Entrada a nuestra tienda
To our shop

flecha
Home

 
 
PHOTO

USIK

 

Buscador interno

Loading
pto

.MENÚ
.ZONA GRÁFICA

puntoConcierto 1
puntoConcierto 2
puntoConcierto 3
puntoConcierto 4
puntoRecuerdo 1
puntoRecuerdo 2
puntoBiografías
puntoPasaron
puntoReportajes
linea puntos
ZONA AL DÍA

puntoAgenda
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosNoticias
linea puntosNovedades
linea puntos
.ZONA DE OPINIÓN
puntoPágina del Musinternauta
puntoEntrevistas
puntoFrases musicales
puntoCine y espectáculos
linea puntos
.ZONA DE CLÁSICA
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosBiografías
linea puntos
.ZONA DE CONTACTO
puntoForo
puntoDe interés social
puntoEnlaces
puntoNewsletter
puntoTIENDA
linea puntos
.ZONA DE OCIO
linea puntosGraffitilandia
linea puntosAnecdotario
linea puntosChistes musicales
linea puntosLetras de canciones
linea puntosJuegos
linea puntosMúsica y salud
linea puntosRADIO
linea puntos
.ZONA DE DESCARGAS
puntoSalvapantallas
puntoProgramas
puntoTonos musicales

pto

 

 
 


 


MUSINTERNAUTA

TU OPINION TIENE UN SENTIDO
Histórico

 


ORO NEGRO
(Shemekia Copeland repasa su último disco: "33 1/3"
Sala Clamores, 17-julio-2013)

J. G.
(Madrid, España)

Shemekia Copeland

Shemekia Copeland es un peso pesdo del Blues sin fronteras. Con tan sólo ocho años se había convertido en la telonera que abría las giras de otro gigante, su padre Johnny Copeland. Esta voz femenina de Harlem nos reveló su faceta nostálgica hacia el tocadiscos: “I love vinils” (un sentimimiento que quiso compartir con el público que acudió a escuchar un blues de raíces paternas). Su trabajo más reciente, “33 1/3”, hace referencia a su edad el mes en que fue editado (septiembre de 2012) e intuye un pequeño guiño al mundo del vinilo.
La voz es el alma de su música, arropada por unos instrumentistas compactos. Lujo negro y sabor caliente.

Con todas las mesas de la sala Clamores luciendo el cartel de “Reservado”, el público, cerveza en mano, disfrutó de un Blues elevado, efervescente, contagioso. Shemekia Copeland transmitió una potencia vocal enérgica y balsámica. La cantante regaló dulzura y belleza sonoras, haciendo gala de su humor; supo conectar con lo presentes. El mejor sonido negro, en forma de sintonías vocales apasionadas, se paseó por el diminuto escenario.
Un repaso por las canciones de su último disco nos rodeó suavemente con ritmo hasta hacernos morir en un mar de goce elitista. El funk rock desplegado por las guitarras en “Lemon Pie” nos dejó un sabor dulce conrtapuesto con su título: curiosa contrariedad. Las cadencias melódicas de “Mississippi Mud” nos llevaron a tierras pantanosas en una elegante banda sonora.

No se cortó a la hora de convertir su espèctáculo en plataforma reivindicativa contra el maltrato femenino, llegándole el turno a “Ain’t Gonna Be Your Tattoo”, marcado por la lentitud que exige su intensidad. El tono crítico, en ritmo dicharachero, siguió con “Somebody Else is Jesus”, señalando a quienes abrazan la religión católica pero se niegan a desacerse de sus pistolas. No faltó “Never Going Back to Memphis”, cuarto tema perteneciente a su trabajo anterior: “Never Going Back”.

Shemekia es una mujer sensible con su tiempo y amante del pasado musical. Su voz sonó a LP arañado por la aguja envuelta enl Blues. La audiencia, encantada, aplaudió como un clamor ante la altura de una dama que enamora con su música y amplia sonrisa. Ojalá que B.B. King se hubiera acercado por la sala Clamores para hacer un dueto con esta reina del Blues vivo.

 

 

J. G.

La revista Photomusik no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores expuestas en esta sección.
Texto: www.photomusik.com ©
 
<< 2012      < anterior          siguiente >       2014 >>

© Copyright Photomusik.com