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QUIEN MUCHO APRIETA, POCO ABARCA
Película "A cambio de nada"
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha Técnica |
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Los retratos bienintencionados de la sociedad, en el cine, nunca conducen a resultados interesantes. Daniel Guzmán, en su libertad constreñida de director novel, mezcla sentimientos con herramientas cinematográficas encorsetadas. Su primera película, “A cambio de nada”, arranca envuelta en la flojera de quien quiere pero no puede; en una sucesión de imágenes intentando poner en situación al espectador. Pronostican el principio de un todo gigante, disfrazado con una humanidad de cercanía barrial. ¿Dónde está la química inicial de los protagonistas, la frescura en los acontecimientos, el cautiverio de la palabra? Existen en su inexistencia. |
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A la ligereza verbal de un guión deficiente, sin novedad, le falta el agarre dramático y esa chispa cómica que lo convierten en columna vertebral de una película atractiva. Durante su trascurso, “A cambio de nada” va educando la presentación de sus personajes, pasando de los insertos iniciales a desarrollar una continuidad más rítmica todavía alejada del entretenimiento. La frescura que va adquiriendo durante este camino usa elementos conocidos del género: la comedia de barrio entre chavales. Es inevitable que apareciese la sombra de “El bola”.
El lenguaje como elemento vecinal lo acerca a un público joven que se siente cómodo con personajes portadores de una conexión química tan directa con él. Hay una ristra de tópicos parapetados en el chiste fácil que hacen de la palabra una concatenación de piropos malsonantes. |
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Daniel Guzmán trabaja el plano íntimo de la película envuelto en elementos autobiográficos, alejándola de la novedad. Atada a los moldes narrativos y los lugres comunes, su primera cinta es un relato de iniciación que, sin abandonar la intención creadora del cineasta, se queda anclada en un reto personal. No madura; ¿lo pretende?
La introducción de elementos personales, como su abuela, y su cabalgadura motorizada, son una pincelada almodovariana que sólo pertenece a Chus Lampreave. Daniel Guzmán entenderá el porqué de su inclusión; para los demás, es un recurso que busca enternecer el corazón mientras da color a una uniformidad callejera, sentimental. |
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La falta de un planteamiento arriesgado aleja la capacidad decisoria del espectador para optar por un final cerrado o abierto. “A cambio de nada”, en una intento entendible de poner todo el corazón en el proyecto, abarca demasiado, mezclando varios aspectos de la vida del protagonista: la relación familiar, la amistad de siempre y las nuevas amistades, evadirse de los problemas, ayudar a los demás: la vida entendida como presente que no busca en el pasado la raíz de su conflictiva situación actual. |
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