Será que nunca lo tuvimos
será que el Sol se quedó frío
por nuestra puerta nunca entró
el alivio, será qué nunca lo tuvimos
El barquero de los sueños
quiso ser generoso
pero saltamos más allá, mucho antes de llegar
a la ciudad dormida
Y despertamos en la Antártida de un sueño hermoso
que no quisimos olvidar, que ya hemos olvidado,
Y despertamos en el final de un largo adiós, se volcó la sal, entramos en razón.
En el final de una canción, con el corazón oxidado sonó.
Nos volvimos a encontrar en la Plaza de las Flores
habían llegado ya cuatro vidas a peinar nuestros corazones.
Y en el aire se quedó una arruga que el tiempo no supo alisar
y así se detuvo,
mirándonos sin juicio como mira el desamparo siempre
al abandono.
Y despertamos en la Antártida de un sueño hermoso
que no quisimos olvidar, que ya hemos olvidado,
Y despertamos en el final de un largo adiós, se volcó la sal, entramos en razón.
En el final de una canción con el corazón oxidado sonó.
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