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NI FU NI FA
"VIII Muestra de cine brasileño (Madrid)"
J. G.
(Madrid,
España)
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Ir a parte 1 |
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El rostro lanza una sonrisa ante “Até que a Sbornia nos separe", ahuyentando tanto sopor del melodrama bajo. La cinta cuenta con la particularidad de haber sido gestada durante 8 años, basándose en el espectáculo músico-teatral “Tangos y Tragedias”, con una vida escénica que alcanza el cuarto de siglo. El mundo descrito es ficticio pero pleno de realidad. Sus personajes aparecen como el núcleo de un mundo que vive feliz, de costumbres particulares, aislado en su territorialidad; separado del exterior por un muro que nos recuerda a otras murallas caídas hace tiempo. Su sociedad está constituida por personajes a caballo entre la carcajada, la dulzura y el histrionismo. |
La vejez chistosa, casi alienígena; la inconsciencia de una obesa mentalidad mercantil que no repara en argumentos para expandir su imperio económico; el encorsetamiento burgués que se convierte en esperpento de personalidad caricaturizada; la rigidez de unas costumbres inmemoriales... y el amor, el amor que también forma parte de ese continente único: el amor filial, de escupitajo y lametón, el alegre y desenfrenado surgido del corazón, el rancio y miope de la voluntad comprada. Sbornia es el reino de lo inexistente y de lo fantástico, descubridor del nuevo mundo: veloz y ruidoso. Al ver la película de Otto Guerra y Ennio Torresan Jr., nos preguntamos dónde está la frontera entre lo imaginario y lo real. ¿Qué manda más? Sbornia es una Pompeya fantasmagórica, un pedazo de historia parodiada; el espectro de una Atlántida vagabunda por los mares como un iceberg huérfano. Sbornia es una propuesta originalísima que nos regala la animación brasileña. |
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La parte más ligera del festival ha estado firmada por “Mato Sem Cachorro”, una cinta de escaso valor cinematográfico, con falta de originalidad y acierto cómico; capaz de despertar algunas carcajadas, incomprensibles. Una historia vulgar, mal contada, donde el aburrimiento contagia al espectador la narcolepsia de sus protagonistas caninos. Un episodio para olvidar. La opera prima de Pedro Amorim resulta indigesta de principio a fin; una pesadilla soporífera. |
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El drama de la realidad convertida en thriller regresa a la programación de Novocine con “Serra Pelada”. Su nombre nos trae, como primera imagen evocadora, la figura del fotógrafo Sebastiao Salgado. Las imágenes de los garimpeiros extrayendo oro de la mayor mina a cielo abierto en los años 80 resultan imborrables. Heitor Dhalia rinde un homenaje a Salgado con su película, en esta aventura visual gobernada por la codicia humana. El blanco y negro de Salgado se convierte en áureos tonos terrosos donde el sufrimiento se mezcla con el ansia de poder y la voracidad que enloquecen al ser humano. |
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“Serra Pelada” es también una historia de amistad y de una avaricia que lo destroza todo y a todos los que optan por hacerle frente. Hipnotiza con su olor a oro perverso mientras dos amigos persiguen un sueño y sueñan con no sentirse perseguidos por la miseria. Despide esencia a tierra, agua deslavada, y siente el tacto de la violencia, el deseo y la decadencia. En este thriller, además de la fotografía, destaca un montaje sobresaliente que impide perder la intensidad de la acción. La cinta resulta agradable al paladar cinéfilo a pesar de que tiene algo de artificiosa en el destino de Joaquim, donde lo más natural era una muerte limpia y no su salvación surrealista. |
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El colofón a esta muestra de cine brasileño lo pone “Cidade de deus 10 anos depois”. Su formato, mezclando pasado y presente, hace un recorrido por las vidas de aquellos que dieron forma a la película de Fernando Meirelles y Katia Lund. La técnica realista del documental cierra una programación variada y mejorable.
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