Barricada presenta su trabajo número 20+1 no exento de admiración y alguna voz crítica. El título, más llamado a alertar sobre el cambio climático, ahonda en la temperatura del sentimiento humano y el conocimiento histórico. Las dieciocho crónicas que conforman “La Tierra está Sorda” sucedieron dentro de una España fragmentada y golpista. Los navarros homenajean al espíritu luchador de Las Trece Rosas, mujeres republicanas a quienes se les arrebató la vida.
Tras un encuentro íntimo en el cementerio de La Almudena con su recuerdo, la voz de El Drogas y sus secuaces cayó como una losa en pleno centro madrileño.
Los acordes de “Pétalos” originaron una ventisca que derrumbó los muros del olvido y nos dejó el corazón en carnes, indefenso... rabioso.
Barricada se reencuentra con la historia, mirándola cara a cara sin despecho ni rencor. Los navarros, nacidos en 1983, con una veintena de LPs a las espaldas y un disco de diamante en su vitrina profesional, cantan a los olvidados. El Drogas, dibujado con pañuelo pirata y tez machacada por las grietas de la vida, no dejó de exhibir una sonrisa canalla y afable nada promocional para la banda.
Su investigación parte de leer la prosa histórica que Dulce Chacón plasma en “La voz dormida”, con la mujer como protagonista en la posguerra madrileña: el relato de una España amedrentada dedicado, según la autora pacense, ”A los que se vieron obligados a guardar silencio”. La letra de Barricada es real, agria y detallista; el tercer corte ("Hasta siempre, Tensi") se tomó literalmente del libro.
Pensado como disco conceptual basado en hechos reales, piden recordar un trozo de la historia española que se ha ocultado, o minimizado, sin buscar la confrontación.
Lo nuevo de Barricada ofrece la opción de formar talante más que escalar puestos en las listas de venta. Posible objeto de la banda, “La Tierra está Sorda” es un disco que se enriquece con la aportación del oyente: su recuerdo y su opinión.
Las canciones son himnos sociales, pedazos de historia documentada que pueden resultar incómodos.
En “La Tierra está Sorda” se decide abordar, y divulgar en un entorno de gran alcance como el musical, las barbaridades cometidas en la Guerra Civil Española por el bando insurrecto: los nacionales franquistas. Una etapa manchada por los asesinatos ideológicos: hoy lo denominamos daño colateral. El crimen ejecutado contra Las Trece Rosas fue un daño colateral que tenía que ocurrir para el buen desarrollo de la dictadura franquista, quienes en aquel momento detentaban el poder. Si Barricada hubiera existido entonces, sería un objeto subversivo de alto riesgo cuyo nombre aparecería manchado en el NO-DO (informativos franquistas).
La tradición de denuncia política es el gen de sus composiciones. El no tener pelos en la lengua viene de antaño, ya en 1984 la discográfica Polygram Iberia, sin respetar la oposición del grupo, censuraba la canción
“Bahía de Pasaia”, que denuncia las controvertidas muertes a manos de la policía de cuatro integrantes de los Comandos Autónomos Antifascistas, siendo uno de ellos amigo del barrio de El Drogas. Cinco años después, fue censurado el tema "En nombre de Dios”, del disco "Pasión por el ruido”, y al cual iba a darle nombre. La canción es una crítica al Opus Dei.
Las voces de El Drogas, El Boni y Alf escuecen más en acústico, dentro de “La Tierra está Sorda” bulle un alma colectivo portador de nombres y apellidos. La importancia de la mujer republicana durante la Guerra Civil no ha sido valorada en su justa medida, permaneciendo en segundo plano sus cualidades de luchadora. "Matilde Landa" sirve para ilustrar la experiencia de una mujer que prefirió el suicidio antes que comulgar con la Iglesia fascista. La noche vuelve a llorar en Las Ventas ante el fantasma de su cárcel para mujeres: una institución ideada durante la época de la Segunda República por la primera directora general de Prisiones, la feminista Victoria Kent. Su intención: dignificar a la mujer reclusa mirando hacia la reinserción. El final de la Guerra Civil Española la convierte en un almacén de prisioneras ideológicas. ¡Paradojas de la vida!
“La Tierra está Sorda” es un disco que incomoda, reconforta y hace pensar sobre la memoria: ese vocablo abstracto que está convirtiéndose en balsa aceitosa de desconocimiento para generaciones DVD y Factor X. Quiere despertar el deseo de conocer la historia, homenajear a sus interlocutores y dejar una puerta abierta al razonamiento constructivo.
Que no se tengan que cubrir de cal más tapias ensuciadas por sombras sanguinolentas.
El álbum de Barricada significa un recuerdo a esa injusticia llamada represión franquista dentro de una Guerra Civil que sigue levantando ampollas. Elsilencio fue utilizado por el franquismo como método coercitivo. El nombre de Las Trece Rosas reboloteó entre las paredes de la FNAC. Se escuchó la voz de los perdedores.