La música entendida como vehículo comunicativo se para en las canciones para desmenuzar los textos de quien ha permanecido fiel a raíces y estilo. Sus ideas hablan del dolor, inconformismo y la crítica social que cuestiona un mundo descompensado. La letra combativa también tiene momentos de tranquilidad antes de estallar en un aporreo de guitarras bombarderas. El
power trio deja impronta en nueve discos de estudio y más de mil directos por todo el planeta. También se repasan momentos alegres, sinsabores producidos por la separación familiar durante mucho tiempo, el contacto con la soledad.
El sonido que nació en 1994 se ha envuelto en una gira global de despedida. El paseo visita los lugares donde han tocado, desde Berlín hasta Japón. Su presencia en los cinco continentes incluye bolos junto a
Rise Against; haber sido teloneros para
Deftones o
Sick Of It All; actuaciones en festivales como
Hellfest (Francia),
Fuji Rock (Japón),
Viña Rock,
Azkena Rock o
Bilbao BBK Live (los tres en España). Los momentos explosivos congregaron a más de 20.000 personas en
Kobetamendi (Bilbao) durante su última actuación en vivo, han inaugurado la lista de artistas que han agotado todas las entradas en 24 horas durante dos días en el
pabellón Navarra Arena. El antiguo Palacio de los Deportes de Madrid (
WiZink Center) le ha acogido como primera banda vasca en pisar su escenario, donde reunieron a más de 7.000 personas como broche dorado a una despedida que, lejos de acabar con ellos, propone su renovación a través de un descanso merecido. A partir de ahora, BT tiene claro que seguirá creando. Los imperativos de la vida han obligado a hacer un alto en la idea colectiva que exige entrega absoluta.