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LA HERIDA... DEL CINE ESPAÑOL
Sobre la 28a edición de los Premios Goya
J. G.
(Madrid,
España)
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Los premios son el reconocimiento a un buen trabajo. Esta definición académica de la recompensa se manosea con vicio desmesurado en un mundo como el artístico, donde a veces se compite en vez de jugar. En la realidad, actúan de soporte a una farándula institucional; a veces, poco fiable. Farándula en el sentido más respetuoso del término, defendiéndolo por encima de cualquier escapareate mediático. El cine español goza de buena salud, dicen. La taquilla certifica lo contrario. En 2013, nuestros exhibidores recaudaron un total de 507 millones de euros, 107 millones menos que en 2012. La lista confeccionada por Box Office Mojo, que mide la recaudación anual de las películas, nos obliga a descender hasta el puesto 16 para encontrar a “Mama” como primera aparición del cine español, en co-producción con el canadiense; localizando en el número 30 a una íntegramente española: “Zipi y Zape y el club de la canica”.
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Es justo recompensar el trabajo bien hecho pero, ¿sólo son buenos los galardonados? La entrega de premios es la mayor bofetada que se estampa en la cara de un actor. Pocos son los llamados y, por selección humana, sólo uno el elegido: tamaña injusticia.
En la última entrega de los Permios Goya, cuestiones técnicas de la gala a parte, el cine español cae herido de muerte. Fue un partido futbolístico con delanteras fantasma ( “La gran familia española”) y goles honorídicos concedidos con permiso del árbitro. ¿Quién pone los baremos para estos galardones? ¿Bajo qué reglas? |
Los escarceos ente Política y Cultura son inevitables; forman un matrimonio condenado a entenderse. Ninguna de las dos partes quiere divorciarse de la otra ni comprometerse mútuamente. Estos Goya no faltaron a la tradición.
¿El cine español depende tanto de las artimañas burocráticas?, ¿la política sólo apoya al cine español para colgarse medallas en la foto de embajadora cultural? Habrá que volver a la época del Cinéma vérité donde el continente jamás nubló al contenido. Enrique González Macho, Presidente de la Academia de Cine español, lamentó en esta entrega goyesca "el descenso de la producción" cinematográfica española originado por la crisis económica. Nuestro cine no ha bajado su calidad aunque tampoco es bueno generalizar, no vaya a ser que los listillos se apunten a la tempestad organizada por papá subvenciones. "Sería muy peligroso que nuestro cine, por motivos exclusivamente económicos, se quedara en las segundas", advirtió González Macho. La Cultura debía de tener IVA cuando se convirtiera en negocio lucrativo. Industria y artesanía caminan paralelas.
Aunque la mona se vista de seda e Ignacio González defienda la bajada del IVA cultural, si no se toman medidas al respecto, sus palabras caen en saco roto. ¡Todos a una Fuenteovejuna! |
Los recientes Premios Goya estaban cantados en la quinielas populares. La gala hubiese tenido color si la hubieran presentado los niños de San Ildefonso, con permiso de Javier Pereira (Mejor Actor Revelación por “Stockholm”), cantor del primer premio del sorteo de Navidad dos años consecutivos: 1993 y 1994.
Los nombres pesaron más que las películas. Nombres y apellidos que tiene reservada butaca en este artificio hispano galáctico. El de Javier Cámara figuraba como caballo ganador poque le tocaba después de cinco nominaciones; once eran demasiadas para no reconocer el talento de David Trueba en esta fiesta verbenera. El director gato, muy honestamente, defendió a los perdedores y matizó la existencia de una cultura plural: algo que le honra. ¿Fue su película la opción más acertada frente a “La herida”, “Caníbal”, “15 años y un día" o “La gran familia española”? Taquilla y semanas en cartelera dicen mucho. |
La calidad técnica entre "Vivir en fácil con los ojos cerrados" y "La herida" sitúa a la primera en segundo puesto. Fernando Franco: te han nombrado Mejor Director Novel (merecidísimo), tu película, no vaya ser que la humildad de tu trabajo se ensucie de glamur. El cine áspero no gana premios por miedo o por pudor del jurado. “La herida” ha enfrentado al cine de calidad, generador de pensamiento y debate, contra otro menos interesante. ¡John Lennon, haz que suene de nuevo "Imagine" sobre un campo de fresas para que nadie olvide tu recuerdo! |
La película de David Trueba (apoyo su desinterés por los extrangerismos lingüísticos) es un parche bien rematado a modo de homenaje doble: a los Beatles y Juan Carrión, inspirador de su cinta. La verdadera herida es que los premios tiene nombre y apellido; por eso a quienes comienzan en la direción les cuesta tanto introducirse en el círculo de los escogidos.
La ausencia de Wert fue una falta de madurez que no merce la pena tener en cuenta excepto para hacer un chiste de baja calificación. Es un Napoleón que puede irse a gobernar la isla Perejil para culturalizar a los piedras. Seguro que le harán caso atentamente y aplaudirán sus movimientos. |
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