La banda navarra publica su nuevo sencillo, una oda a Lewis Carroll que preludia su esperado segundo álbum. Se trata de una combinación de pop acústico y atmósferas electrónicas, con diálogos en español e inglés.

Estamos ante una Elena cada vez más inspirada, convertida en compositora, arreglista y productora de canciones indie rock y pop. Este nuevo sencillo invita a disfrutar y a estar atentos a aquellos escasos instantes de felicidad. Hay guiños a las pequeñas ciudades del país como Salamanca, lugar natal de la artista. Indie rock de cariz americano a lo Boygenius.

Su cuarto sencillo forma parte de su primer álbum. Según PAblo: "Stalingrado, la ciudad extinta. Una canción cargada de psicodelia y de 'groove'. La música disco y las texturas oníricas cargan esta canción de significado estético, ritmo y energía. Todo arrancó a partir del bajo, a una sola cuerda".

El sencillo bailable y sugerente tiene un mensaje de resistencia y rebelión. La canción es poderosa e invita a la reflexión quien se haya sentido oprimido o marginado. Es un llamado a la acción para que todos defendamos lo que creemos y luchemos por un mundo más justo y equitativo.

El tercer sencillo de su próximo trabajo viene acompañado de una colaboración de la artista pamplonesa Andrea Santiago. La canción habla de esa calle donde anhelan todo lo que pasó y parece que lo construido se va a caer. El vídeo muestra a Ángel y Andrea, sentados conversando, mientras ven pasar el tiempo, como en la calle Tierra Roja, 3.

La canción está concebida para el directo gracias al mensaje de su letra y su estribillo pegadizo que invitan a vivir el momento y disfrutar de las cosas pequeñas que nos regala la vida. Para el vídeo han vuelto a confiar en Miguel Ángel Espino, rodándolo a la orilla del Guadiana incluyendo un playback.

El vídeo ha sido dirigido por Leila Rodríguez y producido por Plaza by Little Spain.

El sonido de este trabajo lleva a un terreno más urbano, al de los sonidos digitales y procesados, con el autotune como nuevo ingrediente para dar paso a las voces limpias y sin filtros de Iciar y Quique. Lo real, la compasión, la piel y los matices son el Nuevo Orden Mundial de Valancea.

Esta canción bebe de varios estilos. Por un lado, hay una reminiscencia del reggae británico pero también encontramos sonidos influídos por el folclore latinoamericano. Vientos, guitarras eléctricas y banjo tejen la canción en consonancia con una base de bajo y batería que construyen la banda sonora para un día que llueve y hace sol.

Canción bailable con un vídeo que homenajea a los cómics.