Entrada a nuestra tienda
To our shop

flecha
Home

 
 
PHOTO

USIK

 

Buscador interno

Loading
pto

.MENÚ
.ZONA GRÁFICA

puntoConcierto 1
puntoConcierto 2
puntoConcierto 3
puntoConcierto 4
puntoRecuerdo 1
puntoRecuerdo 2
puntoBiografías
puntoPasaron
puntoReportajes
linea puntos
ZONA AL DÍA

puntoAgenda
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosNoticias
linea puntosNovedades
linea puntos
.ZONA DE OPINIÓN
puntoPágina del Musinternauta
puntoEntrevistas
puntoFrases musicales
puntoCine y espectáculos
linea puntos
.ZONA DE CLÁSICA
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosBiografías
linea puntos
.ZONA DE CONTACTO
puntoForo
puntoDe interés social
puntoEnlaces
puntoNewsletter
puntoTIENDA
linea puntos
.ZONA DE OCIO
linea puntosGraffitilandia
linea puntosAnecdotario
linea puntosChistes musicales
linea puntosLetras de canciones
linea puntosJuegos
linea puntosMúsica y salud
linea puntosRADIO
linea puntos
.ZONA DE DESCARGAS
puntoSalvapantallas
puntoProgramas
puntoTonos musicales

pto

 

 
 


 


MUSINTERNAUTA

TU OPINION TIENE UN SENTIDO
Histórico

 


VEO, VEO... UN CIRCO
(Teresa Rabal.
Presentación del "Nuevo Circo de Teresa Rabal".
Junto Glorieta Cuatro Caminos.
02 de diciembre de 2010)

J. G.
(Madrid, España)

Teresa Rabal

Teresa Rabal ha mamado el mundo del espectáculo desde el entorno familiar. Tener como progenitores a los actores Francisco Rabal y Asunción Balaguer hizo que descubriera de forma rápida la magia de la farándula. Hablar de ella supone lanzar un guiño cómplice a Luis Buñuel (1900-1983); la introdujo en el mundo del celuloide concediéndole un papel en “Viridiana” con nueve años de edad.

Su casamiento con la carpa se extrae del cine. Veinte años después de abandonarse a Buñuel, “Loca por el circo” (1982) define las bases de su faceta como cantante dedicada a los pequeños de la casa.

Su nombre vuelve a ser popular gracias a la Navidad.
Asoma un nuevo proyecto entre malabarismos y acrobacias; deja a un lado Buffalo Bill o los grandes osos de Siberia para centrarse en sus canciones amaestradas, sin remezclar, cantadas con la ayuda de su público. Se rodea de sonrisas, entona, comunica, y música, ¡mucha música!. Juega en un mundo donde el público es el motor, un público fiel y difícil: el infantil.

La música de la tía Teresa, en referencia a su disco “Vuelve la tía Teresa” (2004), se mantiene con el tiempo. La popularidad de sus canciones infantiles ha generado una audiencia definida, lo que los publicistas llaman target sectorial, y otra escondida bajo las recuerdos que generan estos temas, desempolvando la losa del tiempo. Ejemplos como “Veo, veo” o “Me pongo de pie” son sinónimo de infancia, de años menos disciplinados, de meriendas frente a la tele, de vivir un presente chupi más que soñar con un futuro mejor; acariciar el instante cuando la noción temporal disfruta del momento en su máxima proporción. Niños.

Quienes no somos tan rapaces, convertidos en sujetos responsables de la infancia emergente, observamos, desde un silencio vigilante, a personitas que monopolizan su recreo entre consolas y fantasías 3D. El circo aparta durante unas horas la conciencia SMS del ocio para dejar paso a la sinceridad de una sonrisa expresiva. Las canciones que se escuchan en el circo de Teresa Rabal hacen que los niños participen de ellas.

El recuerdo de “El abecedario”, “De oca a oca”, “La canción de los sonidos” o “El tobo tobo” se ha convertido en un sonajero generacional. El purismo infantil de su música se rinde a la comercialidad de un mercado que anda en evolución constante; por ahí corre una versión Mix del tema “Veo veo” y otra batucada de “El tren”.

Este circo es su christma particular, compuesto por payasos regordetes, acróbatas fibrosos, malabaristas del hula hoop y magos poco estudiados (personajes nada frikis). Se cuela entre la gente, busca la palabra del niño, su protagonismo individual y colectivo. Su trabajo construye una diversión pedagógica.

Los años pasan, la sonrisa de Teresa Rabal no ha variado -algo más de maquillaje obvio-, tampoco su música. La novedad no es piedra angular del espectáculo, se tiene que plegar ante la espontaneidad de su público.

Ha conseguido introducir en el inconsciente colectivo personajes de fácil identificación (Napoleón, Los Osos Angelosos, El Perro Salchicha, La Tortuga Tomasa) dentro de unas canciones de estribillo fácil y diseño infantil que siguen enganchando a pequeños y grandes.

 

 

J. G.

La revista Photomusik no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores expuestas en esta sección.
Texto: www.photomusik.com ©
 
<< 2009      < anterior          siguiente >       2011 >>

© Copyright Photomusik.com