La música ha servido como estímulo para superar momentos difíciles. No es la primera vez que el tema Resistiré se versiona. Cuando el periodista deportivo y letrista de canciones Carlos Toro Montoro la escribió para El Dúo Dinámico, no debió pensar que llegaría a convertirse en símbolo de una conciencia colectiva. Manolo de la Calva la compuso ambos y llevaron su ritmo y mensaje a la juventud yeyé española de los años ochenta. Vuelve a ser actualidad por noticias menos agradables. Saca músculo para los resistentes al coronavirus: los de dentro y los de fuera al confinamiento hospitalario. La inquietud generalizada la ha desempolvado de la nostalgia para justificar su letra. La catástrofe ocasionada por este microorganismo ha creado un movimiento enorme de resiliencia y cohesión ante la adversidad.
El título es muy goloso para hacerlo combativo aunque la batalla de 1988, cuando salió al mercado, era escalar puestos en las radiofórmulas. En 2003, sonó en la televisión argentina a través de una telenovela homónima. El cine la ha incorporado a su álbum de bandas sonoras a través de la película ¡Àtame!, dirigida por Pedro Almodóvar. Resistiré ha pasado de ocupar un lugar puntero en el repertorio del recuerdo a sintonía en los programas de entretenimiento radiofónicos. Las listas dé éxitos han sido suplantadas por las descargas. El primer fin de semana de confinamiento, alcanzó el número 1 de iTunes España y fue la segunda canción más escuchada en Spotify España. Esta voz perseverante en la esperanza se ha convertido en el himno contra el coronavirus. Boikot han captado el concepto de quien cada tarde a las ocho proyecta aplausos solidarios desde sus balcones a la calle. Une generaciones encadenadas por el coronavirus: personas que la bailaron durante noches calurosas de verano costero la entonan pegadas a su radio por internet; otras, la incluyen en su lista de reproducciones favorita. El guateque se disfruta entre ventanas. Resistiré se adapta a los tiempos.
La banda de Juan Carlos Cabano le ha dado un toque más danzarín y festivo. Nos animamos con su música pegadiza y un estribillo vestido como grito de guerra. El sonido duro ha descubierto unas barricadas menos agresivas que las de costumbre. En vez de defenderse a pedradas aguanta con tesón y ánimo.
Boikot transforman una melodía pop en un tema trompetero. El recuerdo a Korsavov o Amaneció asoma con sonido Nueva Orleans. La versión es divertida, más cercana a Goran Bregovic que a Ramones, AC/DC o Leño. ¿Para cuándo una más alternativa?
Entre esta fiesta de explosión creativa se han colado cortes de I Will Survive. Gloria Gaynor es embajadora anticoronavirus. El punk se ha relajado en swing y ska melódicos; los instrumentos suenan como un pasacalles. El reciclaje sonoro ha atrapado a una sociedad baqueteada que resiste, ahora, por doble vía: la del Dúo Dinámico y la de Boikot.