El disparo eléctrico surgió desde el primer acorde del trío madrileño. Una noche especial para ellos ha llegado, después de dos años escribiendo canciones, mandarse audios en confinamiento y formar una banda. Este concierto es resultado de un esfuerzo dedicado al rock explícito de guitarra. Su energía no dejó sitio para otro estilo musical menos batallador. Sus señas de identidad visitan los años setenta y ochenta del siglo pasado. El solo eléctrico y la línea de bajo fueron bombarderos. El bajista Francis García (ex-Poncho K) se contorsionó inquieto mientras la voz y guitarra principal de Juan Sánchez (ex-guitarrista de Dinero), se agarraron a la fuerza de letras ladradoras. Sus miradas, conjuntadas y sonrientes, buscaban el rugido del público para animar. Le Flam dejó claro lo especial del momento con la entrega puesta en cada tema, sonidos duros y penetrantes. Las canciones se desgranaron entre intensidad leonina. Le Flam es una ametralladora con sello propio y calidad suficiente para sorprender por su entrega sobre el escenario. Las deficiencias técnicas que opacaron la voz de Juan no impidieron que empapara la atención del público, atento a su cadencia y mensaje. Hoy fue la puesta de largo para un grupo metálico, lleno de buenas vibraciones. Su compás atronador se mantuvo en el sitio controlando la caja de cambios con destreza.
Le Flam se plantó en otro planeta con Stratosfera gracias a una sintonía concebida para entusiasmar con su estallido sonoro. Son intratables. La importancia de la guitarra arrasó y marcó la pauta a una música llena de adrenalina. No todo fue un riff de rock and roll cabeceado sino que hubo momentos para ponerse en la piel de los olvidados, como dice la letra de En un instante. Las notas se descolgaron con aire de blues para animarse con intensidad perforadora. Fueron un cohete de despegue lento que se lanzó a la búsqueda de la velocidad de la luz. Gonzalo Ramos a la batería (ex-The Rebels) se encontraba en otro mundo, ensimismado con ecos dominados por una percusión que variaba entre el azote de las baquetas contra los platillos y golpes de dureza seca sobre el bombo.
Esta noche, el repertorio de Ahora, su primer disco, incorporó un homenaje al cantautor español José Luis Perales como cuarto miembro de la banda. Entre los regalos inesperados se encontró su primer sencillo Sin red, presentado en diciembre de 2020. Se revisó un puntazo que, presentado bajo el mismo formato casi un año después, puso la vida Del revés, aunando solidez instrumental y contundencia en la letra. Este trío peleón nos enseñó que escribir una canción es sinónimo de sentirse tan solo como En el desierto. Le Flam es diversión en directo. El rock autóctono dirigió un concierto guitarrero hasta la médula (¿o debería decirse hasta el mástil?).