|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
LA HERMOSA FRIALDAD DEL DESENCANTO FEMENINO
Película "Thérèse D."
J. G.
(Madrid,
España)
|
|
|
|
Ficha Técnica |
Video |
Entrevista a Claude Miller |
|
|
|
|
|
Entrevista a Audrey Tautou |
Entrevista a Gilles Lellouche |
|
|
|
La fuerza con que el silencio grita se vuelve opresiva cuando su evidencia no derrama lágrimas. El último legado de Claude Miller, antes de morir el 4 de abril de 2012, clama angustia y dolor con una indiferencia que se impone a la belleza de sus imágenes. Igual que un fresco de época, el mundo de Thérèse se pinta con colores superpuestos: imagen del sentimiento castrado. El mural costumbrista de una Francia aburguesada choca con la tormenta interna de esa mujer que rompe los esquemas clásicos de la inteligencia femenina subestimada. Audrey Tautou, nuestra amada Amélie, se mete en las fauces de un personaje inquieto y frío; incomprendido, rebelde y fiel a unas ideas que bucean más allá de la duda vital. No encaja dentro del inmovilismo clasista que antepone hombría y sumisión a cordura e independencia. Se integra en este mural refulgente con la suavidad del viento que acaricia su piel blanca y se revuelve con la brutalidad del fuego quemando su paisaje. Es rojo intenso y blanco nupcial; infancia y madurez; muerte y florecimiento.
|
|
 |
|
|
La continuidad que Miller impone a su última película demuestra el dominio de la narración plana inquietante. Una meseta llena de riscos y cantos rodados que hacen más duro el paseo por sus caminos. Los campos respiran, cercados por árboles que impiden ver el horizonte a cualquiera que intente atravesarlo, encerrados por la valla del poder latifundista.
El desconcierto que ronda el alma de Thérèsse se impone en las formas de una mujer decepcionada con su destino. Las ansias de libertad se esconden entre el delicadeza de las imágenes; actúan como veneno transparente que se percibe pero no se deja ver, combinando romanticismo con tragedia. Mientras la realidad se nutre de sensaciones placenteras, su interior está en lucha constante con el futuro. Las dudas ponen en guardia un alma inquieta que espera encontrar en el matrimonio la paz al nerviosismo que la mantiene viva. |
 |
|
|
La labor que realiza el equipo artístico hacen de “Thérèse D.” un paseo por la belleza y emotividad; durante el camino encontramos turbación y venganza: una venganza que anhela libertad. No es una mujer valiente sino decidida y consecuente con lo que la vida ha ido descubriéndole. La antiheroína del amor fracasado; la enemiga del tradicionalismo machista, el producto de un matrimonio convenido, el fruto de la desesperación fallida. Nace como resultado de lo que se encontró y la mala suerte, a partes iguales. El plan homicida destapa la esencia de un conformismo sospechoso en su rebeldía.
El desengaño y la trizteza atrapan una vida caída en el vacío de la soledad. Thérèse se curte en el llanto sin lágrimas y el dolor solitario. La pausa se apodera del devenir que enlentece su agonía. |
 |
|
|
La boda entre Thérèse y Bernard (Gilles Lellouche) es una alianza económica destinada a separar sus vidas con la fuerza del vínculo religioso cínico.
La cámara, siempre buscando la dulzura de Audrey Tautou, decubre a la actriz que ha alcanzado su madurez. Se encuentra con una mujer distante, defensora de su independencia, hierática. Thérèse es el prototipo de sensualidad despreciada por el entorno, castigada al destierro de la libertad que no buscó. La armonía fotográfica sugiere una película más amable donde la distancia entre los protagonisas convierte su mundo en inaccesible. |
|
|
La
revista Photomusik no se hace responsable
de las opiniones de sus colaboradores
expuestas en esta sección.
Texto: www.photomusik.com
©
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
| | |