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SÓLO QUIERO LO QUE ES MÍO
Película "Parker"
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha técnica |
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Banda sonora |
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Jason Statham va de legal, sin apartarse del lado oscuro que le acompaña en muchos de sus papeles (la serie de “Transporter”, "Blitz", "Safe"). Se pasea por la pantalla como un anti héroe que busca justicia, en esta ocasión amparado por “Flashfire”, la novela de Donald E. Westlake. El de Parker es un papel que al actor nacido en Derbyshire le sienta como traje a la medida: calculador y sin dejar cabos sueltos. Así es Parker, el reciente álter ego de Statham dentro de una película que sirve para pasar el rato entre acción y thriller cuyo seguimiento no resula dificultoso: más bien, se deja llevar. Lo repetiremos hasta la saciedad: Parker no es un héroe ni alguien a quien le guste ser protagonista de su vida, prefiriendo refugiarse en el silencio de quien hace un trabajo bien pensado y se conforma con el botín inicial. No es amante de las sorpresas ni le atrae salirse del plan trazado; tampoco perdona con facilidad. El único perdón que conoce es no tener que pronunciar esa palabra.
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El ladrón que protagoniza libro y película no roba más de lo necesario; tranquiliza a sus víctimas contándoles su buena conducta: posee un código ético personal basado en la sencillez del plan bien trazado y es enemigo del fallo, por minúsculo que resulte. Con Parker es mejor errar en algo grande que meter la pata en los detalles más pequeños; entre otras cosas porque uno de esos errores te puede costar un disgusto que lamentarás para el resto de tu vida. No es el tipo que leva escrito en su cara la frase “si me la juegas, me la pagas”, se limita a un lacónico “no la líes y todo irá bein para todos: para ti el primero”. Esta frase encierra un doble sentido: a parte del tranquilizador, se ve otro que puede actuar como germen del nerviosismo en mentes poco curtidas dentro del mundo delictivo. Robar es un delito, Parker roba pero no a quien no tiene y nunca se obsesiona con un pastel mayor que el que deseaba probar. Un tipo sui géneris. |
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Su modus operandi es ejemplo del método y la eficacia. El hombre está lleno de avaricia y no hay nada peor que encontrarse con unos colegas avariciosos. “Parker” está envuelta por un halo de gansterismo y cine negro que desembocan en la violencia física obligada. El personaje que encarna Jason Statham es un un tipo duro y honesto dentro de su bondad atracadora: el ejemplo de pistolero moderno (sin yegua ni cartuchera). Alguien que se disfraza de tejano rico para ocultar su antigua identidad y construirse un nueva apariencia, a modo de tapadera, e ir cómodamente a la caza de sus traidores. |
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Parker sabe jugar las cartas sin mezclar la baraja del placer con la de los negocios, su intimidad resulta inaccesible. En este camino se topa con Leslie Rodgers, que encarna Jennifer López; figura que reblandece la película sin llegar a estropearla. Es un complemento con gancho publicitario. Es la personificación de la frase quien ríe el último, ríe mejor. La figura del estafado clama justicia por lo que es suyo desde el comienzo frente a unos ganadores ficticios. La acción resula intensa, con movimiento, junto a la sangre ejerciendo su función ilustrativa. Estamos ante una película que se resuelve con comodidad a pesar de caer en un final esperado, de giro emotivo. Vemos al ladrón razonable de pistola ecuánime. |
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