Es hora de plantar cara a la industria del celuloide cuando se convierte en materia putrefacta y vomitiva que no piensa más que en la taquilla. La simpleza ronda a esta borrachera 3D facilona y chabacana. Las imágenes sin argumento entretenido -resaca estudiantil-, donde tienen más peso las sinopsis facilitadas a la Prensa que su guión, nos permiten echar una cabezadita sobre el respaldo de la butaca sin resultar indecoroso: más bien, placentero. ¡Clemencia!, basta ya de meternos tantas dimensiones sobredimensionadas, tanto chiste superfluo y tanto terror perteneciente al cine de barrio. Ojalá que
“XP3D” no capte el interés del público con la misma adicción que la mierda atrae a las moscas. Actores tontorrones, empollones con el cerebro de silicio y guaperas creídos, salidos de enlatados televisivos como gancho publicitario (Factoría Antena 3) y alguna que otra película de éxito taquillero (Luis/Lucho Fernández en
"Tres Metros Sobre El Cielo”; Maxi Iglesias,
“After”). Chicas resultonas, de cara imborrable en los productos interactivos de la televisión; modelos varoniles de testosterona que sirven de alimento a la libido del mileurista; insulsos diálogos plagados de gracietas postizas.