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EL TALENTO INNATO DE DONNA SUMMER
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La música pop y disco hubieran sido otra cosa sin la presencia de Donna Sumer. Su voz negra representó el susurro erótico por excelencia. Reinaba la época de los pantalones acampanados y una etapa de música experimental, evolucionando hacia sonidos más bailables. No sólo su aspecto físico se convirtió en objeto de deseo: el movimiento de su cuerpo sobre el escenario, unido a un música sugerente para el baile, disparaban las alarmas de quien la contemplaba. Sus discos se exponían sobre las vitrinas de las tiendas musicales; no dejaban de alimentar las fantasías de quien las mirara, amante musical o no. Fue apodada reina de la sensualidad, la primera pantera del pop. Lo dio todo por la música, no era un animal social. Earth, Wind & Fire triunfaban; el pop se encontraba en la cumbre, con voces negras copando lo más alto de la escena (Barry White)...
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Los inicios |
La infancia de Donna summer estuvo marcada por el carácter cristiano que se respiraba en su familia. Escuchar el sonido gospel de Mahalia Jackson la llevó a cantar en el coro de su iglesia. Como la mayoría de estrellas, comenzó muy temprano a cultivar sus dotes musiales, los ocho años. Vivió la adolescencia participando en varios conjuntos musicales. Sus hermanas y primas se divertían mientras imitaban a The Supremes y Martha and the Vandellas. El rock psicodélico también hizo mella durante su juventud, participando como vocalista en una banda de rock a finales de la década de 1960. De espíritu emprendedor, en su juventud abandonó el entorno familiar hacia Boston; fue una etapa dura en la que los proyectos musiales no prosperaron. Todo se hacía cuesta arriba hasta 1975. Entonces se produce el salto hacia la fama, de manera inesperada. |
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| Su presencia en los musicales |
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Durante la adolescencia, hizo un nuevo intento de introducirse en el mundo musical al formar parte de un grupo llamado The Crow, integrado por seis hombres. RCA Records le ofreció su primer contrato discográfico. La oferta, lanzada a raíz de una actuación del grupo, era sólo para ella, aunque el representante del sello se comprometió a firmar un contrato por separado para la banda (que estaba a punto de disolverse). |
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A los dieciocho años, Donna se presentó en Broadway con la intención de asistir a una audición de la comedia musical “Hair”. A pesar de que no consiguiera el papel de Sheila para la representación en Estados Unidos, recibió el ofrecimiento de viajar con el elenco a Europa. Este acontecimiento posibilitó a Donna Summer su ingreso, el año 1967, en la ópera de Viena. Aquí participó en algunas producciones europeas de Porgy and Bess, de George Gershwin, grabando además varios discos con el nombre de Donna Gaines. El espectáculo se transladó Munich y, al finalizar la obra, Donna Summer decidió establecer la residencia en esta ciudad. Su estancia dio lugar al sonido Munich. En Alemania, participó en otros musicales: “Show Boat” y "Godspell". Durante esta época, usó el nombre de Gayn Pierre, mientras actuaba en “Godspell” junto a Helmuth Sommer, su futuro primer esposo. Instalada en Munich, Donna summer participó en grupos como Viennese Folk Opera, Family Tree y The Munich Machine.
El destino cambió para ella mientras hacía los coros del grupo Three Dog Night, donde conoció a los productores Giorgio Moroder y Pete Bellotte. |
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| Comienza la Era Disco |
La grabación del primer álbum, tras sus incursiones en el musical, llegó en 1974, junto a los dos productores, con “The Lady of the Night”. Este LP generó el single “The Hostage”, convirtiéndose en su primer éxito comercial. Donna Summer estrecha la relación con Moroder y Bellotte proponiéndoles el lanzamiento de un disco llamado. Se inicia una nueva etapa en la historia del disco. Esta canción tuvo una significancia superior a la musical, trascendido al aspecto social y tecnológico. El hecho de que decidiera lanzarse primero en Europa no trajo buenos resultados; varias emisoras se negaron a programarlo en su parilla por el erotismo que desprendía. El éxito por Estados Unidos resultó demoledor. Su desembarco en tierras norteamericanas fue catapultado por Neil Bogart, presidente de Casablanca Records. Tras escucharlo, y quedarse prendado del tema por su tirón sonoro, sugirió a Moroder y a la cantante la necesidad de una versión extendida, dirigida a discotecas. La grabación nueva se extendió a los diecisiete minutos, duración que no cabía en el estándar del single vinilo; de ahí que se editara en 12 pulgadas. El maxi-single acababa de nacer y Donna Summer se convirtió en su precursora. El nuevo formato será usado con asiduidad en discotecas durante los años 70, 80 y en los 90 llegó a competir con el CD en los ambientes de programación Dj. |
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La canción "Love To Love You Baby" no estuvo exenta de la polémica. Entre la letra se incluían gemidos sensuales, ruidos que sugerían un contenido erótico hasta ahora no escuchado. La revista TIME calificó a este tema como “un maratón de 22 orgasmos”. Su música se hizo habitual en Studio 54, cuna del sonido imnnovador y provocativo. Una de las leyendas que corren a acerca de cómo se grabó este tema es que Donna Summer se encontraba en un estudio oscuro, con las luces apagadas para acentuar el carácter erótico de sus gemidos.
En los años ochenta del siglo XX cayeron los problemas sobre Donna Summer: se le atribuyeron unas declaraciones homófobas sobre la naturaleza del SIDA, calificándolo como un castigo divino. La polémica ocasionó un aluvión de críticas contra ella; el colectivo gay le retiró su apoyo y la identificación que venían manteniendo con la artista. Pasados unos años, la cantante se avergonzó de "Love To Love You Baby" y decidió no interpretarla más. Esta etapa significó una vuelta a sus raíces cristianas, retomando el camino inicial del gospel. ¿Se puede interpretar el hecho de no cantar más “Love To Love You Babe” como un síntoma de su renacimiento cristiano?
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La música de Dona Summer, junto al componente bailable, también tuvo un elemento social con "Bad Girls" (toca la prostitución) y “She Works Hard for the Money”, cuya letra denuncia a situación de una camarera humillada que ha de seguir trabajando para subsistir.
Los años 70 la habían convertido en la reina de las discotecas. Las canciones se vieron aupadas por su potencia vocal, mezcla de raíces negras, lo melódico y el disco. |
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Éxitos y rupturas |
La relación entre Donna Summer y Giorgio Moroder se rompió tras años de evolución profesional. Geffen Records aparecía como un nuevo sello discográfico. Donna Summer firmó con la discográfica fundada por David Geffen y éste hechó mano de Quicy Jones, célebre tras “Thriller”. Esta colaboración condujo, en 1982, al álbum "Donna Summer”. En uno de sus éxitos, la canción "State of Independence", Michael Jackson canta los coros. |
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A pesar de ser la reina del disco, no le gustaba anclarse en este sonido y llegó a coquetear con el reggae, grabando “Unconditional Love” junto al grupo Musical Youth. Dio un paso hacia el techno/dance en "Can't We Just Sit Down (And Talk It Over)”. La presencia de Donna Summer se ha manifestado en otras artistas como Beyoncé o Madonna, introduciendo un trozo de "I Feel Love" en “Future Lovers” durante su gira de 2007, “Confessions Tour”. Otro ejemplo que muestra esa diversidad de estilos es el álbum "Crayons", que en 2008 rompió un silencio de cuatro años, donde experimenta con ritmos latinos, sin perder un ápice de su fuerza vocal. |
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El éxito continuado vivió un romance con épocas depresivas, llenas de ansiedad, lo que la condujó al consumo de tranquilizantes. El mudo de las grandes estrellas mediáticas estaba despegando.
estaba despegando.
Los noventa pasaron de manera discreta. Se reenontró con Giorgio Moroder. Fue época de recopilaciones, premios (un Grammy por “Carry On”, en 1997) y más innovaciones de estilo: con “Mistaken Identity” se adentra en el sonido new jack swing, un subgénero del rap; mira hacia el house con "Love Is the Healer"; se acerca al gospel con el álbum “Christmas Spirit”; grabó un versión discotequera del crossover clásico “Con te partirò”, dado a conocer por Andrea Bocelli.
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Desde mediados de los 80 hasta entrados los 90, la producción musical tenía un nombre propio: Stock, Aitken & Waterman. Lo que pasara por sus manos estaba destinado al éxito. Kylie Minogue, Rick Astley o Samantha Fox fueron un producto del acrónimo SAW. Esta alianza con Donna Summer cuajó en el álbum “Another Place and Time”. Éxitos como "This Time I Know It's for Real" y "I Don't Wanna Get Hurt" minimizaron la ruptura de contrato con Geffen Records. Se podía permitir estas licencias y lo sabía. |
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| El vínculo de Donna Summer con el cine |
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No sólo los amantes de la música han lamentado el fallecimiento de Donna Summer, su talento también llegó a las pantallas cinematográficas. En 1978, el holandés Robert Klane dirigió la comedia musical “Gracias a Dios que es viernes (Thank God it’s Friday)”. Además de participar como actriz, Donna Summer consiguió un Óscar por la mejor canción, "Last Dance": otro himno que no envejece. La popularidad llamó de nuevo a su puerta en los años 90 con "Hot Stuff". La canción se había introducido en la banda sonora de ”Full Monty", el primer largo dirigido por Peter Cattaneo. |
Su música se ha escuchado en películas como ”Frost/Nixon: La entrevista del escándalo” (“I feel love”); ”Zoolander” (“Love to Love You Baby”); “Foxes”, de Adrian Lyne, (“On the radio”); “Bad Girls” forma parte de “Una jaula de grillos” (“Birdcage”) y “Juego de poder (Charlie Wilson’s War”); “Whenever There Is Love” aparece en ”Infierno en el túnel” (“Daylight”); “She Works Hard for the Money” en “Splash” y “Una jaula de grillos” (“Birdcage”); “Charlie's Angels: Full Throttle”, “The Firm” o “Flashdance”, 1983, son otros ejemplos de cómo la música de Donna Summer no conoce el factor tiempo en el cine. Alejandro González Iñarritu incluyó la canción "Shudder/King of Snake" en su película “Biutiful”. |
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Coletazos finales
La noticia de su muerte corrió como la pólvora. Un final agónico causado por el cáncer de pulmón se ha visto compensado por una vida llena de obras maestras. Los atentados contra la Torres Gemelas le produjeron un síndrome obsesivo sobre la pureza del aire que respiraba. Su alejamiento de los escenarios no le impidió continuar haciendo música. Estaba trabajando en un nuevo proyecto del que muy poco se conoce. La seguiremos recordando sensual, en carne y hueso. Para el público español, es difícil, sino imposible, olvidar los dos directos de su época dorada en Madrid. Fueron los días 4 de noviembre de 1978 y 16 de agosto de 1980 durante una aparición televisiva dentro del programa musical Aplauso. ¡Ah, recuerdos! Decir Donna Summer es reinvetar la música disco. |
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