Entrada a nuestra tienda
To our shop

flecha
Home

 
 
PHOTO

USIK

 

Buscador interno

Loading
pto

.MENÚ
.ZONA GRÁFICA

puntoConcierto 1
puntoConcierto 2
puntoConcierto 3
puntoConcierto 4
puntoRecuerdo 1
puntoRecuerdo 2
puntoBiografías
puntoPasaron
puntoReportajes
linea puntos
ZONA AL DÍA

puntoAgenda
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosNoticias
linea puntosNovedades
linea puntos
.ZONA DE OPINIÓN
puntoPágina del Musinternauta
puntoEntrevistas
puntoFrases musicales
puntoCine y espectáculos
linea puntos
.ZONA DE CLÁSICA
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosBiografías
linea puntos
.ZONA DE CONTACTO
puntoForo
puntoDe interés social
puntoEnlaces
puntoNewsletter
puntoTIENDA
linea puntos
.ZONA DE OCIO
linea puntosGraffitilandia
linea puntosAnecdotario
linea puntosChistes musicales
linea puntosLetras de canciones
linea puntosJuegos
linea puntosMúsica y salud
linea puntosRADIO
linea puntos
.ZONA DE DESCARGAS
puntoSalvapantallas
puntoProgramas
puntoTonos musicales

pto

 

 



 

CINE Y ESPECTÁCULOS
CARTELERA CULTURAL
Histórico
 
 
 


LA DULZURA DE LO REMOTO
Película Lunana: un yak en la escuela


J. G.
(Madrid, España)

Lunana: un yak en la escuela
Ficha Técnica Video  
Australia y Bután, epicentros de un largometraje emotivo, son referentes geográficos que desprenden dosis altas de amabilidad. Un corazón joven con deseos se enfrenta a la realidad entre los sueños y las obligaciones sociales. Lunana: un yak en la escuela, recuerda a la Revolución Cultural china. Aunque ese periodo histórico quedó atrás, la presencia de un contrato con el Estado late arropado por la belleza de paisaje que hacen del entorno un lugar agradable y turístico. Este aspecto suaviza un contenido que podría interpretarse como aventura hacia el corazón de un organigrama educativo retrasado. Hablar de la nación amarilla trae reminiscencias de un comunismo donde la lealtad social incumplida actúa como un castigo que coarta la necesidad individual de volar. Este desgana del funcionario estatal enseña las entrañas de un gobierno que envía a sus trabajadores jóvenes a lo más remoto de su país para educar a una población abandonada a través de planes docentes discontinuos. Ugyen no pertenece a esos espíritus que buscan el bien de la patria y la promoción particular. Las expectativas con intenciones musicales puestas en las antípodas se topan con una sanción contra la rebeldía laboral.
 
Michen (Ugyen Norbu Lhendup)  
Ugyen Dorji (Sherab Dorji)
Lunana, un pueblo glacial situado a lo largo del Himalaya en la frontera entre Bután y el Tíbet, es un lugar conocido sólo por sus habitantes. Puede que allí esté emplazada la escuela más alejada del mundo, en competencia con las tierras esquimales. Lunana significa valle oscuro en dzongkha, en el idioma del lugar. Sin embargo, todo es claro en las intenciones de sus habitantes y así como la manera de expresar los sentimientos. La mentira no existe. El concepto de Felicidad Interior Bruta hace de Bután un territorio fundamentado en el principio de desarrollo espiritual frente al económico. La necesidad de perseguir un ideal choca con la obligación de cumplir los compromisos comunitarios. El recorrido de Ugyen es beneficioso por partida doble al enfrentarse a esa responsabilidad y descubrir una felicidad individual basada en la sencillez. El progreso camina despacio aclimatándose a las posibilidades de las personas. La austeridad aspira al bienestar mental y físico. La medida gubernamental interpreta la educación como un problema de abastecimiento cubierto con el envío de un representante gremial a impartir clases veraniegas con más trascendencia política que pedagógica. El elemento orográfico conserva su fuerza protagónica.
La experiencia arranca en Timbu, capital de Bután, situada a 2201 metros de altitud. El viaje hace su primera parada en Gasa. La ascensión ha alcanzado los 2800. La llegada a Koina, y sus 3100 metros, supone un remanso dibujado por un grupo de casas integrado en la naturaleza con tres habitantes, el descanso final antes de llegar a Lunana. El itinerario es una aventura coronada en el Paso de montaña de Ganglia Karchung, a 5240 metros, desierto y frío. El último lugar antes de alcanzar Lunana sirve para honrar a los dioses que protegen del paso por la montaña. El cambio climático llega a la región, algo que los nativos, más preocupados porque el león de las nieves se quede sin hogar, no entienden. El escenario está sacado de una fábula en tierras alejadas de la invasión humana.
La renuncia de una seguridad proporcionada por un empleo público se lanza al vacío de lo imprevisto mientras no descarta planes en el extranjero. Ugyen posee una formación en la que las barreras idiomáticas o culturales no suponen un impedimento. Su juventud le impulsa a aventurarse en el mundo de la música como negocio capitalista. El peso de una abuela tradicional refuerza el matriarcado y la oposición familiar que teme innovaciones sociales.
Saldon (Kelden Lhamo Gurung)  
La escuela de Lunana con sus alumnos y su yak

Este periplo hacia lo desconocido es un reto para las relaciones sentimentales que quedan aparcadas, aparecen como contacto único con el mundo exterior a la fortaleza de Lunana. El descubrimiento de estos confines alejados es la primera parte de una odisea con alma ecologista y fotográfica. Sus 56 habitantes lo reciben con una expectación respetuosa. La tecnología no resulta operativa en un entorno donde la luz eléctrica es suplida por el quinqué. La escuela es una prolongación de la jerarquía adulta, con intenciones limpias, y la niña Pem Zam se presenta como la capitana de la clase que anuncia la jornada para el profesor nuevo. Su función docente no se limita a enseñar sumas o vocabulario ingles sino que trasciende al campo de la higiene personal y el desarrollo de una vida sana. La expectación del alumnado respeta el formalismo del primer encuentro en clase, con acento anglosajón principiante. La escasez de medios materiales se compensa con el hambre conocedor de niños entusiasmados por la presencia del huésped sabio. La música se apodera de Lunana a través de personajes como Saldon, una de las mejores cantantes de pueblo. Aproxima el folclore a los oídos de Ugyen a través del sustrato musical. La influencia de las canciones forma parte de la cultura local a través de las pedidas matrimoniales, el canto del himno nacional antes de comenzar las clases como parte de un doctrinarismo militar o el encuentro con Saldon entre melodías afinadas y olor a estiércol. Se descubre el canto como ofrenda, el aprendizaje que no obedece a una metodología docente del canto; títulos nuevos Yak lebi Ihadar formarán parte de un repertorio futuro. La comida es una manera de confraternizar mientras las paredes sirven de pizarra. La solidaridad cuida a su maestro nuevo. El alma pura de los niños no entiende las decisiones adultas basadas en el abandono. La aparición de Norbu (que significa joya deseada), el yak anciano, será el vínculo que una al foráneo con los aborígenes.
El camino de vuelta cambia la percepción de las tradiciones y creencias, del hombre y de sí mismo. La película del director butanés Pawo Choyning Dorji representa la necesidad de emprender un camino guiado por el corazón, la disconformidad con el actual, descubrimiento de horizontes nuevos, la consecución de una meta. La narrativa tradicional mezcla autodescubrimiento con una vida nueva.

J. G.


La revista Photomusik no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores expuestas en esta sección
.
Texto: www.photomusik.com ©
<< 2018       < anterior          siguiente >       2020 >>

© Copyright Photomusik.com