El disco 3 Years, 5 Months and 2 Days in the Life Of... cumple treinta años y que mejor manera de festejarlo que incluyendo a Madrid en la gira internacional que Arrested Development se han metido para presentar Don't Fight Your Demons, su decimocuarto álbum. La banda fundada por el rapero Speech y el pinchadiscos Headliner en 1988 finaliza la gira española en Madrid como emblema de música combativa unida a una filosofía social. Tras la cancelación de sus conciertos en 2021 por culpa del coronavirus, tenían hambre de volver a un país que siempre les ha tratado como se merecen. La expectación era máxima no sólo por revivir temas que mejoran con el tiempo sino por ver en directo a una de las formaciones más influyentes en el hiphop internacional. La leyenda viva se ha dejado querer por el calor y la entrega del público español. Las pasiones que levanta transcienden el campo sonoro; representa un símbolo en la lucha de los derechos de los afroamericanos. Los de Atlanta siguen manteniendo la rebeldía característica que permite no demostrar ante una expectación fiel.
Las rastas de Speech no han perdido personalidad sobre la erosión de la edad, su ritmo tampoco. La fuerza de unas canciones incendiarias abraza un movimiento furioso desde el primer momento. El compás rompe caderas que hace moverse por inercia. La intensidad de una batería se comió al resto de componentes para hacer temblar el suelo de la sala Mon. El público permaneció exorcizado por una atracción hipnótica, por los peinados movidos con el viento de la jovialidad acompasada. La personalidad de Revolution, que Spike Lee incluyó en la banda sonora de su largometraje Malcolm-X, People Everyday, Mr. Wendal, Tennessee o la más reciente Becoming son títulos inolvidables. La voz inconfundible de su cabeza parlante alternó la denuncia vocal con las mezclas. El aire de notación tribal hizo florecer la magia del rap. Las palabras estaban custodiadas por guitarras mágicas arañadas por dedos rápidos y rostros callados, enfrascados en su trabajo de abrillantar la parte eléctrica de armonías con gusto afro.
El estímulo de la música hablada levantó su cercanía al funky puro con recitaciones aceleradas, llenas de jerga. Es una letra sacada del corazón que busca el compromiso. La fuerza de melodías directas, aunque pudieran parecer machacona, estuvo a la altura de letras contestatarias. No faltó el recuerdo a Bob Marley con Everything's Gonna Be Alright y su estribillo convertido en propiedad de todos. Sonaron ecos de Delasoul en recuerdos a Cantaloo. Luz y sonido funcionaron como corazón de una máquina de movimiento musical en ejercicio constante. El puño en alto de iconografía Black Panther fue imprescindible y vitoreado. Este meteoro con destellos de sabor a barrio aprovechó cada segundo al mil por mil. Hoy ha quedado constancia de que un buque del hiphop radical no cede al chantaje del éxito momentáneo. Aunque ni Headliner ni Aerle Taree están en sus filas, Arrested Development siguen siendo los mismos militantes que invitan a la revolución, la paz y el amor sin jipismo. Siempre es un lujo escucharlos en directo.
