curiosidades

La partitura original de la obra está integrada por casi 200 páginas, siendo considerada en la actualidad como uno de los
tesoros más preciados de la Biblioteca Nacional de Berlín. En esta biblioteca también se encuentran obras originales de Bach, Mozart y Mendelssohn Bartholdy.
La partitura original escrita entre 1822 y 1824 se encuentra, casi completa, en la mencionada biblioteca. Sólo dos páginas del segundo movimiento están en la casa en la que nació el compositor, en la ciudad de Bonn, y tres folios del final en la Biblioteca Nacional de París.
El manuscrito original está repleto de tachaduras y enmiendas por lo que resulta difícil de leer. Un grupo de especialistas se han dedicado a trabajar el original, realizando una copia fiel del original.
El estreno de la obra se realizó 7 de mayo de 1824 en el Kärntnerhortheater de Viena después de sólo dos ensayos. Beethoven estuvo siempre al lado del director de la orquesta marcando el pulso de la obra. Se dice que al terminar el concierto, el compositor pensó que los músicos habían dejado de tocar por algún motivo, se dio la vuelta y vio a toda la sala de pié aplaudiendo.
Después de la muerte del compositor en 1827, la partitura original quedó en manos de su biógrafo, Anton Schindler, y en 1846,
primero sólo en partes, pasó a posesión de la Biblioteca Real de Berlín.

En 1901 la editorial Artaria entregó el resto de la partitura a la Biblioteca, el original volvió a estar completo. Para protegerlo de las turbulencias de la guerra, la Biblioteca Nacional de Prusia dividió la partitura en tres partes y la ocultó en 1941 en diversos puntos de
la ciudad de Berlín, para reducir el riesgo en caso de pérdida.

En 1927, bajo la República de Weimar, en la celebración del primer centenario de la muerte de Beethoven, se interpretó la "Novena Sinfonía" para resaltar la paz recobrada en Europa y la posibilidad de una fraternidad política que supondría la Sociedad de Naciones.

Durante la inauguración del primer festival de Bayreuth, en 1933, después del ascenso de Hitler a la Cancillería, sonó la "Novena" dirigida por Richard Strauss en una afirmación de patriotismo germano.

En 1938, Goebbels impuso la costumbre de que la Filarmónica, dirigida por Wilhelm Furtwängler, la interpretase cada 20 de abril, cumpleaños de Hitler. Furtwängler se opuso a lo nazis.

Fue hasta 1967, después de enconadas disputas, cuando las partes de la obra vuelven a quedar en manos de la Fundación del Patrimonio Prusiano, en Berlín Occidental. El mismo año el gobierno polaco entregó a la desaparecida RDA la parte faltante.

Se escucha en Olimpiadas, en actos oficiales, como por ejemplo en el de la Reunificación Alemana, y en muchos otros eventos.
Cuando se conmemora un suceso importante es común escuchar la Novena de Beethoven.
A petición del Consejo de Europa, Heribert Ritter von Karajan (Salzburgo, 5 de abril de 1908 - Salzburgo, 16 de julio de 1989) escribió
tres arreglos instrumentales para piano solo, viento y orquesta sinfónica de la Oda a la Alegría de Beethoven, adoptada luego como himno europeo.

El 12 de enero del 2003, esta sinfonía se convierte en Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Su inscripción en el Patrimonio tuvo lugar en una ceremonia oficial en Berlín acompañada por un concierto en el que la Filarmónica de las Naciones, dirigida por Justus Frantz, interpretó la Novena Sinfonía.
La sonda espacial Voyager lanzada hacia el espacio contiene, además de discursos de los presidentes de la época en la que fue lanzada y diversas anotaciones sobre la raza humana, un disco con la Novena Sinfonía de Beethoven.

Los CDs fueron diseñados para tener una capacidad de 74 minutos de música porque esa es la duración de la Novena.

CURIOSIDADES SOBRE LA NOVENA
La partitura original de la obra está integrada por casi 200 páginas, siendo considerada en la actualidad como uno de los tesoros más preciados de la Biblioteca Nacional de Berlín. En esta biblioteca también se encuentran obras originales de Bach, Mozart y Mendelssohn Bartholdy. La partitura original escrita entre 1822 y 1824 se encuentra, casi completa, en la mencionada biblioteca. Sólo dos páginas del segundo movimiento están en la casa en la que nació el compositor, en la ciudad de Bonn, y tres folios del final en la Biblioteca Nacional de París. El manuscrito original está repleto de tachaduras y enmiendas por lo que resulta difícil de leer. Un grupo de especialistas se han dedicado a trabajar el original, realizando una copia fiel del original. El estreno de la obra se realizó 7 de mayo de 1824 en el Kärntnerhortheater de Viena después de sólo dos ensayos. Beethoven estuvo siempre al lado del director de la orquesta marcando el pulso de la obra. Se dice que al terminar el concierto, el compositor pensó que los músicos habían dejado de tocar por algún motivo, se dio la vuelta y vio a toda la sala de pié aplaudiendo. Después de la muerte del compositor en 1827, la partitura original quedó en manos de su biógrafo, Anton Schindler, y en 1846, primero sólo en partes, pasó a posesión de la Biblioteca Real de Berlín. En 1901 la editorial Artaria entregó el resto de la partitura a la Biblioteca, el original volvió a estar completo. Para protegerlo de las turbulencias de la guerra, la Biblioteca Nacional de Prusia dividió la partitura en tres partes y la ocultó en 1941 en diversos puntos de la ciudad de Berlín, para reducir el riesgo en caso de pérdida. En 1927, bajo la República de Weimar, en la celebración del primer centenario de la muerte de Beethoven, se interpretó la "Novena Sinfonía" para resaltar la paz recobrada en Europa y la posibilidad de una fraternidad política que supondría la Sociedad de Naciones. Durante la inauguración del primer festival de Bayreuth, en 1933, después del ascenso de Hitler a la Cancillería, sonó la "Novena" dirigida por Richard Strauss en una afirmación de patriotismo germano. En 1938, Goebbels impuso la costumbre de que la Filarmónica, dirigida por Wilhelm Furtwängler, la interpretase cada 20 de abril, cumpleaños de Hitler. Furtwängler se opuso a lo nazis. Fue hasta 1967, después de enconadas disputas, cuando las partes de la obra vuelven a quedar en manos de la Fundación del Patrimonio Prusiano, en Berlín Occidental. El mismo año el gobierno polaco entregó a la desaparecida RDA la parte faltante. Se escucha en Olimpiadas, en actos oficiales, como por ejemplo en el de la Reunificación Alemana, y en muchos otros eventos. Cuando se conmemora un suceso importante es común escuchar la Novena de Beethoven. A petición del Consejo de Europa, Heribert Ritter von Karajan (Salzburgo, 5 de abril de 1908 - Salzburgo, 16 de julio de 1989) escribió tres arreglos instrumentales para piano solo, viento y orquesta sinfónica de la Oda a la Alegría de Beethoven, adoptada luego como himno europeo. El 12 de enero del 2003, esta sinfonía se convierte en Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Su inscripción en el Patrimonio tuvo lugar en una ceremonia oficial en Berlín acompañada por un concierto en el que la Filarmónica de las Naciones, dirigida por Justus Frantz, interpretó la Novena Sinfonía. La sonda espacial Voyager lanzada hacia el espacio contiene, además de discursos de los presidentes de la época en la que fue lanzada y diversas anotaciones sobre la raza humana, un disco con la Novena Sinfonía de Beethoven. Los CDs fueron diseñados para tener una capacidad de 74 minutos de música porque esa es la duración de la Novena.