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CINE Y ESPECTÁCULOS
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LO IRREAL DE UN MUNDO INTERNO SIN AMOR
Película La herida


J. G.
(Madrid, España)

La herida
  Ficha Técnica Video Premios
Cuando un enfermedad se convierte en patología social, su peso machaca una realidad que se torna pesadilla. El sufrimiento constante acompaña a la caída por el precipicio de lo insostenible. El malestar psíquico grita un socorro nada mudo a través de los daños fisicos. La gran sorpresa en el reciente Festival de Cine Internacional de San Sebastián relata con punzante exactitud el proceso de autodestrucción que atraviesa una persona aislada dentro de un mundo fabricado. La cámara se mueve a su gusto en un ambiente claustrofóbico, buscando a la protagonista (Marián Álvarez-Ana) para sacar lo mejor de su interpretación agreste. Encontramos a un personaje que va cerrando candados dentro de un laberinto cada vez más personal. Se mueve como una anguila asustada entre quienes la rodean mientras el director crea dramatismo con el plano secuencia sobre una historia cruda, inestable, como sustento de una agonía lenta.
 
Marián Álvarez es Ana  
En la soledad de Ana
La rabia y el desamparo se sienten cercanos. Ana sucumbe a un trastorno de la personalidad contra el que no sabe cómo luchar. Sigue los pasos de una anulación progresiva que alimenta con la soledad de sus fantasías. Desconoce su mal mientras focaliza las energías en la existencia de una inestabilidad incapaz de afrontar. La herida abierta se pasea como funambulista por la fina cuerda del daño físico provocado, convertido en desgaste sin final.
Ana es impotencia, rabia, frustración y cobardía; necesidad de ser amada para aceptarse a sí misma y asumir la realidad que le toca vivir. Su madre, quien mejor podría ayudarla, deambula como un fantasma. Es un personaje indolente que entiende a una hija como elemento de compañía ante su soledad. Un secundario de lujo más herido que la protagonista; posee una llaga consciente que va agrandándose en el alma de una mujer supuestamente cabal y sana; Ana no es consciente de su enfermedad, sí de sus mentiras.
Ana abstraída  
Ana abrazada a su madre (Rosana Pastor)
Encuentra en el trabajo una vía de escape para volcar en los demás la carestía de amor. La venda que le impide ver más allá de su ficción se llama fracaso sentimental: algo que ella no admite para refugiarse en una esperanza negra.
El cine de La herida destaca por la sencillez de su construcción visual y la cruda sensatez de su imágenes. Sin la necesidad de grandes recursos, se teje una historia dramática en un escenario de violencia emocional.
El silencio utilizado como banda sonora potencia la frialdad del ambiente.
Lo  vacío de las fiestas  
Abatimiento y dolor

El valor polisémico del título da lugar a una cúmulo de puntos de vista: herida física, moral o sentimental capaz de generar combinaciones interpretativas en la mente del espectador.
Ana es una superviviente diaria y una sombra de su pasado; es lucha hasta enfrentarse a un final abierto en el que cabe la esperanza. Si quiere agarrarse a este cabo no le queda más remedio que aceptar su enfermedad, comenzando a olvidar un pasado dañino que acelera la posibilidad de su final a través de la autodestrucción. El primer paso para solucionar este problema es reconocer su existencia.

J. G.


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