propio David.  Era un guión muy condensado, lleno de diálogos, de época y muy, muy especial.  Llena de curiosidad, no dudé en leérmelo. Desde el primer momento me atrapó.  Mientras viajaba a través de la conversación de estos personajes, iba deseando verla en pantalla. Sentí tantas emociones leyéndolo que quería hacer esa película, lo tenía claro.  Lo sentía en la tripa. Y mi tripa siempre lleva razón.
David me enamoró de "Madrid, 1987".  Y se convirtió en un gran reto al que me quería enfrentar. Me daba miedo, mucho miedo y eso me gustaba y me asustaba a la vez.  De hecho, unos días antes de empezar el rodaje estuve a punto de bajarme del barco. Me daba miedo exponerme tanto, pero mi gente me apoyó recordándome la ilusión que sentí al leer el guión.

P.: ¿Cómo encaraste un rodaje tan particular, donde la desnudez era absoluta tanto interior como exteriormente?
M. V.: Era un reto en todos los sentidos. Y David era la pieza más importante. Él lo tenía todo en su cabeza, pero lo importante era ponerse manos a la obra. Todo tiene sentido en la película. Los desnudos están justificados por la historia. Y estoy a favor de ellos cuando hay un porqué si es importante y razonable. Me daba vértigo, si. Eso no lo dudo.


P.: ¿Significaba eso problemas añadidos?
M. V.: No era fácil tener que estar desnuda mientras tenías que hablar y estar escuchando. Muchas veces no sabía donde meterme. Pero el equipo fue íntimo, cuidadoso, muy implicado y gracias al ambiente relajado y lleno de bromas en el set me sentí cómoda y me olvidaba de que estaba desnuda.


P.: ¿Tú naciste en Madrid en 1987, en qué medida la película retrata algo que desconocías? ¿Te ha enseñado cosas?
M. V.:
Un montón de cosas. Tengo la oportunidad en cada película o trabajo que hago de conocer cosas que desconocía.


P.: ¿Cuál crees que será la reacción de un público de tu generación?
M. V.: No sé cual será la reacción del público. Y menos el público de mi generación. Sólo deseo que la disfruten.

P.: ¿Cómo fue para ti trabajar junto a José Sacristán, un actor que roza las doscientas películas, que solo su experiencia en la profesión dobla en años tu edad?
M. V.: Fue maravilloso trabajar con él.  La primera vez que su voz sonó en el decorado, me quedé paralizada, era impresionante. Pese a su experiencia, es un gran ejemplo de la sencillez y eso me apasiona. Todo era fácil, todo era a favor. Me sentía muy cómoda y tuve la suerte de aprender todos los días a su lado. Un lujo.


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Texto: Zenith ©

 
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