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CINE Y ESPECTÁCULOS
CARTELERA CULTURAL
Histórico
 
 
 


LA LIBIANA APETENCIA SEXUAL DE LARS VON TRIER
Película "Nymph()maniac: Volumen 1"


J. G.
(Madrid, España)

Nymphomaniac: Volumen 1
  Ficha Técnica Video  
Lars von Trier es un maestro a la hora de atraer la atención del público con sus trabajos. Sabe motivarlo sobre una pantalla en negro bañada por sonidos oscuros de acústica interrogante y placentera. Hay que reconocer su genialidad a la hora de trabajar las imágenes, moviéndolas a su gusto y acercándolas en el momento preciso bajo justa medida. Sí, es un genio en la técnica y un mago con el guión, capaz de generar vida bajo unas piedras desérticas. Su mente se encuentra en otro mundo, trotando por un limbo bien ganado, mientras atrapa la realidad como elemento cinematográfico exento de disfraces. Es un leopardo y un salmón que mueve su silueta por apacibles topografías húmedas.
Nos ha traído de cabeza con su último trabajo presentado en Cannes. “Nymph()maniac: Volumen 1” es el fruto de una polémica desde que en 2011 declarara su simpatía hacia Hitler en ese festival. Se ha convertido en enfant terrible por méritos propios. Es un niño malo que muerde con un cine atípico, a caballo entre lo sublime y lo vulgar, no exento de dobles lecturas y múltiples visiones.
Su nueva película representa, junto a “Anticristo” y “Melancolía”, la trilogía de la depresión, a caballo entre la apocalipsis y la ensoñación. Suena celestial para los puristas del director danés y sabe a poco en un público que liga el riesgo cinematográfico con la implicación.
 
Nymp()omaniav Volumen 1  
Mea vulva, Maxima vulva
El final de esta primera entrega deja un regusto a entrante soso, sin alcanzar las cotas innnovadras de la nouvelle cuisine; tampoco mama del aroma que regala la cocina tradicional. La ruptura en dos capítulos de su décimo tercer largo se inspira en intereses más comerciales que artísticos. Su estreno en salas ha ido desgranándose con cuentagotas en una estudiada (¿y meditada?) operación de marketing viral. Con semejante actitud, Lars von Trier se mantiene en la cresta de la polémica.
El capítulo inicial de esta propuesta partida despierta sospechas sobre el empaque de la obra completa. ¿Lars von Trier intenta marcar un antes y un después en la distribución cinematográfica?, ¿a partir de ahora, las películas se lanzarán como telenovelas?... La incógnita ronda su nombre.
Joe de joven (Stacy Martin) junto a Jerôme (Shia LaBeouf)  
Ninfomanía
El sexual es un tema muy trillado: da juego y atrae público. Von Trier elimina la sugerencia para adentrarse en lo explícito del apetito animal. Es una anécdota convertida en protagonista; aburrida y anti erótica. Ha pisado sobre seguro.
Posee inteligencia, imaginación y mente provocadora: todo aquello que un director desea a la hora de hacer cine. Es un maestro con el lenguaje visual. Los primeros minutos de “Nymph()maniac: Volumen 1” son un canto a la belleza creativa. Consigue como nadie crear momentos mágicos entre callejones semi iluminados y hemisferios de abandono sepulcral. Este comienzo es la definición de su nueva propuesta sostenida por la soledad y el deseo humanos. La figura del hombre en sus vertitentes pasional-adicitiva y receptora de información se mueve por la oquedad de un vacío insatisfecho. La continuidad de Charlotte Gainsbourg en el reparto se ve alternada por la frescura de Stacy Martin (Joe adolescente), menos destructiva e igual de pecaminosa.
Joe aparece bajo el cliché de mujer que ha sido maltratada mientras que el hombre, Seligam (Stellan Skarsgård) surge ente la oscuridad nocturna como ángel rescatador. Poco innovador pero efectivo. El aspecto ninfómaníaco que rodea esta primera etapa de Joe tiene un interés secundario. Prima el hambre de contar la historia de una vida por parte de una mujer que se siente en deuda con alguien... llamemos a este personaje coincidencia.
Las escenas entre anzuelos de pesca y música de Bach sienten el traqueteo del mismo tren. El alma atormentada de Joe choca con el saber enciclopédico de Selingdam, escondido en su soledad.
La secretaria decorosa  
La apuesta del tren
La infancia marca la vida de Joe, quien ponen sus metas en logros sexuales apartados del placer. “Nymph()maniac: Volumen 1” es una exhibición barata de clírtoris púberes y penes calientes. La resurrección de Christian Slater y Uma Thurman dan color a este protagonismo. El amor que Joe esconde hacia su padre (Slater) es capaz de lubricarse ante su muerte.
Se está poniendo dura  
Joe perdiendo la timidez

La insatisfacción aparece como parte final de relaciones juveniles pertenecientes a seres inhertes que aplacan su apetito sexual y se afanan por la experimentacion mutiladora del sexo. ¿La joven Joe es ninfómana o ha querido flirtear con la ninfomanía como quien se hace cocainómano para saber los efectos de la droga sobre su organismo?
El sexo es una obra polifónica de sensaciones hermosas que en esta película quedan castradas desde un comienzo. Aquí campa como aditivo frente a las escenas más carnosas presentadas en “La vida de Adele”.
Lars von Trier no está insuperable; “Nymph()maniac: Volumen.1” es prescindible. ¿Definirá la segunda parte el tramo final de una mujer que ha convertido al sexo en pilar de su existencia?; al menos, eso nos quiere hacer creer su director.
El desenlace, de aburrida iconografia pseudo pornográfica, se ve empañado por el anticipo de la segunda parte a modo de broma promocional bajo los créditos de una película irregular.

J. G.


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