Entrada a nuestra tienda
To our shop

flecha
Home

 
 
PHOTO

USIK

 

Buscador interno

Loading
pto

.MENÚ
.ZONA GRÁFICA

puntoConcierto 1
puntoConcierto 2
puntoConcierto 3
puntoConcierto 4
puntoRecuerdo 1
puntoRecuerdo 2
puntoBiografías
puntoPasaron
puntoReportajes
linea puntos
ZONA AL DÍA

puntoAgenda
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosNoticias
linea puntosNovedades
linea puntos
.ZONA DE OPINIÓN
puntoPágina del Musinternauta
puntoEntrevistas
puntoFrases musicales
puntoCine y espectáculos
linea puntos
.ZONA DE CLÁSICA
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosBiografías
linea puntos
.ZONA DE CONTACTO
puntoForo
puntoDe interés social
puntoEnlaces
puntoNewsletter
puntoTIENDA
linea puntos
.ZONA DE OCIO
linea puntosGraffitilandia
linea puntosAnecdotario
linea puntosChistes musicales
linea puntosLetras de canciones
linea puntosJuegos
linea puntosMúsica y salud
linea puntosRADIO
linea puntos
.ZONA DE DESCARGAS
puntoSalvapantallas
puntoProgramas
puntoTonos musicales

pto

 

 
 


 


LAS VOCES DEL SILENCIO

PALABRAS SOLIDARIAS
Histórico

 

LAPSUS LINGUAE
A Esperanza Aguire se le traba la lengua
frente a Manuela Carmena

JGS

¿El fallo lingüístico intencionado de Esperanza Aguirre?

Los debates ofrecidos durante las actuales elecciones municipales de Madrid están calentando el ambiente político. Estos parches momentáneos, sometidos a la exposición electoral, van desvelando la existencia de dos políticas en España: una, basada en el pucherazo corrupto y la que desea integrar al ciudadano en los órganos decisorios de nuestra sociedad. Es el enfrentamiento entre la crítica y la autocomplacencia.
La aparición de Esperanza Aguirre ayer en Telemadrid personificó, con todos los respetos, el retrato de la ponzoña victimista y, al mismo tiempo, injustificable. El peso de su intervención fue soportado por la artillería que tan bien maneja, buscando el voto indeciso a través del argumento aparatoso y nada dialogado.

El choque entre la aspirante del PP a la Alcaldía y la candidata de Ahora Madrid, Manuela Carmena se esperaba con ansiada expectación. Arropada por el carmín del populismo electoralista, la representante del Partido Popular justificó las corruptelas políticas como un mal endémico de la Democracia, incapaz de desaparecer. Afirmó con rotundidad que siempre habrá corruptos, cayendo en un lapsus linguae que ni supo ni se atrevió a rectificar. “La corrupción no existe. Existen los corruptos.” La contundencia de estas palabras fue una respuesta rápida a las preguntas de Manuela Carmena, un jeroglífico irresoluto que Esperanza dejó en el aire enviciado de sus argumentos. Según ella, la corrupción no existe en el Ayuntamiento de Madrid, es otro invento bolivariano. Se alejó del tema como quien huye de la peste. Siempre habrá indeseables que se dejen corromper pero las prácticas corruptas no existen en el partido que milita. Ahondando en el significado de sus palabras, el corrupto tiene apellidos y CIF pero la corrupción siempre será un mal al que se le puede despedir en diferido si es necesario. ¿Que fue primero: la corrupción o el corrupto; la serpiente o la manzana, Esperanza Aguirre o el orgullo de la sin razón?
La corrupción que niega Esperanza Aguirre no existe porque es una entelequia kafkiana, el alumno precoz de la ingeniería política, malvada y destructiva: lo que el ciudadano traduce como sinvergonzonería.

Los corruptores no tiene porque ser hombres de negro, más oscuros y peligrosos son sus cómplices políticos. La frase de Esperanza Aguirre los encubre con un sofisma de intelectualismo enfrentado. Es tan profunda como simplista porque encierra una lectura peligrosa de la corrupción; un ejercicio de franqueza que ha despejado muchas dudas indecisas. Si la corrupción no es producto de un partido sino del sistema, el partido gobernante será el culpable de que exista y el encargado de eliminarla. Otra cosa es que no quiera exterminar ese nido de víboras: quizás porque su aniquilación supondría la muerte de su especie.

Analizando la frase que ha generado la intranquilidad de esta reflexión, se deduce que el delito no es objeto de ilegalidad mientras que el delincuente, sí.
¿Será que el PP mide su corrupción interna con más ligereza que cuando se refiere a la corrupción existente en otros partidos políticos? ¿La corrupción existente en el PP es sinónimo de travesura mientras que la corrupción externa (Griñán), de escándalo?
Manuela Carmena no quiso entrar al trapo en las redes de la representante popular porque no estaba ante un debate personalista, tampoco le interesó el juego de la seducción descalificativa propuesto por la aspirante del PP.

El corrupto está para ensuciar la Democracia y dejarse seducir, es una mezcla de víctima y beneficiario. La corrupción política es un nicho emergente de empresas vivero que nacen al calor del interés partidista. En una ciudad tan limpia como lo es Madrid, la corrupción del PP supone una mancha inapreciable; huidiza.

Esperanza Aguirre, en un debate al que dedicó escasas palabras sobre la corrupción en Madrid, la definió como el producto del sistema de gobierno y no del actual partido gobernante. El tema de la corrupción apareció en sus frases como un mercenario intocable, amparado por el poder que lo incentiva.
La palabra corrupción (y sus derivados) forman parte del lenguaje popular y de la rutina política.
Ni Esperanza Aguirre, ni ningún dirigente salpicado por ella, pueden negar su existencia, puesto que, de hacerlo, se estarían delatando como verdaderos mentecatos.

Madrid es una ciudad muy aseada. La corrupción no existe gracias al tamayazo, Gürtel, Bárcenas, Rato, Blesa, Bankia. Esperanza Aguirre negó la existencia de corrupción en Madrid, certificando con sus palabras la figura del corrupto.
Afirmar que “la corrupción no existe. Existen los corruptos” es como explicar que la Guerra Civil Española fue un ejercicio de liberación nacional en vez de un golpe de Estado en toda regla.

 


JGS

La revista Photomusik no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores expuestas en esta sección.
<< 2014        < anterior          siguiente >       2016 >>  

© Copyright Photomusik.com