Las listas británicas del electropop están conmocionadas. Ha surgido un nuevo re nos pasamos el tiempo enfenómeno capaz de revolucionar la conservadora escena británica. Su despegue a nivel internacional se ha producido gracias a la aceptación tenida en Myspace. The Ting Tings, el dúo formado por Katie White y Jules De Martino, se ha colocado en lo más alto de las listas musicales. Su primer disco, “We Started Nothing”, ha sido capaz de hacer sombras a nombres como Madonna o Rihanna. Lo cual no significa un encasillamiento, más bien la apertura a nuevas músicas dentro de la misma idea: divertir.
En su primera visita a España, y esperemos que sea el comienzo de una gran amistad con sus fans peninsulares, han despertado gran interés. Lástima que el local donde tocaron, Ocho y Medio Club, sólo sea capaz de albergara a unos cientos de privilegiados. Antes de que la sala reventara por los cuatro costados se respiraba un aire playero junto a versiones revisitadas, como el “Please To Meet You” de Mick Jagger, para ir despuntando en un ambiente más House. En la sala madrileña se masticaba un ambiente underground andrógino dentro de las fiestas del Orgullo Gay. ¿Pura coincidencia o algo más?...
Su presencia ante un público masivo tendrá lugar en la décimo cuarta edición del Festival de Benicàssim. Antes se pasaron por Madrid para dejarnos los dientes largos y ávidos de un pronto regreso. La delgada figura de su vocalista, melena rubia por delante, esconde una mirada sensual e inocente. Su voz y movimientos son zarpazos de rebeldía. Katie White es una mezcla de chica bubble gum y punk.
Su melodía es refrescante para la época estival. Abrieron con “Great Dj”, el primer tema del disco, una canción que enganchó desde la primera nota. De hecho, todos coreaban la canción, quitándoles el letrero de grupo desconocido. TheTing Tings se merecen un lugar en la música ya con el primer disco recién salido del horno. Esperemos que la frescura de los temas no hagan del grupo un fenómeno pasajero y efectista, movido por ventas que pueden convertirse en millonarias.
El dúo demostró ser poseedor de fuerza en el directo. Su primer disco ya les hace merecedores de un respeto musical. Continuaron la fiesta sonora con “Shut up and Let Me Go”, con algunos toques de percusión al comienzo, y en los estribillos, que recuerdan a “Another One Bites The Dust”, de Queen, con un tempo más elevado. Luego las notas se van volviendo más juguetonas gracias a la voz de Katie.
El concierto se desarrolló bajo los acordes de los diez temas que componen “We Started Nothing”. Desde “Great DJ” hasta “Keep Your Head” pasando por “We Walk”. Trepidante. La aportación de Jules De Martino fue esencial en una batería que no dejó de sonar con potencia. Comedida, pero siempre presente. Sus ritmos estaban perfectamente acompasados con la guitarra y voz de Katie. Sincronización. Su voz podría tener retazos de una Lene Lovich domesticada, acompasada con los loops de sus canciones. Parece de cristal. Rebeldía particular. Incombustible, sin llegar al esperpento como le gusta a la cantante provocadora de Detroit. Estilizada.
La banda británica hace una música agradable, sencilla y pegadiza. Es candidata a convertirse en himno publicitario. Sonido limpio y sencillo rellenado por estribillos pegadizos cargados de ritmo. The Ting Tings nos han demostrado que viene con el empuje de los que empieza, con las ganas de comerse el mundo. Han presentado un álbum garajero, refrescante y muy personal.
