Entrada a nuestra tienda
To our shop

flecha
Home

 
 
PHOTO

USIK

 

Buscador interno

Loading
pto

.MENÚ
.ZONA GRÁFICA

puntoConcierto 1
puntoConcierto 2
puntoConcierto 3
puntoConcierto 4
puntoRecuerdo 1
puntoRecuerdo 2
puntoBiografías
puntoPasaron
puntoReportajes
linea puntos
ZONA AL DÍA

puntoAgenda
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosNoticias
linea puntosNovedades
linea puntos
.ZONA DE OPINIÓN
puntoPágina del Musinternauta
puntoEntrevistas
puntoFrases musicales
puntoCine y espectáculos
linea puntos
.ZONA DE CLÁSICA
linea puntosAgenda Clásica
linea puntosBiografías
linea puntos
.ZONA DE CONTACTO
puntoForo
puntoDe interés social
puntoEnlaces
puntoNewsletter
puntoTIENDA
linea puntos
.ZONA DE OCIO
linea puntosGraffitilandia
linea puntosAnecdotario
linea puntosChistes musicales
linea puntosLetras de canciones
linea puntosJuegos
linea puntosMúsica y salud
linea puntosRADIO
linea puntos
.ZONA DE DESCARGAS
puntoSalvapantallas
puntoProgramas
puntoTonos musicales

pto

 

 
 


 


MUSINTERNAUTA

TU OPINION TIENE UN SENTIDO
Histórico

 


CALOR COREANO EN MADRID
SSING SSING
"Corea Retro", quinto aniversario del Centro Cultural Coreano
Sala Teatro Luchana. 01 de junio de 2016

J. G.
(Madrid, España)

Ssing, Ssing, Teatro Luchana

Al mismo tiempo que la música emergente coreana suena por primera vez en el festival Primavera Pro, el grupo Ssing Ssing ha abierto, con una mezcla de pop ochentero y tradición musical autóctona, el quinto aniversario del Centro Cultural Coreano en Madrid. Su música, poco apreciada entre los oídos madrileños, se fija en la escena española con difusión festiva.
Ssing Ssing practica un estilo desenfadado, conjugando voces chamánicas con canciones folclóricas enmarcadas en un sonido resultón que hace contornear el esqueleto. Despliegan un espectáculo sencillo y colorista, aderezado por el entretenimiento de sus integrantes, lo que incita a romper la barrera público-artista. Prometían interés; a buen seguro, entretenimiento; y, cuando menos, novedad.

Ssing Ssing es un sexteto formado por músicos jóvenes que hacen del humor su baza más interesante. Dahye Choo es la punta de lanza en la estructura cómica del grupo. El vocalista (sorikkun) Heemum Lee se caracteriza por lucir vestidos low cost y zapatos de plataforma que producen escalofríos. Los rizos felinos de su melena recordaban a Tina Turner mientras que el maquillaje llamaba al transformismo, y su cuerpo se contorsionaba con facilidad circense. Heemum tiene chispa aunque le costó algo soltarse la coleta y, agarrando el micro, se entregó a la rabia del pop insistente y algo retro.
Los toques Reggae y Afrobeat de “Jeongseon-Arirang”, aunque la canción sea de origen bereber, mezclaban bien con el sonido de los 80 (“Changbu-taryeong”).

Las voces femeninas de Dahye Choo y Seungtae Shin llenaron el escenario, desplegando un música alegre y desenfadada. La sensualidad que lucía el cabello largo de Shin marcó un contraste divertido con la peluca roja, y de corte geométrico, de su compañera Choo, con reminiscencias a lo Lady Gaga: más juguetona e irreverente. El lenguaje se encargó de potenciar las raíces coreanas de una música nada comercial. Da igual que las letras de sus canciones resultaran desconocidas para gran parte del público en el Teatro Luchana, porque ignoran fronteras, llaman a la unidad entre gente deseosa de pasarlo bien.
Los aplausos atrajeron el calor de un ambiente distendido que también buscaba ritmo en las caderas. Una vez que el hielo se rompió, la presencia de Ssing Ssing sedujo con un magnetismo que incitaba al baile de sus melodías. Tienen ritmo, fuerza, empuje y el atractivo de lo desconocido.

Al reggae le siguió la cadencia funk penetrante de “Nanbong-ga”, apoyado por la voz, junto al impulso vocal de Heemun Lee, que, unido a sus movimientos (a veces tribales), recordó al “Yeke-Yeke” de Mori Kante. Un espectáculo.
Cada miembro de la banda se respeta entre sí: el trabajo del bajista es importante para sostener un aire enigmático que en ningún momento choca con la fuerza de una batería constante, ajena al protagonismo, y la presencia humilde de Taewon Lee (miembro del colectivo UhUhBoo Project) en el teclado y guitarra eléctrica: doble mérito. El público estuvo correcto, excesivamente correcto, durante la primera mitad del concierto, hasta la explosión final: momento en el que se abrió de corazón. Si la música de Ssing Ssing huye del formalismo, lo mismo espera de quienes acuden a disfrutar de su sonido.

Sobresale la voz de Seungtae Shin, aflamencada a lo coreano y potente, entre bucles de batería. El rap aparece en forma de trabalenguas supercalifragilístico (“Saseol-nanbong-ga”) en boca de Dahye Choo. Mientras la música fue ganando intensidad, se experimentó una comunicación creciente con la audiencia gracias a sonidos pegadizos que escaparon del encasillamiento.
Si los españoles supiéramos coreano, estaríamos tarareando las canciones de Ssing Ssing. En la recta final, el pop descarado se adueñó de la sala, recordando en ocasiones a los B-52; también hubo momentos discotequeros. Fueron noventa minutos penetrantes, con bis incluido y un público entregado, casi arrodillado, a la fiesta organizada por Ssing Ssing.

 

 

J. G.

La revista Photomusik no se hace responsable de las opiniones de sus colaboradores expuestas en esta sección.
Texto: www.photomusik.com ©
 
<< 2015      < anterior          siguiente >       2017 >>

© Copyright Photomusik.com