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¿PARA QUÉ TANTO CORRER?
Película "After Earth"
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha técnica |
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Lo cansino de “After Earth” hace difícil comenzar una crítica constructiva sobre esta película anodina. Como señas identificativas, basta la sinopsis oficial como testimonio escrito. Es una cinta para el consumo barato, teñido de sofisticación; de esas que ayudan a conciliar el sueño tras un insomnio agotador. El producto de M. Night Shyamalan es una basura tridimensional, innecesaria, ideada como juego entre padre e hijo (sus protagonistas) para deleite nadie sabe de quién. A Jaden Smith, quien hacía sus pinitos como carnaza destinada al mercado videográfico casero en “The Karate Kid”, no se le puede reprochar nada porque nada se esperaba de él; acaso la sorpresa de una juventud que siempre promete. Nada ha evolucionado en su carrera; borrón y cuenta nueva. Se impone la acción muda sobre el diálogo entre un padre más cyborg que humano y un hijo perdido, aspiante a madelman junior.
Will Smith se ha traído a su hijo en la vida real para convertirlo en vástago de ficción mientras lo trata como cadete pardillo. Esta intención de comerse el texto bajo una intriga aburrida fastidia lo que pisa.
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Los bostezos comienzan con una ampulosidad futurista que asegura cierta acción; se pierde con el desarrollo del metraje. El deseo de un chaval por crecer antes de tiempo dentro de una sociedad militarizada y competitiva no pasa del futurismo sentimentaloide. De habitante estelar se convierte en torpe vagabundo selvático. Uno de los pocos planos salvables, la carrera inicial en una playa se entorno desértico y anaranjado recuerda, con vaguedad, a la frescura de los atletas que abrían la oscarizada “Carros de Fuego”.
El tono apocalíptico del destino humano se repite para acostumbrarnos a lo que nos epera. En lo visual, “After Earth” se conduce por un recorrido turístico de belleza ecologista y solitaria; el resto, se pierde en su virtualidad. Ni relación ni acción entre los personajes que se ven superados por el entorno. El planeta Tierra ha aprendido a regenerarse gracias a la inexistencia de la mano humana. El futuro del hombre se explota como recurso entontecido por la estupidez argumental. Mejor, ignorarla. |
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