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MAPA SOCIOLÓGICO DE LA MUJER ESPAÑOLA
Película "Con la pata quebrada"
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha Técnica |
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La catalogación de una sociedad en ismos es un atrasado. Los condicionantes políticos y sociales han contribuido, en estos últimos setenta años, a fomentar en España un modelo femenino basado en la abnegación y el sacrificio por la familia. La mujer ha sido condenada a existir bajo la sombra del hombre. De corazón sumiso y alma débil, ya se sabe: la mujer con la pata quebrada y en casa. Diego Galán hace un retrato acertado, a través de 180 películas, de la mujer como protagonista en una etapa que ha marcado la historia española. Los ejemplos, cronológicamente montados, nos ayudan a reflexionar sobre su impacto en nuestra sociedad.
Este proyecto del crítico y director cinematográfico es una revisión sobre cómo la gran pantalla ha mostrado a la figura femenina; sus imágenes definen épocas y personas. Nos ayudan acomprender mejor el avance conseguido en esta materia y a discernir el camino que nos queda para alcanzar una equiparación solidaria. Los cambios experimentados muestran la metamorfosis de las formas a la hora de interpretar personas, moral e intenciones.
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La vida social de la mujer ha permanecido en un segundo plano, ensombrecida por el peso de lo masculino. La eficacia entrecomillada del hombre tenía la responsabilidad de llevar el sueldo a casa, sacar una familia adelante, proteger a la mujer del desamparo social en una jaula de oro llamada hogar.
El cine la ha presentado como alma cándida y batalladora indomable. Las películas que se recuerdan en “Con la pata quebrada” visualizan una evolución acorde con los tiempos, adscrita a la historia política española. La mujer liberal de la Segunda República choca con la mutilación sufrida tras la Guerra Civil Española. Además del desastre humano que trajo esta contienda, el apagón social en materia de derechos sobre la mujer fue despiadado. La figura masculina salió reforzada gracias a la moral impuesta por el franquismo. El rol femenino se encontró en la obligación de ser amante del proteccionismo varonil. La política del Régimen construyó una férrea disciplina marital donde las mujeres desempeñaban una función sagrada: parir; y otra más terrenal: guardar su hogar con amor. La sumisión se hermanaba con su entrega a la causa familiar. |
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El cine posterior a 1939 se ha henchido de mujeres heróicas, algunas basadas en figuras históricas (Agustina de Aragón, Isabel la Católica), destinadas a ensalzar la empresa nacional. En este repaso a su trayectoria icónica, encontramos a la folclórica, la esposa santa y honesta; la puta, la madre sacrificada, la monja; las chicas de la cruz roja (banderín social), la desesperada buscando novio, la independiente; modistilla, secretaria, y, sobre todo, al pilar sin el que el hombre no puede vivir.
El franquismo basó su eficacia en la procreación. Sin hacer juicios de valor, “Con la pata quebrada” lo deja muy claro, actuando como vehículo ilustrativo del pensamiento político imperante: desde Azaña a la Democracia, sostenida por una monárquica preparada por Franco. Algo se ha avanzado desde el uso de la mujer como arma de planificación familiar, ganando batallas como el divorcio, existente en 1932, o la posibilidad de abortar en Cataluña sin tener que esconderse en el extranjero. Ha llovido desde que Pilar Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, fundadora de la Sección Femenina defendiera el ideal de mujer: “Hay que ser femeninas y no feministas”.
El espectador se siente partícipe de la historia española gracias a aquellas cintas que han retratado un pedazo significativo de su sociedad. |
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El cine franquista ha santificado a la mujer bajo intereses ideológicos. La muerte del dictador trajo aperturismo a la gran pantalla; el destape surgió como fenómeno revolucionario. La industria vendía el cuerpo femenino con más picardía que inteligencia, enterrando las épocas de Perpiñán. El hambre de desnudos femeninos causó un empacho de testosterona acumulada, después de tantos años a régimen.
Nace el macho español en la época del bikini y los Rodríguez. La mujer sigue presentándose como mobiliario de cocina, deseosa de atrapar a un novio para tener la vida solucionada. En los 60 surje la mujer presa del baby boom, negada a quedarse para vestir santos. ¡Que no se te pase el arroz, Catalina! Más adelante, encontrar novio ya no era primordial; se impuso la libertad sexual: “nosotras parimos, nosotras decidimos”.
La figura de la mujer ha estado marcada por el deseo masculino en busca de ese amor que necesitaba. La vicaría se encargó de certificar ese amor.
La mujer de la República se ríe, trabaja fuera de casa, conoce la independencia. La mujer del franquismo era seria, recatada, hogareña, celosa de una intimidad familiar, defensora de su marido: el hogar se convirtió en su patria. |
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El carácter documental sobrepasa al interés comercial de una película que no debería faltar en ninguna filmoteca.
Esta crónica gráfica resulta divertida e interesante, poseedora de un montaje brillante y ameno; una interpretación personal del papel femenino en la sociedad española visto a través del cine. Es la historia española reciente, protagonizada por la mujer dentro de un documento con alta carga didáctica. |
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