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EL ROCK ES SUDOR
(Los Magnetics + The Oxys. Presentación del disco Generation Irrelevant. Programación de Invesfest. Sala Gruta 77. 18-enero-2024)

J. G.
(Madrid, España)

Phil Davis, vocalista de The Oxys
   

Poniendo atención a los sonidos del gallinero, se escuchan voces que ayudan a comprender el espíritu de un concierto. Este fue el caso de la actuación de Los Magnetics, en donde la implicación del público se notó desde su comienzo. Pocos pero bien avenidos sería una de las frases identificativas de la noche. El grupo dirigido por Khris saltó al escenario con la premura del telonero dispuesto a dejarse la piel entre canciones de rock contundente. El vocalista llevó el peso de una presencia marcada por su energía. La rabia desplegada delante del micrófono le dio un aire punk contenido en las formas. Su grupo funcionó gracias a guitarras rasgadas y una batería atómica. El quintero roquero lanzó el alto voltaje de su energía. Las canciones sonaron incombustibles, marcadas por guitarras aceleradas y el afecto de Khris. Este chaval con la cara pintada hizo sentirnos a todos rostros pálidos que enmudecimos ante su vitalidad. Entre canción y canción, interactuó con el público, calmando los ánimos de voces que rayaban lo obsceno. Su carga alcohólica alababa -se supone- ser hijo de su madre. No hubiera estado mal que algún segurata de incógnito se hubiese camuflado entre el público para calmar el fuego verborreico de este espectador. Por lo demás, Los Magnetics se centraron en el poder de una música que calmó a una audiencia entregada con títulos angloparlantes como Pussybilites, Survivor, Monkey´s Town, Keep Burning, Don´t Beat Me, Detox Money, Psycho-Killer-Girl, Story Of My Life, Mr. Moss o Wild Hunt. Si se mezcla un poco de lexatin con alcohol surge Lexatin And Whisky, una melodía poderosa. Fueron cerrando con una versión acelerada del sprinstiniano Dancin' in the Dark para acabar con Guiris On Fire. La presentación de su disco más reciente, Failed Survival Plan, ayudado por temas de su disco debut homónimo, dejó una ambientación vivificante. Los Magnetics son otro ejemplo de que por la vena musical madrileña fluye sangre limpia y joven dispuesta a mantener su espíritu joven.

Los cinco de Austin se colocaron sobre las tablas con rapidez, haciendo del cambio instrumental un visto y no visto de acorde al ritmo que luego desplegaron. La resaca futbolera que esta noche marcaba las horas se combatió a cañonazos. The Oxys fueron punk-rock potente, una ametralladora de munición que recuerda a la empleada por los Ramones. La complicidad orquestada por Phil Davis convirtió en fiesta la presentación de su último trabajo, Generation Irrelevant. La explosión rebelde dibujó rock and roll sudoroso, marcado por el dinamismo de un vocalista gamberro. Gruta 77 se transformó en un pub británico donde las birras corrían sin límite de velocidad. El quinteto norteamericano nos devolvió a la esencia del punk más sucio. Sonaron divertidos mientras recordaban a las bandas inglesas de los años setenta del siglo pasado.

La provocación de Phil Davies contrastó con una actuación insulsa de su guitarrista, Genocide, lo cual no significa que no se comportara ante las seis cuerdas. Si el primero fue un espectáculo, Jason 'Ginchy' Kottwitz, la otra guitarra del grupo y exmiembro de los Dead Boys, se movió con influencias del glam. Las baquetas de Chris Alaniz golpeando eran una bomba de precisión, efectiva y continuada. The Oxys cruzan el charco por primera vez para confirmar sobre las tablas del viejo continente la eficiencia de un sonido alado. Su estilo no hizo gala de virtuosismo, por eso es mejor dejar que la actuación de esta noche sea una contribución en bucle que sonó a bombardeo incesante.

 

J. G.

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