El juego etimológico importa para entender la significación del momento. Según la RAE,
comuneros deriva del término comunidad: un grupo de individuos que tiene en común la lengua, las costumbres, los valores o la ubicación geográfica. La llegada de un monarca perteneciente a la
Casa de Austria disparó las alarmas entre una población entretenida con sus luchas intestinas. La narración se nutre de investigadores que coinciden en lo que podría describirse como
«la primera revolución moderna de la historia: la Revolución de las Comunidades de Castilla». Las voces especializadas como José Álvarez Junco; Geoffrey Parke; Maribel del Val; Luis Ribot; Enrique Berzal; Julia Teresa Rodríguez, directora del
Archivo General de Simancas, o el catedrático de la Universidad de León y doctor en Historia Salvador Rus Rufino aportan su conocimiento erudito. Las ilustraciones de Sandra Rilova, animadas por Elora Post House, modernizan el episodio con trazos sencillos. El relato detiene el reloj del tiempo en un paisaje intemporal lleno de recuerdos machadianos. Las localizaciones se sitúan en escenarios privilegiados como Valladolid, Toledo, Segovia, Madrid, Medina del Campo, Burgos o Ávila. Se acompañan del
romance Los comuneros, perteneciente al poeta berciano Luis López Álvarez, y la voz de la actriz Sara Rivero. La música de Héctor Castrillejo y Carlos Herrero, miembros del grupo palentino
El Naán, logra un aire campestre. Los instrumentos utilizados en la banda sonora varían desde la sartén, la pandereta o el rabel hasta el
buzuki. El ritmo bucea en la tradición artística de la tierra, su color y textura melódicos.