ENTREVISTA A TONI BESTARD
Director de la película "Pullman".


Pregunta: Has rodado dos largometrajes de ficción que retratan espacios, en principio, cotidianos en los que a través del viaje que hacen los personajes, descubres sorpresas y secretos, en la línea de tu largometraje documental, ¿se puede decir que ese es el denominador común en tu filmografía?
Toni Bestard: Es difícil a veces saber porque te fijas en unas historias o en otras. Es posible que exista un nexo común en algunas de las películas que he hecho, incluidos los cortometrajes. El haberte criado en una isla hace que tengas el concepto de aislamiento muy interiorizado, y posiblemente siempre le he dado vueltas al concepto de viaje, pero como modo de escape y, a la vez, descubrimiento. Mi primera película trataba sobre un viajero y en esta los niños se convierten también en improvisados viajeros, ansiosos de descubrir un nuevo mundo que está tan cerca de ellos, pero a la vez tan lejos.

P.: La historia de `Pullman' nace de un cortometraje, `El viaje' rodado en el extrarradio de Madrid, ¿Qué te lleva a rodar el largometraje en tu tierra natal, Mallorca? ¿Crees que ambas historias son universales y que, aunque retratan un realidad concreta con iconos muy reconocibles, pueden entenderse en diferentes países por el tipo de universo de escasez y penuria que reflejan?
T. B.: Cuando hice el cortometraje, allá en el año 2002, vivía en Madrid, y por lo tanto intenté reflejar una realidad de aquella época. Muchos de los que empezábamos en ese momento, estábamos influenciados por las películas de nuevos realizadores, como "El bola" o "Barrio". Pero "Pullman" pertenece a otra época y a otro lugar. También son dos niños, pero muy diferentes a aquellos que protagonizaron el cortometraje. Y los quería contextualizar en un ambiente próximo y reconocible, cómo es el caso de la Mallorca turística y de aquellas familias de inmigrantes que llegaron aquí en busca de un futuro. Un futuro que, por otro lado, no ha sido tan maravilloso como se lo pintaron cuando decidieron emigrar a nuestro país. Y evidentemente la historia es universal, porque esto mismo ocurre en muchos lugares de nuestro mundo occidental.

P.: El salto a la madurez de los dos protagonistas en 24 horas les lleva a conocer la trastienda del paraíso en una localidad en la que, a corta distancia convive el lujo con la marginalidad, pero sin embargo, su dignidad se mantiene intacta. ¿Crees que los niños y los jóvenes que se sientan identificados con sus protagonistas se sentirán motivados para crecer a pesar de las circunstancias?
T. B.: Desde luego que sí, porque el mensaje final de la película es optimista. Y los niños tienen una capacidad de adaptación a cualquier situación. Como bien dices, su dignidad se mantiene intacta. Además, sus familias, a pesar de los trabajos precarios, hacen todo lo posible para criar a sus hijos dentro de la normalidad y proporcionarles una educación basada en el esfuerzo y el respeto. Aunque vivan en la trastienda, los niños siempre acaban encontrando su propio paraíso.

P.: Los productores de la película habéis decidido lanzarla en un momento en que las familias están demostrando grandes dosis de creatividad y, al mismo tiempo, un claro interés la cultura como un aliciente frente a la gravedad de lo que están viviendo. ¿Consideráis que la película puede abrir la mente a esas generaciones sobre el posible cambio positivo que se pueda generar en la sociedad propiciado por el cataclismo de la crisis sanitaria?
T. B.: Debemos pensar que de todo lo que está sucediendo tenemos que sacar algo positivo. Si no, estaremos acabados como sociedad. La situación actual es terrible, y mucha gente consigue desconectar, aunque sea un rato durante el día, a través de la cultura. Por eso decidimos que debíamos ofrecer nuestra pequeña película en este crucial momento de nuestras vidas. Además, teniendo en cuenta que el mensaje final de la película es esperanzador, quizás pueda ayudar a más de uno a afrontar mejor estos días tan complicados.

P.: Las RRSS estos días se han convertido en el altavoz de los ciudadanos confinados, ¿crees que la película por su temática puede generar un debate productivo justo cuando los niños y los jóvenes están demostrando activamente optimismo y resilencia contra obstáculos impensables que están sorteando con audacia?
T. B.:
Quizás llevados por la inconsciencia de su corta edad o por su afán de aventura, los niños de "Pullman" viven situaciones que nunca hubieran imaginado, y las sobrellevan con entereza y optimismo. Al igual que ellos, los jóvenes de hoy en día también están demostrando esta entereza frente a la adversidad, al igual que un alto grado de solidaridad. Si "Pullman" activa un debate productivo y constructivo sobre cuál es el papel de nuestra juventud, bienvenido sea.


La revista Photomusik no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores expuestas en esta sección
.
Texto: Suria Comunicación ©
 

 
Recomienda esta entrevista