El asociacionismo es la huella de Vallecas en la historia social madrileña. Los espacios públicos se reactivan como creación colectiva en este distrito. Se ha defendido a través de la cultura vecinal. La propuesta ofrecida por el espacio público de Intermediae-Matadero hace pensar mientras advierte con ojos orwellianos la existencia de un futuro cada vez más visible en forma de ópera popular.
Kópera se acerca al pueblo con espíritu de Revolución Francesa adaptado a los tiempos. Es cercana y directa, simple, más próxima al verismo que al belcanto, con sabor a corrala zarzuelista. La participación ciudadana lo convirtió hizo en un espectáculo vivo, una ópera móvil ambientada en tres escenarios cercanos. Fue actor procesionario oponiéndose a la manipulación que se aprovecha de las catástrofes ecológicas provocadas. Interactuó con personajes y trama; avaló la conciencia del activismo social permanente vivido en Vallecas.
El semicírculo que dibuja la Torre de San José fue el palco improvisado y privilegiado desde donde los sonidos se apreciaban con grandilocuencia dentro de una caja de resonancia comunitaria. Sus ventanas se abrieron a la sensibilización didáctica. Los vecinos de esta construcción singular entraban y salían con naturalidad poco teatral; formaron parte del espectáculo como actores y en calidad de público. El coro, formado por profesionales y aficionados, toma posiciones afinando su acústica vocal. La obra comienza su recorrido con un pasacalles de charanga satírica convertido en banda sonora ambulante. El público la sigue por los distintos escenarios como representación para todas las edades.
Kópera, ambientada en el año 2054, certifica el fin de los combustibles fósiles. El incremento de la temperatura y el nivel de las aguas siguen su curso ascendente. El paisaje veneciano de Canaletto se extiende por Europa. Vallecas es un mirador que atrae a moradores foráneos. Unos, manipulados, y los otros, manipuladores, alteran la tranquilidad del barrio. La llegada en masa es el final de un peregrinaje recibido con orquesta y miedo. El exiliado adopta una categorización desconocida: climático. Kópera, sin escatimar ilusión ni originalidad, tiene corazón y personalidad barriales, es un recuerdo a la saga cinematográfica Ice Age con animación dramática. El ambiente bucólico vallecano se inquieta con la entrada triunfal del guardia Ramón, embajador del ojo que todo lo ve: una entelequia temida en su desconocimiento. La historia colectiva de un barrio obrero que ha creído en el cooperativismo se enfrenta al abuso de poder de un gendarme especulador sin escrúpulos. La crisis ambiental y su cataclismo son, para este personaje sátrapa, un sinónimo oportunista con apartamentos en primera línea de playa. Se levanta un mundo nuevo sobre una tierra sumergida sin vuelta atrás. Para el Instituto Financiero de Inversiones muy Acertadas (INFIMA) todo va fetén. Las palomas de Vallecas ya no saben volar, ahora son gallináceas dominadas por el temor. El rock urbano de Asfalto y Obús, junto a una adaptación rapeada de Los del Río y su éxito Sevilla tiene un color especial, ponen banda sonora a esta ópera apocalíptica.
El gobierno del gran algoritmo es higiénico y tranquilo. La llegada de las ovejas a la colonia crea nerviosismo y nuevas oportunidades de negocio para los buitres. La adjudicación de viviendas reubica a las familias en campos de concentración pagados en plazos cómodos. Los grilletes de una hipoteca vital garantizan su permanencia en esta urbanización de ganadería extensiva. El puerto vallecano los recibe abierto, OVEJASA se presta como vientre de alquiler altruista para errantes desesperados en la tierra de las oportunidades. OVEJASA es una burbuja de aire contaminado, un ejercicio de ingeniería urbanística amoral. Los inquilinos actuales se someten a la dictadura del ladrillo edificada sin planos sobre ilusiones y necesidades básicas. Colombina es una paloma inquieta espejo de juventud y belleza inmortales en su torre de marfil ridícula pero sostenible; cartonaje vendido a un universo de tecnología artificial resumido en cuatro palabras: Influencer, Facebook, Likes e Instagram. Se convierte en agitadora del palomar; pasa, con rapidez ególatra, de heroína a mecenas del absolutismo. Kópera se desarrolla en un futuro alienante posible que no debe tomarse a la ligera. Lo que hoy se aplaude como un espectáculo cultural puede ser una realidad cíclica.
