Una de las características que hace especial a la música
es su capacidad de crear mundos en nuestra imaginación. Antes de
realizar esta entrevista tuvimos la oportunidad de escuchar a Huascar
Barradas en directo y la experiencia se convirtió en un torrente
de sensaciones intensas que suscitaron el interés por un músico
apenas conocido a gran escala fuera de su país, Venezuela. Sus
palabras revelan gran parte de las ideas que su música quiere transmitir.
Es un diamante en bruto repleto de sensualidad.
Photomusik: Tu nombre,
Huascar, significa en quechua "Hombre Guerrero", ¿qué
hay de guerrero y qué de poeta en tu música?.
Huascar: Es un nombre
Inca, no un nombre venezolano. A mis padres les gustaban los nombres no
venezolanos, que tengan un significado. Por ejemplo, mi hermano se llama
Tonatiuk, que es el Dios del Sol de los aztecas. Es que él
está en medio del calendario Azteca y a mi me pusieron Huascar,
que era el penúltimo rey Inca, el hermano mayor de Atahualpa,
también llamado "el desventurado", que reinaba cuando
Pizarro llegó para conquistar en medio de la guerra civil que tuvieron
los dos hermamos. Atahualpa fue el que traicionó a Huascar.
Ph: Y tú, ¿qué tal guerrero eres?.
H: Yo creo que soy bastante guerrero. Creo que para tener algún
tipo de éxito en la carrera que estoy, por lo menos, hay que tener
un gran deseo de superación
y de lucha. Ninguna carrera es fácil, yo creo que la carrera no
lo es todo, sino el individuo. El mundo de la música clásica
me ha hecho ser muy disciplinado estudiando. Para tocar en público
las cosas que hacemos, evidentemente tiene que haber una preparación.
Ph: Entonces, ese espíritu guerrero siempre hay que entenderlo
en el sentido de lucha, de superación, ¿no?.
H: Sí, es así, pero también es un rasgo de
la personalidad, yo era así de niño. Siempre he sido muy
inquieto, un niño al qie regañaban mucho en el colegio y
que no seguía algunos patrones normales de los demás. Si
comparo lo que ha sido mi vida con la gente que se graduó conmigo,
puedo ser como un marciano. En Venezuela, no todo el mundo pensaba que
iba a ser músico, si era un músico, era un autista. En quinto
de bachillerato reunieron a todos los niños y les preguntaron para
qué habían estudiado: unos dijeron, médico, otros,
abogado y cuando llegó mi turno, respondí: "yo voy
a ser músico" (había conseguido una beca para estudiar
en Estados Unidos) y la directora me expulsó del salón.
Diez años después, esta misma persona fue a verme a tocar
a Estados Unidos y reconoció que su actitud conmigo fue bastante
equivocada. Esta es una anécdota que cuento para afirmarme en mi
idea de que todo parte del destino de cada persona. Todos tenemos algo
escrito que nos puso un dios supremo y lyego cada uno decide qué
camino exactamente va a tomar.
Después de charlar con Huascar Barradas
llegas a la conclusión de que su música es una llamarada
de pasión y ternura.
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Ph: Parece que las personas
encargadas de dirigirnos cuando somos más jóvenes no contemplan
ciertas preferencias...
H: Sí, el punto es siempre el mismo. Si tú haces
las cosas con pasión y tú luchas por algo, yo pienso que
habría trabajo igual para todo el mundo. Una cosa muy importante
es no dejar de soñar.
Ph: Afortunadamente, tu profesión tiene que ver mucho con
los sueños, con la fantasía...
H: Sí. No es divertido estar encerrado en un cuarto estudiando
como yo lo hago ahora. Si saco la cuenta de cuántas horas he
pasado estudiando en mi cuarto, sobre todo más joven cuando estaba
en Nueva York, me defino como un ciudadano académico y
no puedo negar que una parte muy importante de míi es la música
académica, tengo un grado de licenciatura en Estados Unidos,
la mejor beca que ofrece el gobierno alemán me la dieron en el
89 para irme a estudiar a Alemania, ahí hice el postgrado de
flauta. La música clásica me ha dado la disciplina, el
perfeccionismo, las ganas de hacer las cosas bien. Trato de mezclar:
cuando estoy en la música clásica trato de pensar un poco
en la música popular para quitar la tensión del perfeccionismo,
cuando toco la música popular trato de tocar perfecto como si
fuera música clásica.
Ph: Escuchando algunos temas de "Candela"
se adivina una fusión entre tres estilos con personalidad propia:
el flamenco, el jazz y la música electrónica. ¿Cómo
se consigue conjugar estos tres estilos sin encasillarse en un tipo
de música monocorde?.
H: Yo lo describo como una computadora. Un disco duro va acumulando
información, y en mi caso hace años me aferré al
flamenco, llegando a escuchar esta música hasta diez horas porque
estaba fascinado. Toco todas las semanas música clásica,
la música venezolana desde niño, ahí comencé
a tocar salsa, vuelvo a Estados Unidos: Nueva York , el jazz, Broadway
que me encanta, me parece una novela visual... Todo eso se va acumulando
y cuando comienzo a componer, me vienen ideas de una manera natural,
es como si toda la inforamción acumulada de ese disco duro saliera
al apretar un botón. Es algo natural. El año pasado compuse
unaobra de cuarenta minutos con los cantos de las ballenas, hice cinco
conciertos en Colombia que vieron ocho millones de personas y ahora,
con los años, intento expandirme un poco más. Me gustría
que no me vieran como un flautista, me gustaría que me vieran
como un músico, un artista.
Ph: Hablando de esto, Zucchero Fornaciari en una ocasión afirmó
algo similar a que "el músico que no ha pasado por Estados
Unidos no tiene éxito". ¿Qué piensas de esto?.
H: No estoy de acuerdo. Sí es importante, pero hay muchos
músicos que no han pasado por allí. Yo creo que tienes
que pasar por Estados Unidos para consagrarte.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos pasó
a ser la primera potencia mundial, un poquito los dueños de la
tierra, si no mira lo que está pasando en Irak, como manejan
todo esto. Es muy importante entrar en el mercado de Estados Unidos
por la cantidad de gente que hay ahí, sin embargo yo creo que
dentro del mercado europeo hay una serie de mercados importantes. Es
el segundo mercado más importante con el asiático, concretamente
Japón. Una de mis aspiraciones es entrar también más
en Estados Unidos. Los músicos y los artistas no solamente tenemos
que tocar bien porque seamos muy buenos, a lo mejor en la esquina, detrás
de nosotros, hay un pintor maravilloso.
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"No todo el mundo tiene que ser
artista, es muy importante ser albañil también".
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Ph: Has hablado de Irak. También nos gusta conocer el lado
humano del artista, no sólo el musical, y al vuelo de que tu
nombre significa guerrero, ¿qué te parece lo que
está sucediendo ahora en ese país?.
H: Yo pienso que es el resultado de muchos años de falta
de comunicación. No son los pueblos quien están causando
esto, son los líderes de los pueblos. Entonces, cuando te pones
a ver que diez personas tienen este planeta hecho una mierda y el resto
dependemos de ellos... a veces me pregunto por qué dejamos que
tan poca gente decida así por nosotros, somos muy pasivos. Creo
que están tomando demasiadas decisiones por nosotros. Luego,
Venezuela y Colombia son unos países, históricamente colonizados
por los españoles, de negros, indios y colonos y siempre hay
una rivalidad creada porque los políticos, como Chávez,
dicen una cosa, el otro le contesta y a la gente normal ni le importa.
Mi posición es que debemos preocuparnos en global por una tierra
más sana, incrementando los valores que son verdaderamente importantes,
como los espirituales, a pesar de que el mundo se mueva por el dinero.
Pero si lo valores éticos, humanos, fueran más importantes,
yo creo que todo sería más fácil.
Ph: La música facturada en Sudamérica
muchas veces ha tenido un aire de revolucionaria, de música protesta
(Quilapayun, Atahualpa Yupanqui...) ¿Tiene algo de contestataria
tu música?.
H: Claro. En Colombia montamos un proyecto cuya recaudación
se destinó para los niños desplazados de la guerra de
Colombia, y tú como músico puedes aportar tu grano de
arena de alguna manera, no se si directamente como Sting... Yo no puedo
hablar con la flauta, tengo que tocar los corazones de otra manera.
En mi caso concreto, con la voz puedo aportar poco, pero sí estoy
abierto a todo cuando me invitan a proyectos, a colaborar con grabaciones:
desde tocar rock a tocar hip hop, lo que sea. Sólo me interesa
que tenga un grado de calidad, no me interesa hacer cosas superficiales.
Sí creo que los artistas tienen un deber social, de hecho, gente
como Rubén Blades nos abrieron el camino de la música.
Ph: Aprovechando ese lenguaje tan bonito que es el
quechua, ¿no has pensado ampliar tu abanico musical metiendo
un poco de texto en tus canciones?.
H: Sí, yo toco mucho las flautas guajiras, precolombinas.
En Calle 54 toqué la zaguagua: un instrumento tradicional
guajiro. Me fui a Maracaibo a estudiarlo tres días con un señor
guajiro y me enseñó toda la historia, la mitología...
Mi función sería transmitir estos instrumentos al público
español. Mi labor es mostrar esos tambores, esas flautas, para
que la gente no se olvide de dónde venimos, que hay una raíces
que no se pueden borrar.
Las composiciones
de este artista venezolano se caracterizan por su sentido diversificador:
han mamado de estilos tan dispares como son el flamenco y la música
electrónica. Todo un reto para la creación musical.
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Ph: Comenzaste a tocar la flauta a los nueve años. ¿Ya
entonces te planteaste lo que querías hacer? ¿Cómo
surgió elegir la flauta como elemento principal?.
H: Fue un poco por la película de Walt Disney "Fantasy",
tiene un disco bellísimo y hay una parte en la que se escucha
el sonido de la flauta en la "Danza China", de Tchaikovsky.
Eso me gustó mucho. Además, soy una persona que no toco
tanto otros instrumentos, solamente se tocar en serio, y creo que entiendo
bastante bien, la flauta... piano, un poco, lo básico. Esto es
un handicap, pero también es muy bueno porque, por otro lado,
me he concentrado tanto que puedo dominar la flauta, técnicamente
puedo hacer todo lo que se puede hacer. No pienso más que en
la flauta, es una parte de mi cuerpo.
Ph: Al decir que es un elemento de tu cuerpo, ¿se puede afirmar
que la flauta significa para Huascar lo que la guitarra para Paco de
Lucía?.
H: Sí, lo es. Pero hay algo muy importante: su padre le ponía
a estudiar muchas horas. En su niñez, le hubiera gustado jugar
más, hacer otras cosas... era otra época, claro. En mi
caso, tuve una niñez en la que uno de mis juegos favoritos era
la flauta. Esa es la diferencia.
Ph: ¿En tu familia había alguien relacionado con la
música?.
H: No, mi madre es abogado y mi padre periodista. Mi clave es
que yo todavía me divierto. A mí, lo que me fastidia del
mundo de la música es lo que está alrededor: Aspectos
técnicos, que hay que llegar rápido a una entrevista y
luego el periodista te tiene esperando una hora, esperar en el aeropuerto...
Ph: Y todo lo relativo a la comercialización, al mundo de
los intereses, ¿qué te parece?.
H: Es un mal necesario, hay que pasar, el mercado es muy importante.
Es como llegué aquí. Mi manager de Venezuela siempre pensó
que esto era muy interesante. El mostró el disco a Lola Records
y aquí estoy. Si no existen esos intermediarios que creen
en lo que uno hace...
Ph: Tu música desvela una personalidad inquieta. ¿Cómo
es una sesión normal de grabación en el estudio desde
que entras hasta que te vas de él?.
H: Yo soy de esas personas a las que les gusta tener control en
todo, por lo tanto me gusta mandar en todo. Creo que siempre tiene que
haber un jefe, sobre todo cuando hay tanto talento como en el disco
"Candela", que cuenta con tantas estrellas. Lógicamente,
para mí no es fácil decirle a Simón Díaz
(una persona muy importante en Venezuela) de qué forma debería
cantar la tonada que él inventó, porque, como yo le hice
el arreglo, si la canta como él canta, no va a cuadrar nunca.
Pero mucha gente que actúa en ese disco me respeta. Sí
que puedo ser muy mandón, una vez más debido a la música
clásica. Soy muy perfeccionista, muy cuidadoso, aparte, los cinco
años en Alemania (Franckfurt) me marcaron mucho. Al venir a Venezuela,
era un extranjero en mi país, pasé trece años fuera
de él. En la música, me gusta que las cosas salgan bien.
No me importa que después de la sesión de grabación
te emborraches, salgas, no duermas, lo que te de la gana, a mí
me interesa que cuando estamos haciendo música, nos dediquemos
a eso.
Ph: ¿Cómo se formó esa fusión
existente entre "Candela" y Huascar?.
H: Creo que el reconocimiento que tenía a nivel musical me
facilitó el camino para acceder a ciertas personas que no me
conocían o había tocado con ellas. Todo el mundo se empezó
a involucrar cada vez más.
Ph: ¿La agrupación Huascar Barradas y Maracaibo se
formó exclusivamente para este disco?.
H: No. Ya teníamos cuatro discos anteriores a "Candela".
Creo que con la música comercial dependemos de los medios de
comunicación, una discográfica prepara a una chica, que
quizás no cante muy bien, la construye,es el tipo de artistas
que pasan dos años y después no vuelves a saber nada de
ella. No me veo dentro de diez años tocando menos, me veo tocando
más o menos como ahora, más porque no lo hago por algo
pasajero.
Ph: "Candela" se editó por primera vez en 2001.
¿Por qué una nueva edición tres años después
en España, y no antes?.
H: Aún no existía el contacto. De alguna manera, este
disco tiene que ver con este país porque cuenta con varias canciones
dedicadas a él: "Tonada de Luna Llena", "Rumba
en Madrid"... Sabía que algún día vendría
a España, y han tenido que transcurrir dos años hasta
que esto sucediera, que lástima. Claro que si hubiera venido
hace dos años, quizás no hubiera pasado nada, pero ahora
estoy tocando en los mejores clubs (Calle 54, Café Central...)
Ya estoy trabajando en el disco nuevo, tengo tres canciones compuestas.
Si no volviera nunca más a España me sentiría muy
feliz por haber estado una vez. "Candela" es un disco extremadamente
vanguardista en Japón.
Ph: ¿Cuáles son los iconos musicales
de Huascar?.
H: Comienzo por Bach, Beethoven, Mozart, Brams, Stravinski es
genial, Prokofiev, Debussy, Wagner. Me gusta el jazz, Miles Davis, Charlie
Parker, Julius Monk, Coltraine, flamenco, blues, Alejandro Sanz, me
gusta el pop... Admiro mucho a Sting, su constancia. Me gusta un artista
que no sea pasajero. No me gusta Operación Triunfo.
Ph: Has interpretado incluso temas de los Beatles.
¿Te gusta más interpretar o componer?.
H: Yo creo que soy más intérprete, mi proceso como
compositor está viniendo ahora cada vez más. He tocado
música de los Beatles porque escucho de todo. En Venezuela hay
un grupo de hip hop que se llama Vagos y Maleantes, hacen un
rap fuerte, y aporté alguna idea para su canción. También
grabé con un grupo de rock venezolano, Témpano,
grupos de pop... No todo el mundo tiene que ser artista, es muy importante
ser albañil también.
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Pasión, lucha, trabajo, constancia
y sensibilidad: cuatro constantes en la obra de Huascar Barradas.
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Ph: Salvando las distancias en lo que a estilos musicales
se refiere, ¿eres el Jethro Tull sudamericano?.
H: (Sonrisas)... No. La respuesta sería: me gustaría
que alguna vez fuera comparado con alguien así. Estás
hablando del más grande. Estoy trabajando por eso, pero hay una
gran distancia.
Ph: De los trece temas del disco, ¿cuál
es tu canción favorita?.
H: Una de ellas es "Canción sin nombre". Otra,
"Tonada de Luna Llena" porque se puede decir que en esa canción
se rompieron varios esquemas: la armonía es bastante original
en muchas partes, es una música muy simple, el ritmo tocado como
si fuera cualquier flamenco puro, el cante jondo y hacer cantar a Simón
Díaz en ese ritmo hace de la canción un tema muy particular
para los españoles, la métrica... La canción comienza
con un viento, también hay alegría, grabé seis
canales haciendo un viento con la flauta para que realmente se distinguiera
esa sensación de viento. Compuse la canción imaginándome
que si volviera el Camarón estaría en el llano venezolano,
con una hamaca, la luna llena... hablaríamos. Todas las canciones
tienen una pequeña historia. Claro que una radio comercial no
va a programar una canción que dura siete minutos... Trato de
crear sensaciones con la música.
Ph: Rostropóvich dijo en Barcelona, a su paso
por el Forum 2004: "Dios nos ha dado un solo idioma, la música,
para la que no hace falta traductores, pero no hemos sido capaces de
usarla para unificar el mundo". ¿Crees que algún
día conseguiremos esa unidad a través de ella? ¿Crees
que puede ser ese lenguaje común?.
H: Ya ha sido. De hecho, "Imagine" vuelve sentimental
a las personas, si escuchas el último trozo de la Novena Sinfonía
de Beethoven... La música es un excelente medio para lograr esa
unión, ahora falta ver si esos diez políticos mundiales
están de acuerdo con nosotros. A los políticos, sobre
todo en Latinoamérica, les interesa que la gente sea bruta, es
mejor que sean tontos. Mientras que haya más tontos, más
les pueden dominar, es la verdad. No sé si allá (Latinoamérica)
lo hacen de una forma premeditada, pero hay que tener tres dedos de
frente para darse cuenta. Los músicos en el mundo somos como
una hermandad. ¿Por qué están pasando las cosas
que pasan?, ¿por qué Bin Laden no se puede sentar con
Bush para hablar...?, eso es lo que nos tenemos que preguntar. ¿Algún
día esta gente no se va a aburrir de la guerra?.
Nos despedimos de Huascar Barradas con la sensación de haber
conocido, además de a un artista,a un amigo. La fragilidad de
su expresividad se contrapone con la fuerza de su música. Todavía
queda mucho que decir de él.
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